Como ocultar al hijo del emperador
Hubo un pesado silencio entre los dos.
Fue el Duque quien abrió la boca primero.
— ¿Qué es esto?
El duque de Reston miró los documentos de Astella y preguntó.
— Intenta leer esto por favor.
El Duque miró rápidamente a través de los papeles.
Lo que estaba escrito en el documento era sobre los impuestos del territorio.
El territorio de la familia Reston en el Occidente era enorme.
La mayor parte del occidente del país era tierra de la familia Reston, gracias a la sucesión de territorios durante muchas generaciones a través de la familia.
La tierra obtenida por matrimonio o comercio se dispersaba alrededor.
Debido a los grandes ingresos de la tierra, el dinero a pagar de los impuestos también era enorme.
Los impuestos se imponen de acuerdo con la ley imperial.
Se concede una reducción de impuestos. Cuando son pequeños tierras regidas por un señor, que mantienen a una aldea, y no puede permitirse el lujo de mantener viejos castillos con sus ingresos de solo trabajar las tierras.
Los ingresos de la familia Reston aumentaron significativamente desde que su padre heredó el título.
Pero al Duque se le ocurrió una forma inusual de reducir los impuestos ante el palacio imperial. Reducción de impuestos mediante la distribución de los ingresos entre pequeñas fincas alrededor de sus tierras.
La mayoría de los pequeños señores que vivían en ellas eran realmente sirvientes o parientes lejanos de la familia Reston. Que naturalmente, seguían las órdenes del duque.
A diferencia de otros aristócratas que habían falsificado abiertamente los libros dejando lagunas en los documentos, su padre nunca cometió tal error al hacerlo legal.
No había necesidad de tener cuidado.
En el papel, no eran más que pequeños territorio distribuidos.
No iba a ser un problema si lo resolvían y lo informaban.
El antiguo Emperador no tenía interés en los asuntos de las pequeñas tierras locales.
Mientras no hubieran grandes problemas, la cuestión fiscal se pasó por alto.
Fue así como su padre ganó mucho más ingresos que otros nobles durante el reinado del antiguo Emperador.
Todo el dinero que se ahorró se convirtió en fondo secreto del Duque.
Por supuesto, cuando Kaizen ascendió al trono y el mundo político se volvió inestable, el Duque rápidamente eliminó todos los actos ilegales como si no hubiera hecho ninguno. El duque, que examinó los documentos por un momento, miró a Astella y preguntó .
— ¿Fritz sabe de esto?
— Por supuesto. También mi hermano quiere que mi padre renuncie.
Esas palabras tuvieron un mayor efecto que el documento que estaba sosteniendo.
Los ojos de Astella temblaron de sorpresa.
El duque de Reston apretó los dientes y volvió a preguntar.
— ¿Fritz estuvo de acuerdo con esto?
— Fue Fritz quien me trajo el material que estaba escondido en el territorio.
El Duque palideció.
Nunca había imaginado que Fritz lo traicionaría y se pondría del lado de Astella.
El duque arrojó todos los documentos en su mano.
— ¿Quieres chantajearme con esto?
— Algo ha ocurrido hoy.
— ¿Qué?
— ¿Puedo hacerle saber al Emperador que mi padre fue quien incriminó al Ministro del Interior?
Astella agregó una cosa más.
— Oh, y también le diré que robaste el sello del marqués Croychen.
Por supuesto, es un delito tocar el sello de otra familia.
— ¡Eso fue por ti y para el príncipe!
Ante la impaciencia, el duque de Reston levantó la voz, pero Astella miró a su padre sin dudar un momento.
El Duque gritó como si estuviera atónito.
— ¿Piensa que vas a estar a salvo cuando él descubre este hecho?
— No es un delito de traición, así que no perderé mi lugar como la Emperatriz.
Si descubrían que intentó matar al Emperador, no solo Astella estaba en peligro sino también Theor.
Pero si es por tergiversar documentos, solo su padre sería castigado.
Por supuesto, el Duque será reprendido al igual que la familia Croychen, y Astella sufrirá un gran daño.
— Es por eso que te lo pido. Por favor, pasa tu título a mi hermano. Sin ese título, tú puedes estar cómodo.
— ¿Acaso eso es un favor?
— Digamos que es un trato.
El duque se levantó de su asiento mirando a Astella.
— Volveré a la mansión.
— Sí, ve a la mansión y discute la sucesión con Fritz.
Estaba de pie mirándola como si quisiera matarla.
— ¿Crees que vas a estar a salvo?
Astella mantuvo la calma incluso cuando escuchó la voz llena de resentimiento de su padre.
— Theor será el Príncipe Heredero tal y como lo deseas, y nuestra familia se convertirá en la familia del Emperador más tarde. ¿Cuál es el problema? Todo esto es como el sueño de mi padre.
Como lo dijo Astella, todo estaba sucediendo como el sueño más preciado de su padre.
— Pero será con Fritz siendo el Duque, en lugar de padre.
Eso era lo que Astella quería desesperadamente.
El Duque miró a Astella y declaró como sentencia de muerte.
— Seguramente te vas a arrepentir por lo que has hecho hoy.
Astella no respondió.
Al final del comentario, el Duque se giró y salió.
Después de la partida de su padre, el palacio quedó en silencio.
— Su Majestad la Emperatriz.
Hannah, que esperaba afuera, se acercó con cuidado.
Parecía haber escuchado toda la conversación de adentro.
— Está bien. Tengo trabajo que terminar por hoy.
Cuando estaba confundida, era más fácil aferrarse al trabajo.
Astella terminó aproximadamente en una o dos horas, su trabajo restante.
Después de terminar sus deberes, Astella abrió la puerta de la terraza para refrescarse la cabeza y salió al jardín.
A un lado del jardín estaba Kaizen jugando con Theor.
En muchos sentidos, habían estado sucediendo cosas tormentosas.
Pero una sensación desconocida de alivio se apoderó de ella cuando vio a Theor y Kaizen jugando tranquilamente en el patio.
— ¡Mamá!
Theor corrió hacia los brazos de Astella. Astella abrazó a Theor cariñosamente.
— Astella.
Kaizen se les acercó.
Astella besó a Theor en la suave mejilla y bajó al niño.
— Theor, ¿te gustaría ir al abuelo por un momento?
Theor miró a Astella y luego a Kaizen, asintió con la cabeza suavemente.
— Si.
Luego corrió junto con Panqueque al jardín opuesto.
También quería jugar con su hijo, pero primero tenía algo que hablar con Kaizen.
Tan pronto como Theor desapareció, Kaizen preguntó.
— ¿Tu padre se ha ido?
Astella caminó por el sendero del jardín con él y continuó hablando.
— Sí, estoy aquí por ese asunto.
— ¿Tu padre aceptó renunciaría sin problemas?
— Renunciará después de volver a la mansión y encontrarse con Fritz.
El hermano de Fritz tampoco estará de su lado.
Si sabe que no estaba de su lado, entonces elegirá retirarse.
— Intentará tomar represalias en el futuro.
Tal y como es su padre, no puede quedarse quieto.
— Bien, pero lo siento por ti. Aún si el Duque no regresa, procederemos, no importa cómo.
Escuchar la voz relajada de Kaizen me recordó a los viejos tiempos.
— Lo siento, Su Majestad…
Astella se mordió los labios. No podía dejar de hablar, tenía que decirlo.
— El asesinato en el bosque…
— Astella.
Una pequeña voz bloqueó sus palabras.
Alzó el rostro sorprendida, los serios ojos rojos la miraban.
— No te preocupes por lo que ha pasado. Lo más importante el que ahora tú y Theor estarán seguros.
— ...
Todo esto era con la intención de cubrir el pasado por el bien de Theor y Astella.
De pronto los recuerdos del día del picnic llegaron a Astella.
Kaizen, había sido herido y sangraba a mitad del denso bosque.
Sin embargo él seguía diciendo que lo cubriría todo para Astella y Theor.
Una desgarradora sensación de culpa llegó junto con una sensación de alivio.
Kaizen que seguía hablando para intentar disipar la atmósfera dijo.
— Sabes, ahora hay dos vacantes.
Con la expulsión del marqués Croychen, quedó una vacante en lugar del Departamento de Estado, y ahora también el puesto del Ministerio del Interior estaba libre.
— Sería bueno que le diéramos al menos uno al nuevo Duque.
— ¿Quieres darle uno a Fritz?
Ante las ligeras palabras de Kaizen, Astella lo miró con asombro.
— Es lo suficiente mayor como para serlo. Además le ha ido muy bien en la organización de Occidente.
Si hubiera sido el pasado, el hermano Fritz ya se habría elevado a esa posición, incluso si no hubiera tenido heredado el puesto de Duque.
Pero era diferente ahora que en ese entonces. Dijo que le daría un asiento al nuevo dueño de una familia considerada hostil hace un tiempo.
— Gracias, Su Majestad.
Astella le dio las gracias desde el fondo de su corazón.
Los dos continuaron caminando por el sendero del jardín por un momento sin decir una palabra.
El sol se ocultó y la hierba del jardín se tiñó de rojo.
Los pétalos de flores blancas también se tiñeron en un color rojo dorado y plata por la puesta de sol.
— Astella.
Cuando la pequeña voz detuvo atrapó su atención, Astella se detuvo y se miró a Kaizen que la miraba fijamente.
— Tengo algo para ti.
— ¿Hmm?
Kaizen era un pequeño anillo que le quitó algo de los brazos. El anillo exquisitamente elaborado estaba adornado con deslumbrantes gemas azules en el medio.
— Esto es...
Astella sabía lo que era la gema. Era algo que no podía olvidar.
Era la joya azul que recibió el día de su compromiso cuando tenía 10 años.
Solía ser un collar.
— Hice que lo trabajaran de nuevo para ti.
— Su Majestad, pero esto es...
Astella lo contempló por un momento.
Esta joya azul era entregada a la novia por la familia real. Entonces, cuando salió del palacio, después del divorcio, dejó esta joya atrás.
Kaizen dejó el anillo en la mano de Astella. No lo puso en ningún dedo, solo se lo entregó.
— La tenías y seis años después sigue siendo tuya.
Se detuvo un momento y luego volvió a decir.
— Si deseas devolverlo, devuélvelo en ese momento.
Hablaba de la fecha límite establecida en el contrato. Las palabras de Kaizen significaban que estaba bien irse en cinco años.
La respuesta llegó sin dudarlo un momento
— Es lo que te he prometido.
Era una voz tranquila, pero no habían tristeza en las palabras breves.
Astella se dio cuenta de que por eso Kaizen le estaba ofreciendo ese puesto a Fritz. Así Astella podría irse en cinco años.
Kaizen la agarró de la muñeca de nuevo.
El oscuro conjunto de ojos rojos la miraban.
— Si pudiera hacer lo que quisiera, no te dejaré ir por el resto de mi vida.
Astella no pudo decir nada.
Miró el anillo en su mano, la joya azul brillaba lo suficientemente como para deslumbrar en el silencioso jardín del atardecer.
¿Puede dejar al hombre que dice esto?
Lo pensó al principio, pero ahora ni siquiera estaba segura de eso.
***
El duque de Reston entró en la mansión.
No sabía cómo es que volvió a la mansión.
Estaba tan aturdido que no podía sentir ira.
No podía ni pensar en la conversación que tuvo con Astella.
No puede creer que lo hubiera amenazado.
Se convirtió en la Emperatriz, dio a luz a un príncipe y se ha ganado el favor del Emperador, así que, ¿Qué le pasa?
¿Cómo se atreve a decirle que retroceda?
Aún así, el duque no podía lastimar a Astella.
Theor es joven y aún necesita a su madre.
— Tal vez Fritz recapacite.
El duque de Reston tenía una esperanza.
— ¿Dónde está Fritz?
Traducido por: Anon-chan
Editado: Miss M
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