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Cómo ocultar al hijo del Emperador. 


La mayoría de esos ataques eran prevenidos por el duque de Reston, pero a veces Astella tuvo que escapar de la trampa ella misma.

Después de algunas malas experiencias, Astella siempre tuvo cuidado con su comportamiento y miró a su alrededor.

Recordando el pasado, era una vida muy frágil, como caminar sobre hielo delgado.

— Está bien. No es gran cosa...

Astella pensó que tenía suerte de haber escapado limpiamente esta vez.

Si termina sin contratiempos este encargo, pronto podría regresar a su vida tranquila y pacífica que vive en la mansión de su abuelo.

Kaizen suspiró con una timidez impropia.

— Esto no volverá a suceder, enviaré caballeros para protegerte...

— No, Su Majestad. Está bien. Yo...

— No seas tan obstinada. Has tenido algo de peligro.

Una voz aguda cortó decisivamente las palabras de Astella.

¿Quién era la persona obstinada acá?

Astella contuvo su irritación e inclinó la cabeza con calma y cortesía.

— Si sus caballeros escoltan a la ex Emperatriz, pensarán que es extraño. No quiero llamar la atención para nada. Más bien, creo que habrá un mayor riesgo si la atención de la gente se enfoca en mí.

Astella no quería que este hombre hiciera algo por ella.

Ahora mismo la persona más peligrosa para Astella era Kaizen, nadie más. De hecho, este percance también fue causado por las acciones de Kaizen al enviarle vestidos e invitarla a cenar.

Marianne no habría sido tan seria si no hubiera hecho tal cosa.

"¿Por qué estás haciendo algo tan inútil…"

Astella ahora señalaba indirectamente a Kaizen por lo ocurrido.

Era él la razón por la que esto sucedió. ¿Qué protección es esa?. Kaizen no era lo suficientemente estúpido como para no entenderlo tampoco.

Pero incluso si lo entendía, estar enojado era un asunto aparte.

— Sí, haz lo que quieras.

Cuando levantó la vista, vio los ojos carmesí que la miraban fijamente.

Hubo una mezcla de incredulidad e irritación.

Astella ignoró el disgusto de Kaizen y sonrió con satisfacción. Dobló las rodillas ligeramente.

— Gracias por su comprensión, Su Majestad.

***

— Será mejor que tenga cuidado.

Cerró la puerta de la oficina de Kaizen y salió al pasillo, no esperaba ser seguida por Velian, que también abandonó la oficina.

Astella caminó en dirección a su habitación sin mucho cuidado, Velian la siguió con una charla ligera.

Luego le dijo una historia que ella no había solicitado.

— Lord Croychen tiene tres hijas. La primera hija ... como puede ver es así, pero la segunda es distinta.

— La segunda…

¿Quién era? No podía recordar muy bien.

La familia Croychen no era una familia muy importante en el pasado, por lo que no se la veía a menudo en lugares donde se reunían nobles fuertes.

Así que no había muchas formas de vigilar a las hijas de la familia.

Se sorprendió de saber que tenían tantas hijas mujeres, pero ni siquiera memorizó sus nombres. Cuando Velian notó que Astella no podía recordarlos, dijo su nombre.

— Es Lady Florin. Acaba de llegar a la mayoría de edad. Ahora es la candidata más fuerte para ser la Emperatriz.

Todavía no podía recordar su cara aun y cuando escuchó el nombre.

Cree que había una niña tranquila con ese nombre.

Velian continuó hablando, observando atentamente al Astella.

— Lord Croychen esperó a que su segunda hija llegara a la edad adulta. Ha trabajado mucho desde hace mucho tiempo para convertirla en la emperatriz.

No fue una historia extraña. Astella murmuró amargamente.

— Es lo mismo en todas partes.

El patriarca de la familia, cría a su hija como una muñeca personalizada y la arroja al palacio como si estuviera lanzando una tarjeta de juego. Si la hija obtiene el premio, toda la familia se regocija, pero si falla, la hija inútil será abandonada implacablemente.

Todas las familias son iguales.

Nada ha cambiado incluso si el panorama de poder del imperio ha cambiado. Simplemente cambió el nombre de la familia con poder.

— De todos modos, quiero que tenga cuidado. Las cosas nunca son tan fáciles.

"Bueno, no es que crea que vaya a ser Astella quien reciba el golpe."

Velian murmuró las últimas palabras para sí mismo.

Nunca antes había visto personalmente a la ex Emperatriz, así que no lo conocía muy bien, pero en muchos sentidos Astella era una mujer formidable.

Antes de conocerla, cuando escuchaba la palabra: "Emperatriz", esperaba que fuera una mujer atemorizada y pasiva debido a la historia de que solo duró un día en el puesto.

Pero había sido una idea totalmente equivocada.

Entonces, ¿por qué renunció al trono tan fácilmente?

"¿Tampoco tenía sentimientos por el Emperador?"

Y si los hubo, está seguro que tales sentimientos, se habrían ido ahora. Solo estuvieron la primera noche y se despidieron al día siguiente.

Bueno, eran un ex-matrimonio, no es como si fueran enemigos.

Pero se suponía que debían serlo. Hasta dónde Velian sabía, tan pronto como Kaizen se convirtió en el emperador empezó con su lucha para purgar al duque de Reston.

Astella, que estaba de pie en silencio, dijo con una sonrisa en su rostro.

— La segunda hija de la familia Croychen debe amar mucho a su hermana.

— ¿Eh?

— ¿Acaso no quería decir que Lady Florin va a tomar represalias contra mi por lo que ha sucedido con su hermana? ¿O por qué otra motivo debería tener cuidado?

Astella comprendía lo que Velian quería decirle, pero actuó como si no lo entendiera.

Luego habló con firmeza hacía la expresión sorprendida de Velian.

— Dejaré la capital tan pronto como se resuelva la carta del testamento. No tengo nada que ver con quien será la nueva emperatriz. No quiero involucrarme.

***

Sentada junta a la ventana, Astella miró hacia el jardín donde aún llovía.

Al lado de la ventana había una hoja de color lila sombreada en silencio. Los pétalos de color púrpura claro se agitaban suavemente bajo la lluvia y el viento.

Las ventanas eran como acuarelas grises pintadas en el brumoso cielo como fondo.

Astella miró la escena serena y hermosa y pensó de manera extremadamente realista.

¿Cuánto durará esta terrible lluvia?

El cielo gris en la distancia era demasiado oscuro como para que ni en broma alguien dijera que estaba despejado, cuando llegó al castillo no creyó que pasarían tantos días antes de que pudiera irse.

“¿Cuándo puedo irme de aquí?"

"¿Mi abuelo recibió mi carta?”

Theor, que estaba parado en la habitación, tenía una cara triste, cargó a su oso de peluche.

— Levin está herido...

El hombro del oso de peluche estaba roto y un algodón blanco salía a través de la tela rasgada.

Después de remojarlo en agua para lavarlo y secarlo, se descoció.

— Está bien. Lo arreglaré en un minuto.

Astella consiguió hilos marrones y agujas de las sirvientas, rápidamente reparó la muñeca.

Theor no fue al invernadero por mirar a Astella arreglar la muñeca. Era lo suficientemente buena.

— Oh, el muñeco está roto.

De todas las personas, Velian, el ayudante del emperador, había llegado a hablar con ella.

Astella se sentó frente a él en la mesa de té con una taza, mientras cosía el peluche.

Velian abrió la boca mientras observaba a Astella cosiendo con fuerza.

— Deja que las criadas lo hagan.

— Esta muñeca es tan vieja que nadie puede arreglarla excepto yo.

Astella puso la muñeca boca abajo y mostró algunas partes donde ya había sido remendado.

El oso en sí no era muy viejo, pero la tela con la que lo hizo era una cortina que ya tenía varios años, por lo que siguió rasgandose. 

Nunca se imaginó que a Theor le gustaría tanto, de haberlo sabido habría conseguido mejores telas.

Astella puso una aguja entre la tela y miró a Velian.

Normalmente, no le importaba si esta persona estaba cerca, pero hoy no estaban en el invernadero sino en la habitación de Astella, así que se sentía ansiosa.

"Estoy ansiosa por la mirada de este hombre"

Velian era el aliado más cercano del emperador. Y por algún motivo, él siempre mantenía su mirada sobre Astella.

A menudo venía y hablaba con ella y vigilaba a Astella.

Después de algunas conversaciones, Astella se dio cuenta de que este hombre era gentil y guapo, pero nunca fue tan inocente como parecía.

Él es quien está más cerca y cuida del Emperador, por lo que sabe mucho y ve mucho.

¿Podría esta persona notar que Theor y el Emperador se parecían?

Theor todavía estaba concentrado en la forma en que su muñeco estaba siendo reparado poco a poco, pero incluso después de repararlo, no iba a salir al invernadero.

Tan pronto como Velian soltó la taza de té, Astella dijo con una mirada de disculpa.

— Debes estar ocupado, y yo te he mantenido aquí por mucho tiempo.

Le había dado una excusa para que él la tomara y se fuera, pero no la entendió. En cambio sonrió y dijo.

— No, estoy bien. Su Majestad ha dicho que saldrá de caza, y no deseo escuchar las quejas de Marianne. Es muy relajante aquí.

— ¿Su Majestad está cazando?

— Sí, estoy seguro de que está listo ahora. Hoy está un poco menos lluvioso. Debes estar muy frustrado.

Astella también estaba atrapada en este castillo y estaba tan ansiosa de que el Emperador saliera a cazar.

Sin embargo, tuvo una buena idea. Astella miró a Theor.

— Theor, ¿quieres ir a ver el castillo mientras arregló a Levin?

— ¿En serio? ¿Puedo ver el castillo?

Theor era inocente.

Hasta el momento solo se le había permitido jugar en el castillo e invernadero. Habían evitado el interior del castillo.

No podía soltar libremente a un niño en el castillo en que estaba el Emperador. Además, la principal razón, era que Astella quería evitar que Kaizen conociera a Theor tanto como fuera posible.

— Sí, pero deberás ir con la mucama.

Pero hoy, Kaizen estaría fuera, Theor podría vagar un poco por la mansión.

Además tenía otro propósito.

Astella quería mantener al niño alejado de Velian, que estaba sentado en la habitación mirándolos a los dos.

Astella le dio a Theor a la criada y le dijo.

— Solo den una vuelta y asegúrate de traerlo de regreso antes de que sea su hora del baño.

La medicina para cambiar el color de los ojos tenía que aplicarse todos los días antes del amanecer y antes de la cena.

Era fácil poner el medicamento al amanecer porque estaba durmiendo junto a su hijo en la misma cama, el problema era de noche. En ese momento, damas y guardias siempre estaban en la habitación.

Así que Astella bañaba al niño todos los días justo antes de eso para tener una excusa y poder aplicar el medicamento mientras le cambiaba la ropa.

Luego de darle las indicaciones a la criada, Astella dejó partir a Theor.


Traducido por MissM

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