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Cómo ocultar al hijo del Emperador


Kaizen se giró en silencio y salió de la mansión.

La vista de su espalda yéndose parecía desolada y lamentable.

Parecía haber sido profundamente lastimado por el fracaso de ser reconocido por Theor como su padre, aunque no lo expresó externamente.

Sin embargo Astella no quedó demasiado atrapado.

Astella abrazó a Theor.

— Entonces la veré la próxima vez, Lady Astella.

Lyndon también se despidió de Astella y Theor y luego salió detrás de Kaizen.

— ¿Mamá? ¿Por qué el Emperador dice que es mi padre?

Después de que Kaizen se fue con los caballeros, Theor levantó la cabeza desde los brazos de Astella.

— Mi papá está en el cielo, ¿no?

Theor movió la cabeza como confundido por lo que Kaizen había dicho.

— Theor.

Astella abrazó a Theor cariñosamente, y puso sus labios en la frente de Theor.

Estaba aliviada de que el niño había regresado sano y salvo, pero a la vez ansiosa por el futuro por delante.

Ella habló en voz baja, abrazando al niño.

— Te lo iba a decir después... cuando fueras más grande.

Planeaba explicar la situación al menos unos cinco o seis años después.

Esa era la única forma en la que comprendería completamente la situación.

Pero ahora tenía que decirle a Theor la verdad.

Después de que Astella sea nombrada como la Emperatriz, Theor se convertiría en el Príncipe Heredero.

Como mínimo, tenía que saber quién era su padre y la línea de su sangre.

Astella suspiró, abrazando a Theor, subió por las escaleras.

— Vamos a la habitación primero. Hannah, prepara la ropa de Theor.

— Sí, Lady Astella.

Hannah, que los observaba en silencio, se acercó a Theor.

Theor la miró y saludó por encima del hombro de Astella.

— Hola, Hannah.

— Me alegra que haya regresado sano y salvo. Querido Theor.

Los ojos de Hannah se llenaron de lágrimas de alivio.

Theor levantó la mano sorprendido.

— No llores, Hannah.

— Pero... es porque estoy muy feliz.

Hannah sonrió y sostuvo la mano de Theor.

— Tienes mucha hambre, ¿verdad? También prepararé una comida y un baño.

— Sí, tengo hambre.

Hannah se echó a reír.

Astella también sonrió. Abrazó a Theor y subió al segundo piso.

Hannah fue rápidamente a buscar el agua del baño y algo de ropa para cambiarse.

Astella dobló la rodilla y sentó a Theor en la cama para alcanzar el nivel de los ojos del niño.

— Theor, has pasado por mucho, ¿no? Todo está bien ahora. Aquí estás seguro.

— Mamá, ¿qué pasa con el abuelo? El abuelo me puso en el armario. Se fue.

Theor tenía una expresión de preocupación en su rostro.

Astella le dio unas palmaditas en el hombro a Theor y lo tranquilizó.

— El abuelo está bien. Llegará tarde o temprano.

— ¿De verdad?

— Por supuesto.

Quizás tuvo una pelea contra los secuestradores cuando escondió a Theor.

Entonces los lastimó y lo lastimaron.

Cuando pensó en su abuelo siendo herido, la ira de Astella se disparó hacia su padre.

Paso. Paso. Paso.

Panqueque encontró a Theor en el dormitorio y salió corriendo y ladrando alegremente hacia él.

— ¡Panqueque!

Theor abrazó el cuello del sabueso y enterró su rostro en el suave pelaje dorado.

Panqueque también estaba feliz de encontrarse con Theor, así que su cola se sacudió suavemente de lado a lado.

Mientras Theor abrazaba al perro le susurró con una voz tan abatida que parecía el reencuentro de un familiar al que no había visto en más de una década.

— Panqueque, te extrañé.

Panqueque lamió la mejilla de Theor como para responder a su comentario.

Theor se rió fuertemente.

— Panqueque te extrañó mucho mientras estabas fuera.

Desde la partida de Theor, el perro había estado acostado en la habitación de Theor sin energía, no había querido comer en todos esos días.

Hannah y Astella intentaron sacarlo a dar un paseo, pero caminaba débilmente con la cola caída y luego rápidamente volvía a la habitación de Theor.

Astella sacó la pomada del cajón y examinó el cuello de Theor.

Mirando de cerca, fue aún peor.

Las venas estaban muy magulladas hasta el punto de estallar. Astella preguntó ansiosamente, examinando el moretón.

— ¿Qué le pasó a tu cuello?

— El hombre malo me agarró del cuello.

— ¿Uh?

Theor respondió sin dudarlo.

— El hombre llamado Duque.

— ...

Con solo esa palabra pudo adivinar lo que había pasado.

"¿Qué hubiera pasado si Theor no hubiera sido el hijo de Kaizen?"

Si Theor hubiera sido realmente un niño ilegítimo nacido de Astella, su padre habría encerrado a Theor en el ático y lo habría dejado desatendido.

Habría usado su vida para amenazarla, y jugado con la vida de ella. Teniendo en cuenta la personalidad fría y despiadada de su padre, era bastante posible.

Astella aplicó la pomada sobre el cuello de Theor.

— Primero te voy a poner un medicamento calmante. Báñate y luego vuelva a aplicar el medicamento.

Theor esperó en silencio a que Astella aplicara el medicamento.

Puso la medicina pegajosa en sus manos y la aplicó suavemente sobre el cuello. La yema de los dedos que tocaban su piel era suave.

El cuello del niño era delgado, lo suficientemente frágil como para sostenerlo con una sola mano.

Mientras aplicaba la medicina, la ira se disparó nuevamente.

¿Cómo es posible que pueda tratar a un niño con tanta dureza que le ocasionó un hematoma?

Es su único nieto. Después de divorciarse y de ser expulsada de la casa, su afecto por su hija desapareció claramente, pero Astella todavía había le había deseado a su padre una vida segura durante los últimos seis años.

Porque si algo pasaba... Astella tampoco estaría a salvo.

Pero las cosas han cambiado ahora. Había herido a su abuelo y secuestró a Theor.

No podía perdonarle.

Por el bien de Theor no podía dejar que su padre anduviera libremente.

Astella tenía la intención de privar a su padre de su título y poder.

"No puedo acusar a la familia".

Por el bien de Astella y Theor, el Duque debe mantener su buen nombre.

Pero su padre tiene que desaparecer.

Su inocente voz la atrapó mientras se levantaba con la tapa de su pomada.

— Mamá.

Theor, que estaba acariciando a Panqueque, miró a Astella.

— ¿Qué es eso que dijiste que me ibas a decir?

— ...

Astella dobló las rodillas debajo de la cama y volvió a sentarse a la altura de los ojos de Theor.

— Theor.

Astella hizo una pausa y sostuvo las manos del niño sobre la cama.

— No te lo había dicho antes porque temía que sería peligroso si las personas lo llegaban a saber.

Astella detuvo sus palabras por un momento para evitar que el niño se lastimara.

Luego, lenta y cuidadosamente, continuó.

— La verdad... es que, Su Majestad, es tu padre. Eres el hijo del Emperador.

Theor abrió los ojos con asombro.

Theor a pesar de ser un niño listo, todavía estaba en una edad en la que no podía comprender del todo cuán importante era el linaje de la familia Real.

Theor reflexionó y preguntó.

— ¿Entonces es por eso que él tiene los ojos rojos?

— Sí.

— ¿Pero por qué no estaba con nosotros?

Theor inclinó la cabeza como si no pudiera entender.

— ¿Acaso Su Majestad odia vivir con nosotros?

— ...

Astella abrazó a Theor suavemente.

No sabía dónde pudo haber escuchado eso.

No podía contarle todo al joven Theor, le dolían los ojos. 

En cambio, Astel dijo:

— No es eso. Es solo que Su Majestad no podía vivir con nosotros porque estaba demasiado ocupado y habían muchos peligros.

— ¿De verdad?

Astella acarició el cabello negro del niño.

— Sí, pero ahora está todo bien. Ahora iremos al Palacio Imperial y viviremos con Su Majestad.

No sabe cuándo, pero pronto entrarán al palacio.

No quería ir al palacio, pero si de todos modos tenía que hacerlo, era mejor que se movieran rápidamente.

Es más seguro permanecer en el Palacio Imperial que estar en esta mansión.

Theor preguntó, retorciéndose en los brazos de Astella.

— ¿Entonces no vamos a ir a casa?

— ...

Astella no pudo responder la pregunta por un momento.

Los seis años de vida en el campo fueron difíciles pero pacíficos.

Se alegró de ver a Theor crecer con su abuelo materno.

Nunca más podrían volver a esos días.

Con el corazón roto por la idea de que la tranquila y simple felicidad había terminado para siempre, Astella dijo con amargura, mirando a Theor.

— Sí. Ya no podremos ir a casa ahora.

***

Al día siguiente, Astella invitó a Fritz a la mansión.

De hecho, ni siquiera tuvo que invitarlo.

Porque tan pronto como estaba enviando la invitación, Fritz llegó a la mansión.

— Llegaste temprano.

Fritz se paró junto a la puerta y miró a Astella con ojos pesados.

Sus ojos mostraban la preocupación y el reproche porque le habían ocultado tal secreto.

Fritz habló un momento después.

— ¿Theor está bien?

— Sí, después de una noche de sueño todo está mejor.

Theor parecía estar bien en la superficie, pero debe haber estado cansado de pasar por tantas cosas.

Así que lo bañó y se quedé dormido tan pronto y como cenó.

Afortunadamente, después de despertarse por la mañana, estaba jugando con Panqueque nuevamente en la habitación.

— Lamento no haber podido rescatar a Theor antes. Esto no habría sucedido si lo hubiera encontrado yo primero.

— No tienes que culparte por lo que ya sucedió.

Astella estaba a punto de convertirse en Emperatriz y entrar al palacio.

Ya no tenía tiempo para preocuparse por el pasado.

Fritz miró a Astella con una mirada dolorosa.

— He oído que has aceptado la propuesta. ¿Estás bien?

— Quería hablar con mi hermano al respecto de todos modos. Tengo algo que decirte.

Así que Astella habló con calma.

— Quiero que mi padre renuncie su título, lo voy a obligar a renunciar. Así que por favor, toma el control y se el Duque en lugar de padre.

Fritz abrió la boca con una mirada de sorpresa a la enorme propuesta.

— Eso es... ¿es eso posible? Padre nunca renunciará a ser el jefe de la familia.

— Tienes que hacer que lo haga.

Por supuesto, su padre diría que preferiría morir antes que renunciar a su título.

Pero Astella conocía bien a su padre, y su padre, el duque de Reston, era alguien que iba a renunciar a su título o a cualquier otra cosa para escapar en el momento en que viera que su vida estaba siendo realmente amenazada.

— Necesito tu ayuda. Te diré el cómo después de entrar en el palacio. ¿Puedes hacer lo que te pido?

Fritz pareció estar en desacuerdo por un momento: expulsar a su padre biológico y hacerse cargo de la familia.

Fue difícil decidir fácilmente. Sin embargo, el tiempo de preocupación fue corto. Aún se arrepentía de no haber hecho nada cuando Astelle se fue.

Fritz juró delante de Astella.

— Te ayudaré con todo lo que pueda hacer.


Traducido por: Miss M 

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