El final de un amor no correspondido
Capítulo 11
─ Bueno, duquesa...
En ese momento, la vizcondesa Salende se dio cuenta de que había tocado la dignidad de la duquesa Wildenviston más de lo que pensaba, abrió la boca e intentó decir algo.
En el mismo instante, una banda militar que estaba al frente del salón de banquetes levantó sus trompetas a la vez. Docenas de trompetas, como una sola voz, se escuchó al unísono.
Y tan pronto como terminó el sonido de trompetas, el sirviente, que tenía el cabello cuidadosamente recogido, salió y gritó en voz alta.
─ ¡Su Majestad el Emperador está llegando! ¡Por favor todos saluden a su Majestad!
Los nobles reunidos aquí se levantaron al unísono.
Eché un vistazo a los bolsillos de mi falda y saqué el pequeño colgante del reloj que había traído. Era exactamente la una de la tarde.
El hecho de que el Emperador saliera a tiempo significaba que Rubellus, a quien vi antes en el Gran Bosque, regresó sano y salvo a su horario.
Eso es un alivio.
Solté un suspiro de alivio sin saberlo. Luego, con la cabeza gacha, me arrodillé también, siguiendo a los que se arrodillaban.
El gran salón de banquetes se calmó como si hubiera vertido agua fría. No hubo nadie que hiciera ruido.
El emperador entró lentamente en este gran salón de banquetes solo. Incluso con la alfombra colocada, el sonido de pasos parecía resonar en este gran salón de banquetes.
─ Todos levántense.
Una voz fuerte resonó vívidamente en el pasillo.
El Emperador John Zahard, líder de la edad de oro del Imperio Zahard.
Este año tendría más de sesenta años, tuvo a Rubellus muy tarde ya que aún no tenía a una emperatriz.
Aunque su cabello poco a poco se volvía blanco, los pasos del emperador eran grandes y poderosos. El emperador John Zahard, que miraba a todas partes con ojos rojos y cálidos, pronto abrió la boca.
─ Hoy les doy la bienvenida a todos aquí.
El emperador extendió los brazos y abrió la boca. Fue una voz muy fuerte.
─ Ustedes reunidos aquí, hoy verán al nuevo emperador por primera vez, y ustedes son los testigos más importantes de esta familia imperial.
Recuerdo el orden de la ceremonia de coronación que conocía. La ceremonia de coronación comienza en un salón de banquetes donde solo se reúnen los nobles importantes.
Aquí, Rubellus hace una promesa al estado y al pueblo, para después realizar una marcha por la capital mientras viaja en un carruaje único de la familia imperial hecho de oro.
Luego, nos trasladamos al santuario más sagrado, donde Rubellus debe llevar una túnica y una corona mientras sostiene un cetro, esa es la prueba de que él es oficialmente el nuevo emperador.
Después de eso, se programa un feriado oficial durante una semana.
John Zahard, que estaba mirando a los nobles por un momento, sonrió y asintió.
─ Entonces, comencemos.
Simultáneamente con las palabras de Zahard, el instrumentista volvió a levantar la trompeta y soplaron todos a la vez.
Sonó un tono de trompeta diferente y la gran puerta principal del salón de banquetes se abrió de nuevo.
Ahora todos sabían quién entraba.
Rubellus Ade Zahard.
No pude evitar juntar mis manos. Parecía ver un retrato muy hermoso frente a mí. Con el cabello rubio brillante, él estaba entrando lentamente iluminando este lugar con una hermosa apariencia.
Y con mucha confianza, estará por encima de nuestras cabezas.
Si llega el momento, le juraré lealtad con todo mi corazón.
Al principio, fue difícil incluso venir aquí, pero mi padre tenía razón. Antes que ser hombres y mujeres, yo era su pueblo y él estaba bien calificado para ser un emperador respetado.
Me decidí en ese momento con los labios bien cerrados. No tengas ningún sentimiento en este momento, sinceramente hay que bendecirlo.
No importa lo que piensen de mí las personas que me rodean, no me preocuparé por ser ridiculizada en la cara como la vizcondesa Salende, y aplaudamos más fuerte que nadie.
Fue cuando asentí en voz alta para mí misma.
Pronto, Rubellus entró lentamente solo.
El brillante cabello rubio de su Majestad estaba muy bien recortado y peinado.
La medalla de oro brillante y rojo que estaba cerca de su cuello junto con las túnicas blancas daba a entender que solo podía ser usado por el gobernante más alto.
Los dos hombros tenían charreteras con tocados rojos, y los tres cordones militares que colgaban del hombro derecho al pecho eran de oro vivo.
(NT: charreteras son esas cosas que los comandantes militares en su traje formal lo tienen en el hombro.)
Como si no pudiera ver nada, entró con la mirada fija al frente. No había señales de nerviosismo.
Espera un minuto, el atuendo de Su Majestad, que vi anteriormente en el Gran Bosque Imperial, claramente llevaba una túnica blanca y una levita.
(NT: Levita según san google: La levita es una prenda masculina que cubre el cuerpo hasta casi la rodilla.)
No creo que la ropa que llevo puesta ahora sea la misma que antes. El cuello de la levita también es diferente. En general, se ve similar, pero si miro de cerca, puedo ver que es muy diferente al anterior.
Creo que se cambió de ropa. ¿Qué pasó? Antes era perfecto.
─ Hmm
Seguí pensando con un ligero ceño en un ojo. ¿No era ese traje anterior para la ceremonia?
─ ¿Estoy recordando mal?
Parece que no. En ese momento, estaba negando con la cabeza.
─ Elphine, oh, ¿qué le pasa a tus ojos?
Mi cabeza se giró hacia un lado ante el sonido de los susurros de Bianca.
Antes de que nos diéramos cuenta, Elphine estaba cerca de nosotras. Seguí a la hermana Bianca y miré a Elphine a los ojos, y le pregunté en un ataque de sorpresa.
─ Oh, tienes razón. ¿Qué le pasa a tus ojos?
La parte blanca de sus ojos estaban de color rojo.
─ Lloré porque recordé algo triste.
Elphine se quedó allí y nos respondió. La hermana mayor Bianca frunció el ceño.
─ ¿Qué? No, si lloras y tu cara está roja, no puede ser solamente por eso...
─ Espera un minuto.
En este momento. Elphine detuvo las palabras de la hermana Bianca, miró atentamente alrededor del salón de banquetes, moviendo la cabeza o parpadeando.
¿Está ahora controlando el flujo de todo el salón de banquetes?
El proceso parecía bastante ajetreado y complicado, mi madre y la hermana Bianca habían perdido la oportunidad de cuestionar su rostro.
─ Madre, hermana, Ira, volveré.
Elphine incluso se inclinó ante nosotros y se fue de inmediato. Fue cuando Bianca, mi madre y yo intercambiamos miradas misteriosamente.
Rubellus, que llegó al centro del salón, pronto miró a su alrededor lentamente.
Las niñas de las flores con hermosos vestidos esparcían flores desde otras entradas. Durante este período, la persona encargada que sostenía el juramento se dirigió lentamente hacia Rubellus.
Rubellus sonrió amablemente a los niños que se acercaban y lentamente inclinó las rodillas ante el emperador Jhon Zahard, quien tomó el juramento para luego entregarle.
El emperador Jhon tuvo que ceder el trono a su hijo. La razón fue por su medio hermano Tail Zahard.
El emperador John mató a todos sus hermanos y ascendió al trono, pero Tail Zahard, que era demasiado joven para hablar en ese momento, fue rescatado y después de eso le tuvo mucho cariño.
Sin embargo, el emperador se sintió culpable por su hijo el príncipe heredero, Rubellus, ya que Tail Zahard, o mejor dicho el duque de Quilton se volvió codicioso por el trono.
El emperador dijo: "Por las cosas que se tenía que solucionar antes, mi hijo está casi en peligro."
Después de la coronación de hoy, John se retirará con Elpina, quién es la emperatriz, y vivirá en un palacio separado.
Abrió el juramento y se volvió hacia los nobles nuevamente.
─ Juramento.
Una voz baja, suave pero clara se extendió por el pasillo.
En ese momento, el problema de la ropa desapareció sin dejar rastro en mi mente. ¿Cuál es el problema de cambiarse de ropa ahora? Es el momento en que él se convertirá en Su Majestad.
Volví a juntar las manos sin darme cuenta. Me quejé con Bianca porque no quería venir, pero si ella no me hubiera insistido realmente me habría arrepentido.
Creo que ahora estoy viendo una escena histórica.
─ Amaré a mi país y a mi gente.
─ Haré que este amor se haga realidad y lo sacrificaré por este país más que nadie.
Tú... te ves tan genial...
Sí, es realmente guapo, tengo que admitirlo.
Ahora que me he rendido, ya ni siquiera soñaría con eso, aunque Rubellus sigue siendo el hombre guapo número uno de la nación y un hombre capaz que no podrías encontrar en cualquier lugar en toda la historia. Se merece ser emperador.
Con una mirada amarga en mi rostro, seguí escuchando su lectura.
Sí, Ira. Ya que has recorrido todo el camino, asegúrate de ver a su majestad Rubellus hasta el final. Es el hombre que me gustaba.
Enderecé la espalda y miré a Rubellus, que ahora era un emperador.
Pero ... parece que sigo haciendo contacto visual con Rubellus, que está leyendo el juramento. Parece que me está mirando.
Ah... ¿es esto posible? Pero hicimos contacto visual tan fácilmente...
─ Intentaré hacer todo lo posible para ganarme su amor.
El emperador John Zahardd, que estaba junto a Rubellus, lo miró por un momento. Fue una mirada muy breve.
Pero a pesar de todo, Rubellus continuó leyendo el juramento hasta el final con la mirada fija en este lado.
─ Cumpliré lo que acabo de prometer y te protegeré.
Rubellus arrojó el juramento en el cuenco de la antorcha que sostenía la otra persona y pronunció sus últimas palabras con la espalda erguida.
─ Dios ayúdame.
En ese momento, sus ojos de manera progresiva me miraban. Tragué el aliento con sorpresa cuando mis ojos se encontraron con los suyos.
¿Yo? ¿Soy yo? Me está mirando ahora? ¿De toda esta gente?
... No, creo que es correcto mirarme por estar entre el público. También desarrollé una fuerte confianza en mí misma así que esto no es nada.
Pero sus ojos ardían demasiado. Los sentimientos en esos ojos eran tan obvios que incluso yo podía saberlo.
Pasión o amor que no se puede ocultar.
Pero... ¿por qué me miraría así?
Eso no puede ser.
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NT: Pues si le dió una buena indirecta jajaj