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El final de un amor no correspondido

Capítulo 38

─ La escritura está en todas partes y hay signos de borrado indiscriminado. Como lo dices Lumia, no había mucho tiempo, por lo que hizo una corrección sumamente rápida.

─ Pero no hay una razón principal para afirmar que la escritura es de la señorita Wildenviston es -

─ Si la hay. Debe haber sido mi hermosa niña. Tengo la evidencia más convincente.

─ ¿Qué quieres decir con eso?

─ Lumia, ¿tienes presbicia? ¿Todavía no puedes notarlo? Mira aquí.

(NT: Presbicia.- Anomalía o defecto del ojo que consiste en la imposibilidad de ver con claridad los objetos próximos y que se debe a la rigidez del cristalino.)

La emperatriz trajo a su oficina un mapa del área del salón de banquetes, que estaba en la esquina de la mesa, como para que la Sra. Gwiden lo vea.

La emperatriz comenzó a explicar, con una descripción general que la señorita Delion escribió por ella misma.

─ A primera vista, el cuarto salón de banquetes parece menos importante que el primero al tercero, pero es una ilusión. Es el lugar más tranquilo y elegante porque es el menos concurrido. Ya sabes, hay muchas discusiones verbales plausibles en lugares como este, sabes?

─ Si. También aprendí de Su Majestad que las personas importantes transmiten sus intenciones a personas menos importantes en lugar de engañar la atención de los demás nobles.

A la explicación básica, la Sra. Gwiden respondió con una mirada de autoestima. En respuesta, la emperatriz asintió.

─ Así es. Entonces, en lugar de mantener a las naciones amigas entre sí, es común colocar a los hijos de los aristócratas de la familia imperial que son buenos en idiomas extranjeros en una mesa y luego dejar que aquellos hijos de los aristócratas los entretengan y recopilen información. Pero... mira esta lista.

La emperatriz desdobló la ilustración y se la señaló a la señora Gwiden.

─ Aquí.

Los ojos de la Sra. Gwiden se agrandaron mientras miraba el lugar donde estaba señalando la Emperatriz. La emperatriz dijo con confianza.

─ Sólo las mesas de enviados de la otra provincia del sur de Blank y del oeste del país de Kaish, donde se han desarrollado las conversaciones recientes, están organizadas de manera separada, pero sólo para los hijos de las familias que no se llevan bien entre sí.

─ Es igual a lo que su Majestad…

─ Sí, es mi manera. Otras esposas ordenaron aleatoriamente a dos nobles a la vez, en la medida en que se parezcan a sus personalidades. Este es un método en el que el emperador y el Ministro de Relaciones Exteriores no conocían hasta que yo lo expliqué.

─ Los nobles fueron entrenados para nunca pelear frente al enviado extranjero, incluso deben aparentar, por lo que son colocados deliberadamente de esa manera.

Ante las palabras de la señora Gwiden, la emperatriz asintió con la cabeza, sonriendo suavemente.

─ Y después de soportarlo, siempre debo realizar un pequeño festín para recoger su descontento debido a ese banquete. Solo así, cuando sean ruidosos, se revelarán todos los secretos de su familia. ¿No es ese el momento que aprovechan los nobles para brillar al decir los secretos de la otra familia?

La emperatriz, que hablaba amablemente, continuó con las manos cruzadas.

─ ... Pero nunca he enseñado a las chicas jóvenes de esta manera, a excepción de nuestra pequeña chica que trabajó duro al estar en el evento Hallium.

─ ….entonces.

Después de una breve pausa, la Sra. Gwiden volvió a preguntar lentamente.

─…. .... ¿No existe la posibilidad de que la vizcondesa Delion sea tan talentosa que pensó para todo esto ella misma?

─ ¿Ella alguna vez ha organizado un banquete que se necesita una preparación de tal magnitud? Bueno, por supuesto... ese podría ser el caso, pero ¿no tendría más sentido dudar de su amiga cercana en este caso?

Ante su respuesta, la condesa suspiró levemente.

─ ... Aunque quiero insistir en que no lo es, pero a este nivel, solo la señorita Wildenviston podría serlo.

─ ¿Insistir? Estoy segura que es Ira.

La emperatriz enfatizó una vez más. Fue un tono lleno de convicción. La Sra. Gwiden miró la lista sobre el escritorio y de nuevo se sorprendió

─ No importa cuánto lo piense, realmente…… No puedo creerlo. Esta meticulosa aplicación en tan poco tiempo... puedo ver por qué su Majestad le encanta.

─ Estoy tan orgullosa de lo que ella puede hacer si lo pienso de nuevo. Ni siquiera le dije cómo hacerlo. Cuando ella estaba en el evento Hallium, los ojos de Ira brillaban con intensidad que la hacía muy linda y yo solo le había enseñado unas pocas líneas... es algo bueno además, ¿acaso ella no ha olvidado la historia incluso después de varios años desde entonces? Incluso no ha olvidado su habilidad de aplicar este método a un banquete de este tamaño.

─ Es verdad.

La Sra. Gwiden asintió en respuesta. Incluso la dura y obstinada Lumia admitió que Ira era realmente talentosa. La Emperatriz, que estaba fascinada por ese hecho, habló como si cantara una canción nuevamente.

─ No protegí a Ira sin ninguna razón. Pensé en dejarla tener su espacio por un tiempo y al momento en que se fue de mis brazos, ¿ha estado brillando de esa manera? Debería haberla dejado a mi lado para que la gente no la mirara desde el principio, ¡sin importar las circunstancias! Él es mi hijo, pero realmente... es un estúpido.

─ ¡Su Majestad!

La Sra. Gwiden gritó sorprendida por la voz de la Emperatriz.

─ ¿Por qué? Tengo razón.

─ No puede decirle eso a Su Majestad el emperador, Su Majestad la emperatriz madre.

Aunque la Sra. Gwiden habló con mucha dureza, la emperatriz hizo un bufido.

─ ¿Y qué si lo estoy ofendiendo? No puedo creerlo. No tiene sentido. ¿Por qué ha descuidado a una chica tan agradable, simpática y hermosa? Ni siquiera lo digo así ya que no lo odio. Él ha estado luchando de esa manera porque la amaba desde el principio, pero todos esos años, ¿alguna vez le ha prestado atención? ¿Él siquiera se considera una persona? ¡Él ni siquiera es una persona! ¡Esa es la diferencia!

En ese momento, Effina golpeó el escritorio con fuerza con la palma. Con aquellos golpes hizo retumbar la habitación.

─ ¡Es realmente frustrante! ¿Está enamorado de ella? Pero ha llegado demasiado lejos. ¿Tiene sentido pasar 12 años mintiéndole a su propia madre? Al principio, la protegí porque Rubellus cuidó especialmente a Ira, pero a medida que crecía, ni siquiera la miró, así que pensé que él no estaba interesado en Ira. ¡Pero solo hace unos días él vino y habló de lo que pensaba!

Hace unos días, Effina se acercó directamente a su palacio y encontró a su hijo que dijo: 'Madre, tengo un favor que pedirte'. Recordó a su hermoso hijo decir tales palabras.

Era un hijo orgulloso. Un hijo que es el mejor de todos, alguien que tiene mucho cuidado a ojos de otras personas.

Sabía que estaba trabajando en un cronograma asesino desde la coronación, lo saludó muy feliz al principio, pero la alegría desapareció rápidamente

¿Cuál es esa petición para que sus ojos morados se pongan de esa manera que parezca que tiene docenas de estrellas caídas?

─ ¿Su Majestad el emperador quería que involucre a Ira en el gran banquete?

La emperatriz suspiró y se tocó la cabeza.

Lo hizo. La razón por la que la Emperatriz hizo una mentira tan obvia y ató a Ira fue por su hijo. Rubellus, ahora el emperador del Imperio Zahard.

─ Mis ojos lo recuerdan como si fuera hace unos momentos. La mirada del chico que preguntó en medio de la noche con un rostro desesperado, con sus anchos hombros caídos.

─... ¿Es por eso que decidió escuchar la solicitud de Su Majestad?

─ ¿Qué? Lumia, ¿aún no me conoces del todo?

La emperatriz Effina dio un puñetazo en el reposabrazos de la silla en la que estaba sentada.

─ Di a luz a ese chico, ¡cómo podría engañarme solo por su apariencia! Si lo hubieras visto no dirías eso. Aunque probablemente haya fingido ser lamentable en ese momento, ¡sus ojos eran completamente diferentes!

Solo pensando en ese momento... Effina tembló al recordarlo. Una mirada feroz, aguda y desesperada.

La emperatriz pudo saberlo instintivamente. Incluso si Effina rechazaba la solicitud de Rubellus, nunca se hubiera rendido y, además, provocaría situaciones mucho más graves.

Si era así, sería mejor que Effina aceptara su solicitud y estuviera de su lado. De esa manera, podrá mediar y ajustar la situación aunque sea un poco.

Tengo que detener a mi hijo, ya que la última vez, él fue a la cita a ciegas de la señorita Wildenviston e hizo algo muy excesivo junto con un discurso demasiado impactante.    

─ Acepté su pedido para primero proteger a Ira de cerca. ¡Aunque él hizo este pedido Ira ya debe saberlo!

En ese momento se abrió la puerta de la oficina y entró una criada con una bandeja. Fue el momento que la condesa ordenó.

La Sra. Gwiden se acercó rápidamente a la criada, tomó un plato de bocadillos y se acercó a la emperatriz.

Cuando la voz de la Emperatriz se hizo más fuerte, era algo gratificante que trajera bocadillos con anticipación. La emperatriz, que vio el jugo de limón, dejó de hablar de inmediato y extendió la mano.

─ Pero Su Majestad, por favor comprenda.

Como para apaciguarla, la Sra. Gwiden continuó, entregándole el jugo.

─ Su Majestad tuvo una situación complicada que todos conocemos.

Fue entonces cuando la tez de la emperatriz Effina se oscureció rápidamente cuando escuchó la palabra "situación".

─ Eso es correcto. Lo es.

Después de un rato, la emperatriz finalmente continuó sus palabras.

─ Eso es... es nuestra culpa. Es por eso que Tail codiciaba ese lugar ... así que John se arrepintió desesperadamente. John nunca ha entrado conscientemente en el Palacio Imperial después de la ceremonia de coronación. ¿Sabes Lumia? Es su propia expiación. No puedo creer que una persona tan preciada para Jhonn tenga ese tipo de corazón oscuro….

Effina, que hablaba consigo misma, inmediatamente se llevó el dorso de la mano izquierda a la frente.

─ Realmente no lo sé. Aunque entiendo a mi hijo aún siento pena por Ira, tampoco es eso. … ¡Ay, qué debo hacer!

Effina suspiró brevemente y vació el vaso de jugo de una vez. La Sra. Gwiden solo inclinó la cabeza mientras luchaba con el sueño. No podía decir que no. Porque las palabras de la Emperatriz eran ciertas.

La noche se hace cada vez más profunda.

***

Es una bonita tarde soleada. Si esta fuera mi casa, le habría pedido a Dale que pusiera una silla en el césped y luego me hubiera echado una siesta.

La razón de no hacerlo es porque esta no es mi casa. Para ser exactos, es el palacio imperial que está en plena preparación para un banquete.

─…..

Entonces, ¿cómo puedo sentirme bien? Me quedé quieta sin expresión alguna y miré hacia la mesa donde se estaba preparando la entusiasta reunión.

Aparentemente, hace dos semanas, la Sra. Gwiden dijo que podía irme a casa si había terminado todo el procedimiento de salida, pero ¿por qué sigo en el palacio?

Al principio pensé que era porque me uní al comité de preparación, pero cuando lo pensé detenidamente, a pesar de que estaba en el comité de preparación, no había necesidad de residir en el palacio imperial.

Las damas nobles y las jóvenes señoritas sentadas aquí entraban y salían del palacio.

Así que esta mañana le dije a la emperatriz: "Ahora me iré a casa".

Porque recientemente he estado desayunando junto con ella en el palacio anexo donde está la emperatriz. Estaba comiendo huevos revueltos con una cuchara y le dije esto en pocas palabras pero de manera sutil.

Sin embargo, las palabras de la Emperatriz fue diferente a lo que yo pensaba, y dijo:

─ Bueno, no lo creo.

─ ...¿Si?

─ Dije que no, Ira.

Al principio pensé que había oído mal, pero la expresión de Su Majestad era demasiado firme.

Uh, esto es inesperado. Como si se diera cuenta de que estaba un poco asustada, la  emperatriz continuó hablando suavemente de nuevo.

─ Pero Ira, eres el enlace. Pueden suceder situaciones inesperadas, así que ¿por qué no te quedas en el Palacio Imperial y aprendes a lidiar con diferentes situaciones? De todos modos, no queda mucho hasta el banquete, por lo que sería mejor aprender más durante tu estadía en el Palacio Imperial.

Pero, ¿quién diablos creería este obvio engaño? Estaba claro en este punto. La emperatriz es lo suficientemente inteligente como para evitar que volviera a casa.

Cerré los ojos con fuerza y luego los abrí.

─ ¿Fue su majestad el emperador, verdad?

─ ....¿Qué quieres decir?

─ ¿Su Majestad le dijo que me quedara aquí?

***

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