Las preocupaciones de la Reina confinada.
CAPÍTULO 44
Solía trabajar mucho, y aún así era capaz de entender rápidamente lo que se le enseñaba y recordarlo.
A veces, si Yuna estaba cuidando a la niñera, Namia acudía allí para revisar lo que había aprendido.
Cuando Siwoo estaba cuidando de la niñera se enteró de que Namia estaba aprendiendo a leer, él se interesó, y les mostró sus libros y les contó sobre esto y aquello.
En realidad, no era un médico, sino un mago, para ser más exactos, hacía herramientas mágicas.
En la capital, trabajó bajo la dirección de un mago muy conocido, pero como el maestro tenía conocimientos de medicina, aprendió mucho al respecto observando.
Dijo que pudo volverse lo suficientemente capaz como para hacerse independiente, así que estaba de camino al imperio para aprender más.
Esto se debe a que el nivel de los herreros mágicos en el reino es mucho más bajo que los de La Empire.
Él había perdido la mayor parte de su dinero y los bienes que tenía cuando cayó al río, fue porque se perdió mientras intentaba tomar un atajo por la cordillera con la esperanza de llegar más rápidamente. Los aldeanos lo encontraron y le ayudaron a recuperar algunas cosas.
Es por eso que se quedó en el pueblo, para devolver el favor y ayudar a los enfermos, y tampoco tenía dinero suficiente para volver a su país, Siwoo solía hablar con Namia, que estaba leyendo sus libros de magia básica o de medicina básica, y como broma le decía.
— Te hablaré de la magia, así que dime cómo cavar hierbas medicinales. Voy a tener que desenterrar algunas hierbas y venderlas para ganar algo de dinero.
Namia respondió con una cara tímida.
— ¡Chi! no estoy interesada en la magia. Me interesa la medicina de primer grado. Quiero saber cómo se utilizan las hierbas que excavo.
— Probablemente también haya cosas sobre hierbas en el libro. Es simple, pero para obtener más detalles, se debe comprar un libro por separado y estudiarlo. O es mejor consultar con un médico famoso y aprender.
— Hmm… El contenido de aquí es demasiado corto. Es casi todo lo que sé.
Namia, que estaba mirando el libro, respondió, fingiendo ser buena.
Yuna, que estaba mirando desde un lado con una sonrisa, también dijo algunas palabras.
— ¿No hay una escuela de medicina en la ciudad capital?
— Oh, sí... la Real Academia de Medicina. Sí, está bien. Sin embargo, es difícil ingresar y la matrícula es cara...
Siwoo nubló sus palabras.
— Para niños como Namia, no hay posibilidad.
Yuna suspiró mientras pensaba en su interior.
Que para cuando regresara a la capital, tenía una razón más para hacerse cargo del gabinete y hacerse cargo no solo de la salud sino también de la educación.
Yuna, se comprometió a elevar el nivel de educación en este país incluso si no es tan bueno como en Corea.
Después de dejar a la niñera con Karen, quien regresó, Yuna y Namia regresaron a casa juntas.
Namia miró de reojo a Yuna, que caminaba con ella.
Amaba tanto a esta hermana mayor. No sabía de dónde venía ni qué hacía, pero era bonita y elegante, siempre tranquila e inteligente. Además, fue amable.
Namia no ha conocido a muchos aristócratas o personas ricas, pero todas esas personas con las que se había encontrado algunas veces en el pasado no eran amables.
Y a los niños como Namia, siempre les miraban como si estuvieran sucios.
Sin embargo, Yuna vestía ropa muy bonita y el carruaje en el que vino se veía tan lujoso que probablemente era muy rica, pero no solo era amable con ella, sino que siempre solía mostrar gratitud por haberles permitido quedarse en la casa.
¡¡Además, le había enseñado a leer!! La madre de Namia sabía leer.
Sin embargo, siempre estaba ocupada por su trabajo o enferma, por lo que no podía permitirse el lujo de enseñarle.
Ella dijo que le enseñaría cuando fuera más grande, pero se fue al cielo antes de poder hacerlo.
Su abuela no podía enseñarle, porque ella no sabía leer ni escribir.
Namia incluso quería inclinarse ante Yuna solo porque la dejaba leer.
Como estaba decidida a pagar su amabilidad de alguna manera, Namia tiró de ropa de Yuna.
— Hu... Hermana, ¿no necesitas dinero?
Yuna se preguntó de qué le estaba hablando, así miró a Namia con los ojos bien abiertos.
— El tío Siwoo dijo eso. Que no se puede ir de este lugar porque no tiene dinero... ¿Acaso la hermana no se va porque no tiene dinero?
Yuna se rió.
— No, um... El dinero es un problema... Pero por ahora es porque hay alguien herida.
— Ah...
Namia asintió, recordando a la niñera acostada con una lesión en la pierna.
— Entonces, cuando ella mejore, ¿te irás inmediatamente?
— Bueno… no sé qué va a pasar.
Quizás se vaya antes de esa fecha, pero desconoce lo que se avecina, así que Yuna suspiró. ¿Cómo interpretó el suspiro de Yuna? Namia volvió a agarrar la manga de Yuna.
— Yo... hermana, si necesita dinero, creo que puedo ayudarte.
— ¿De Verdad? ¿cómo?
Yuna vio a Namia con asombro, era increíble que una niña de esta montaña en la que la pasan con hambre y pobreza le pudiera proporcionar dinero a Yuna.
Namia sonrió tímidamente y continuó hablando.
— Bueno, ya sabes que las hierbas medicinales que encuentro son mejores que otras...
Eso era cierto.
Namia extrajo muchas más hierbas preciosas y mejores que la mayoría de los adultos.
— En realidad, hay un lugar que conozco. Lo encontré mientras deambulaba por las montañas, y hay muchas hierbas medicinales. Hay algunas cosas realmente valiosas. Es un lugar que solo yo conozco y no se lo dije a nadie. Aunque los aldeanos son buena gente... Es muy difícil para mí y para mi abuela... Entonces no se lo dije a nadie, y solía traer un poquito de allí...
Namia volvió un poco la cabeza y bajó un poco los ojos.
— Pero, bueno... mi hermana se irá pronto... creo que necesitará dinero, y... ella me enseñó sobre las letras.
El corazón de Yuna se entristeció.
Para esta niña, parecía que era mucho más importante aprender a leer que dar comida.
Al ver que intenta enseñarle el secreto que es su medio de vida...
Yuna no podía soportar decir que realmente no necesitaba dinero, por lo que soportó un poco de asfixia, tosió y le sonrió a Namia.
— ¿De Verdad? ¿me dirás algo como eso?
Namia cambió con una mirada ligeramente ansiosa y habló apresuradamente.
— Nunca debes decirle a otra personas. Absolutamente, solo debes saberlo tú ¿de acuerdo?
— Sí, ya veo. Pero, ¿la gente no podría sospechar si ven que de pronto he conseguido buenas hierbas medicinales?
— Bueno... Está bien. Puedes ir conmigo y decir que tuviste suerte de encontrarlo. Las personas que cavan hierbas medicinales en las montañas suele decir eso.
— ¿Qué dicen?
— Uhh… es, ya sabes ¿la suerte del principiante? la primera vez suelen encontrar algo bueno. Sucede a menudo en las montañas
Yuna sonrió.
Namia, que era inteligente e infantil al mismo tiempo, era tan linda.
***
Al día siguiente, Yuna salió a cavar hierbas medicinales con Namia como había prometido.
Habría sido regañada si la niñera supiera sobre esto, pero Yuna no pudo rechazar el favor de Namia.
Además, tenía curiosidad por saber en dónde era ese lugar en el que muchas hierbas de buen nivel crecían.
Pero la montaña no era un lugar fácil.
Yuna no tuvo más remedio que seguir adelante mientras resbalaba y caía innumerables veces.
Además, había muchas pendientes pronunciadas, por lo que tendría que sentarme y descansar en poco tiempo.
*Suspiro.*
Yuna se sentó en la piedra y tomó aliento, mirando a Namia, que se movía de arriba a abajo como una ardilla.
No mucho después de estar impaciente, Namia se acercó a Yuna y tiró de su brazo.
— Rápido, hermana, no falta mucho. Solo hay que avanzar un poco más.
Yuna, sintiéndose un poco arrepentida de haber recorrido esta difícil montaña por ningún motivo, luchó por levantarse y caminar.
Namia dijo que faltaba poco, pero para Yuna siguió siendo un camino largo y traicionero.
Siguiendo la voz de Namia, logró atravesar los árboles y las enredaderas, y de repente apareció un gran espacio cubierto de hierba.
— ¡Ah!
Yuna exclamó.
— ¿No es bonito?
Namia estaba sonriendo.
— Al principio, solo estaba tratando de encontrar un lugar hermoso y convertirlo en mi propio lugar secreto. Pero me senté y descansé, y había hierbas por todas partes. Mira, aquí hay otro, ¿verdad?
Cuando miró el lugar señalado por Namia, pudo ver una hierba con frutos rojos y pétalos largos que sobresalen.
— Es Hamir.
Namia dijo triunfalmente, pero Yuna también lo sabía.
Era una de las pocas hierbas medicinales que conocía Yuna de aquí.
Tenía excelentes efectos de desinfección y hemostasia, por lo que era una hierba necesaria para el tratamiento de diversos traumatismos, por lo que era cara.
Yuna también lo usó después de ser herida durante el festival de la cosecha.
— Eso es muy cierto.
Cuando Yuna se reclinó y miró de cerca la hierba Hamir, Namia se emocionó más y corrió de un lugar a otro, gritando los nombres de las hierbas, informó a Yuna y comenzó a cavar.
Yuna también estaba emocionada por alguna razón, persiguiendo a Namia y mirando a su alrededor.
Luego regresó y comenzó a cavar en busca del primer Hamir que había encontrado, de repente, mientras miraba hacia la roca donde estaba el Hamir, vio grandes rocas conectadas al costado y un espacio entre ellas.
A pesar de que había un espacio entre las rocas, era lo suficientemente grande como para caber un par de adultos a la vez, y el interior estaba oscuro, por lo que no podía verlo bien, pero parecía ser más profundo y más ancho.
Yuna llamó a Namia.
— Namia, ¿Qué es esto?
Namia, que estaba extrayendo hierbas medicinales, se acercó, sacudiendo la tierra de las raíces de las hierbas medicinales que acababa de recoger.
NOTAS
¡Chi! Una exclamación pronunciada cuando el hablante está enojado o insatisfecho con algo, o piensa que alguien es malo.
La hemostasia es el conjunto de mecanismos aptos para detener los procesos hemorrágicos; en otras