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16. Destino.


Es marzo, es ahora cuando las criaturas que habían caído en el sueño invernal se despiertan y nueva vida comienza a brotar.

Elisa y Richard se dirigieron al Bosque de los Árboles Divinos ubicado al suroeste.

El bosque del árbol Sinmok estaba a una semana en carruaje.

Los dos decidieron que volverían a viajar con Harness.

Y agregaron a un miembros más.

— León, es tu turno.

Elisa informó a León. León sostuvo sus dos cartas con sus pequeñas manos y miró con atención. Parecía que estaba tratando de no dejarle ver a Richard sus cartas.

En todo este tiempo, no había mucho que hacer para pasar el rato en el carruaje estrecho, así que Elisa y Richard le enseñaron a León a jugar a las cartas, lo que hizo que el niño se divirtiera jugando con ellas.

León miró la carta de 3 de corazones sobre la mesa y volvió a mirar las dos cartas que tenía en la mano.

As de picas y 3 de picas. León miró la carta de 3 de picas con una sonrisa, y luego le sonrió a Elisa.

Sus ojos pedían confirmación. Elisa sonrió y asintió.

León gritó emocionado, colocando su carta 3 de picas sobre la carta de 3 corazones.

— ¡Me queda una tarjeta!

León miró a Richard frente a él con ojos triunfantes.

Richard también tenía dos cartas, pero no importaba siempre que el patrón no cambiara.

Ahora, la victoria era para León con su As de picas.

Sin embargo, la carta que Richard jugó con expresión indiferente no era otra que el Joker.

— ¿Eh?

León se quedó fijamente mirando al Joker, luego miró a Elisa, pero no había forma de detener al Joker.

Richard le entregó 5 tarjetas a León para que las tomara.

Luego, colocó la tarjeta restante encima de las tarjetas apiladas.

— Fin.

Fue la primera derrota de León. Las lágrimas brotaron de los grandes ojos de León cuando finalmente entendió la situación, y luego se echó a llorar.

— ¡Ay!

El triste grito de León resonó dentro del carruaje.

Harness, que lo estaba mirando, se echó a llorar al mismo tiempo. Tal vez porque había simpatizado con los sentimientos de León.

— ¡Oye!

Richard, que de repente hizo llorar a los dos niños, miró a León con ojos arrepentidos.

'Antes dijo que ya no era divertido porque seguía perdiendo...'

Elisa, que abrazaba a Harness, luchó por contener la risa y le dio unas palmaditas a León.

— ¿No dijiste que no te gusta porque tu tío perdió antes?

— Uh...

— ¿Y tú no quieres que él gane?

— ¡Quiero ganar, quiero ser yo!

— ¿Quieres ganar de manera justa y recta con tus habilidades?

León asintió apasionadamente, sin saber qué significaba "justo y recto", pero creía que Elisa entendería sus sentimientos.

Elisa le dio una palmada en la cabeza a León y dijo suavemente.

— Pero, León. Es difícil porque León aún es joven.

— ¿Por qué?

— Tu tío ha estado jugando a las cartas más de cien veces antes de que llegara a ser un adulto como lo es hoy. León no lo ha hecho cien veces todavía, así que no es de extrañar que el tío sea mejor.

— Guau...

— León, si sigues practicando hasta que te conviertas en un adulto, ganarás ¿verdad?.

— ¿Y si practico cien veces?

Cuando Elisa sonrió y asintió con la cabeza, León dejó de llorar y reavivó su motivación.

— ¡Hagámoslo de nuevo, señor tío!

En el momento en que León volvió a tomar la tarjeta, el carro se detuvo de repente.

Poco después, la voz de Thompson llegó desde fuera del carruaje.

— Su Excelencia, han aparecido monstruos.

La expresión de Richard y Elisa se endureció ante la noticia.

Esta era la primera vez desde que partieron hacia el bosque del Árbol Divino.

Richard se levantó de su asiento.

— Vuelvo enseguida.

— Ten cuidado.

Elisa miró preocupada a Richard que abandonaba el carruaje.

Era de esperarse y sabía que él no saldría lastimado, pero no se sentía cómoda sabiendo lo que eso significaba.

Elisa abrazó a Harness y a León.

Pronto, los gritos de los monstruos se escucharon desde fuera del carruaje.


***



Elisa, Richard y su grupo llegaron a la villa del Marqués Beltane al atardecer.

Da la casualidad de que Olivia y Lizzie, que estaban en la villa, se enteraron de la noticia de su visita y salieron a su encuentro.

Olivia abrazó primero a Harness.

— Oh, Dios mío, Harness, has crecido tanto en tan solo unos meses. Te has vuelto muy orgulloso como un pequeño duque.

— Whoosh.

Harness balbuceó como para saludar a Olivia.

Olivia se quedó en la residencia del duque durante aproximadamente un mes después de que Elisa diera a luz, como le había prometido s Elisa antes de que diera a luz.

Era la primera vez que lo veía desde ese día.

Elisa miró con extrañeza que Harness mirara a Olivia con los ojos muy abiertos.

— Ha sido muy tímido últimamente, pero supongo que recuerda su rostro sino se ha puesto a llorar al verla.

— Oh, ¿verdad? Bebé, eres tan bonito.

— Jeje.

Olivia, que estaba saludando a Hanes, miró a los ojos a León, que estaba junto a Elisa.

Fue León el que saludó primero.

— Hola.

— Hola, cariño. ¿No eres tú el niño que estuvo con el Santo Padre?

— Oh, bueno... el tiene algunos asuntos que hacer, así que se ha quedado conmigo.

Elisa dio una excusa adecuada. Se acordó que la verdad del nacimiento de Leon se mantuviera en secreto a excepción de ella, Richard y Aiden.

Para que, en caso de que este incidente cayera en los oídos del Emperador, los demás estuvieran protegidos.

Olivia llevó a Elisa y Richard a la villa.

Como el marqués de Beltane, el tamaño de la villa era bastante grande.

— Todos deben estar cansados de haber recorrido un largo camino. Creo que va a tomar algo de tiempo el preparar la cena, así que lávense, descansen y tómense su tiempo tranquilamente.

Olivia le dio un guiño juguetón mientras remarcaba el 'tranquilamente'.

Elisa se preguntó qué significaba eso y siguió a la criada que la condujo a la habitación.

El dormitorio de la pareja estaba ubicado en el tercer piso de la villa, al fondo del pasillo.

— El baño está conectado a la habitación. Llámenme si necesitan algo más.

Después de ser guiada al frente de la habitación, la criada se alejó silenciosamente.

Cuando Elisa entró en la habitación, lo primero que quiso hacer fue purificar la energía oscura de Richard.

— Richard, comencemos con la purificación.

Richard se quitó la chaqueta y la puso sobre la mesa, como dijo Elisa.

Pero tan pronto como se colocó el abrigo sobre la mesa, se escuchó el ruido de algo golpeando.

Era el sonido de algo duro en el bolsillo de su ropa lo que golpeó la mesa.

'Creo que hay algo ahí.'

Elisa tenía dudas sobre el sonido, pero pronto puso la mirada en la parte superior del cuerpo expuesta y rápidamente se le olvidó.

Músculos pectorales fuertes y anchos y abdominales marcadas debajo de ellos.

Cada vez que miraba ese cuerpo su corazón latía de manera incontrolable.

— ¿Elisa?

Cuando Richard miró con sospecha a Elisa, que estaba congelada, Elisa finalmente recobró el sentido.

'¡Sí, no es el momento para eso!'

Elisa se acercó a la espalda de Richard. Tocando con sus manos aquella espalda, la expresión de Elisa se oscureció.

Después del incidente de León, la energía negra en Richard tiene que ser purificada cada noche.

Sin embargo, el poder de purificación solo purifica la energía negra que emana de él, como dijo Aiden, no puede purificar la raíz.

En otras palabras, incluso con la purificación, no podía reprimir su poder para volver locos a los monstruos.

Sin embargo, la purificación era lo único que podía ayudar, por lo que estaba pasando por el proceso todos los días.

— Empecemos.

Elisa cerró los ojos y se centró en su mano sobre la espalda de Richard.

Luego, usando el poder de la purificación, la energía negra que lo rodeaba fue lavada y se vio la forma original del poder que se había asentado dentro de él.

En ese momento, vio una luz tenue en medio de la energía negra.

'¿Que es eso...?'

Haciendo una evaluación más detenida, parecía más un espacio delgado que una luz.

Como si hubiera una grieta en el poder negro.

— Elisa, ¿estás bien?

Cuando Elisa permaneció quieta durante mucho tiempo, Richard, preocupado de que su poder pudiera haberla lastimado, rápidamente se giró para mirarla.

El viento rompió la concentración de Elisa, que había estado examinando el poder, y se volvió invisible.

— ¿Qué ocurre?

— Sentí como si hubiera visto una brecha en tu poder...

— ¿Una brecha?

— Eh... No sé qué es... Tendré que preguntarle a mi padre cuando regrese. O tal vez estaba equivocada...

Después de responder eso, miró la parte superior de su cuerpo desnudo y secretamente evitó su mirada y le preguntó.

— Um, ¿te gustaría lavarte primero...?

Entonces la ceja de Richard se arqueó levemente. Era era una mirada que no le gustó a Elisa por lo que podría sugerir.

— ¿Por qué?

— Oh, bueno, solo hay un baño, así que tú vas primero...

— Quiero decir, ¿importa eso?

Richard levantó a Elisa ligeramente y la besó en la frente, agregando lo que tenía por decir.

— Podemos lavarnos juntos.


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