17. Nuestro mundo
La expresión de Richard mientras miraba el colapso del palacio imperial estaba distorsionada.
'¿Esto es causado por el Marqués?'
¿Es esto lo que significaba esa última sonrisa?
Richard rechinó los dientes y se bajó del vagón.Elisa lo miró con ojos ansiosos.
— ¿Richard?
— Elisa, vuelve a la mansión ahora mismo. Yo iré al Palacio Imperial.
— Voy contigo.
Elisa se apresuró a agarrar a Richard del brazo cuando estaba a punto de volar al Palacio Imperial.
Al ver a Elisa mirándole con ojos preocupados, Richard la consoló con voz suave.
— La razón por la que irrumpí en el palacio de Pyran yo solo fue porque temía que mi poder también pudiera dañar a mis aliados. Si vas conmigo, será difícil atacar con toda mi fuerza porque estaré controlando mi poder.
— Pero...
— Regresé vivo después de ganar esa guerra con solo pensar que volvería a tu lado.
— Lo haré de nuevo, así que no te preocupes. Vuelvo enseguida.
Junto sus frente un contra otra. Era una promesa.
A pesar de sus palabras, Elisa todavía tenía una expresión de preocupación en su rostro, pero no pudo detenerlo.
— Thompson. Regresa a la residencia del duque y lleva a los caballeros al Palacio Imperial.
— Sí, señor.
Después de dar órdenes a Thompson y a los caballeros que iban acompañando como escolta, Richard voló y se dirigió hacia el Palacio Imperial.
— Señora, suba al carro. Puede ser peligroso, así que la llevaré a la casa del duque rápidamente.
Elisa, que miró con preocupación la ida de Richard, se dio la vuelta ante la insistencia de Thompson.
Cuando estaba a punto de subirme al carro notó algo.
— ¿Que es eso?
Thompson, que estaba escoltando a Elisa y se había dado la vuelta, inadvertidamente miró hacia el Palacio Imperial, entonces una expresión de sorpresa cruzó su rostro.
Elisa se sorprendió y miró hacia el palacio imperial.
Al mismo tiempo, los ojos de Elisa se abrieron en sorpresa.
— Eso es...Una enorme energía negra se desbordaba del palacio imperial.
Elisa ya había visto una energía como esa.
No, la conocía muy bien.
'Es el poder negro que tenía Richard...'
Sin embargo, debido al tiempo, era imposible que Richard ya hubiera llegado al palacio imperial.
Eso significaba que alguien más estaba usando esa fuerza peligrosa.
Y la única persona que podía luchar contra ese poder era ella, que tenía el poder divino.
Elisa instruyó urgentemente a Thompson y a los caballeros.
— Vamos, vamos al palacio imperial.
***
El Palacio Imperial justo antes de la explosión.
Poco después del juicio, Raymore fue llevado a la mazmorra del Palacio Imperial.
Christian también estaba allí. Los caballeros que transportaron a Raymore y Christian llegaron a la entrada del calabozo.Los pasos de Christian se detuvieron allí.
Significaba que no iría a las mazmorras.
Entonces, cuando los caballeros estaban a punto de llevar a Raymore a su celda, habló.
— ¿Por qué hiciste eso?
Esa era la primera vez que Christian hablaba en todo el camino hacía acá.
— Podrías haber resuelto la relación con mi padre.
En los ojos de Christian mirando a Raymore, el resentimiento, el odio y el deseo de negar coexistían.
Raymore se echó a reír después de leer las emociones de Christian.
— Tenía ideales tan grandes, pero su Majestad el Emperador no los pudo comprender.
— ¿Eso es todo...?
¡Boom!
En el momento en que Christian respondió, se escuchó un sonido de explosión proveniente de un lugar cercano.
Los caballeros y Christian miraron a su alrededor con desconcierto en los ojos y vieron a Raymore.
Raymore sonrió con satisfacción mientras sacaba algo de su bolsillo.
— Y es hora de lograr más que solo eso.En su mano, había la mitad de un alma brillando con una luz negra y lúgubre.
***
Leon, que estaba esperando a Richard y Elisa para el almuerzo, se durmió con su libro de cuentos de hadas favorito en los brazos.
'Mañana te leeré el resto cuando vuelva del palacio imperial.'
Era porque Richard le prometió leerle el libro de cuentos de hadas cuando regresara del Palacio Imperial.
El capítulo que estarían leyendo hoy era sobre el protagonista Parr derrotando al villano con sus amigos.
Era la escena favorita de Leon. Fue en ese momento en el que se durmió, soñando en que se convertía en el personaje principal 'Parr' y derrotaba al villano con sus amigos.¡Boom! León, que había estado profundamente dormido, abrió los ojos al oír un rugido distante.
Harness, que escuchó el sonido, también se despertó y rompió a llorar.
— ¡Oh Dios mío!
— ¿Qué es ese sonido?Anne, que estaba cuidando de León, escuchó el sonido y se sorprendió, le preguntó a la criada que estaba a su lado.
La criada, que estaba mirando por la ventana después de escuchar la conmoción, dijo con voz sobresaltada.
— Es el Palacio Imperial... ¡Creo que se está derrumbando!
— ¿Qué?
Anne y las sirvientas se acercaron a la ventana después de escuchar a la sirvienta. De hecho, el Palacio Imperial se estaba cayendo a pedazos. Al ver la escena, los rostros de Anne y las doncellas se pusieron pálidos.
— ¡Oh no! Su excelencia y la señora no han regresado del palacio imperial...
— Espero que los caballeros tengan una solución.
— Iré y preguntaré.Una sirvienta que estaba caminando salió de la habitación para comprobar la situación.
Otro sonido de explosión retumbó. Aunque la distancia era bastante larga, el sonido se escuchó claramente.
El fuerte sonido de la explosión provocó ansiedad en los corazones de todos los que escuchaban.
Harness, a pesar que era el más pequeño y joven, tuvo la reacción más fuerte y desesperada.
— ¡Puaj!— Oh, joven maestro. Te sorprendiste mucho porque te despertó, ¿verdad?La niñera intentó calmar a Harness que lloraba.
Leon le preguntó a Anne cuidadosamente con ojos preocupados.
— ¿Qué hay de la hermana y el tío?
— La señora y su excelencia estarán bien. Ellos son personas fuertes. No te preocupes demasiado.
Leon notó que la mano de Anne temblaba levemente mientras intentaba tranquilizarlo, pero fingió no notarlo. Sintió que tenía que hacerlo.
Después de un tiempo, la criada que fue a averiguar lo que había sucedido, regresó.
— Los caballeros se están reuniendo para ir al Palacio Imperial, supongo que están a punto de irse...
Al enterarse de la noticia, las sirvientas suspiraron de alivio.
Pronto, como dijo la doncella, un gran número de caballeros de Rubelin se dirigió al palacio imperial.
Las criadas esperaron a que Elisa y Richard regresaran sanos y salvos.Después de un rato, cuando dejaron de escuchar explosiones, Anne, aliviada, preguntó a Leon.
— ¿Joven maestro, no tiene hambre? Creo que los señores llegarán un poco tarde. ¿Le debo traer algo de pan para comer?
Leon negó con la cabeza.
— No, voy a comer cuando regresen.No tenía hambre y quería comer con Elisa.
— ¿Que es eso?
Se escuchó la voz de la criada, que había estado observando la situación fuera de la ventana todo el tiempo.
— ¿Por qué? ¿Qué hay ahí?
Mientras la otra criada se acercaba preguntando, la criada, que estaba mirando por la ventana, señaló el cielo.
— Una gran banda de pájaros pasó volando y cubriendo el cielo.
— Oye. No creo que sea una bandada de pájaros...
Mientras las sirvientas lo observaban, lo que parecía ser una 'bandada de pájaros' se acercaba cada vez más.
Finalmente, las criadas se percataron de lo que realmente era 'la bandada de pájaros', sus rostros contrajeron con consternación.
— Oh, Dios. Son monstruos.
Los caballeros de Rubelin, que permanecieron en la mansión, también notaron la presencia de monstruos acercándose a la aldea, y el interior de la mansión se volvió ruidoso.
Poco después, una mezcla de gritos de gente y gritos de monstruos llegó desde la plaza lejana.
El sonido se fue acercando gradualmente. A medida que el sonido se acercaba, las criadas entraron en pánico.
En ese momento, Argyle entró apresuradamente.
— Los pisos superiores son peligrosos porque vienen muchos monstruos voladores. Bajen a la bodega subterránea con los jóvenes maestros.
Las criadas se dirigieron al sótano con Harness y Leon de acuerdo con las instrucciones de Argyle.
Argyle, quien dio las instrucciones, sacó una espada y se dirigió a la puerta principal de la residencia del duque.
Thompson le dijo un día: "Para que un hombre se vea guapo, debe poder blandir una espada".
Esa era la espada que le dio.
El niño que se había dedicado a estudiar toda su vida no era muy talentoso en el manejo de la espada, pero ahora no era el momento para pensar en eso.
Muchas de las tropas de Rubelin se habían ido al palacio imperial, y los monstruos están frente a las puertas de la residencia del Duque.
— ¡Ugh!
Quízas Harness notó instintivamente la situación de crisis y una vez más comenzó a llorar.
León miró inexpresivamente a los caballeros que subieron a los pisos superiores de la mansión para luchar contra la invasión de monstruos, y a los hombres que se reunieron en la puerta principal de la mansión con sus armas.
Todos luchaban desesperadamente contra un montón de monstruos.Para proteger a sus seres queridos. Para proteger a los débiles. Para protegerse a ellos.
Mientras León miraba la escena, las palabras que Elisa dijo una vez le vinieron a la mente.
'León es un príncipe, así que si alguien más se entera de que es un príncipe, tiene que ir al palacio imperial. Si vas allí, estudiarás muchas cosas que quizás no quieres hacer y no podrás jugar libremente. Tampoco podrás verte con esta hermana tanto como quieras.'
— Ugh...'
Aún así, pueden haber ocasiones en las que creas que debes usar tu poder. Como cuando quieres proteger a alguien tan valioso como lo hiciste ayer.'
— ...
'Si es así, entonces no lo dudes.'
El día de hoy también habían personas a las que León quería proteger.
Al pequeño y débil Harness, a Anne, y a todos aquellos que lo tratan con amabilidad en esta mansión.
Leon, que miró a Argyle y los sirvientes que salían por la puerta principal de la casa del duque, se escapó de las sirvientas que se dirigían al sótano y corrió hacia la puerta principal de la mansión.
Anne, que se vio arrastrada por la situación caótica y vio a Leon un poco tarde, gritó.
— ¡Joven maestro!
Cuando Leon salió por la puerta principal de la mansión, vio a los caballeros luchando contra Monstruos.
Leon miró a los monstruos con una expresión tensa y le gritó a Argyle, que estaba parado frente a él.
— ¡Señor, salga de mi camino!
Argyle, que estaba a punto de unirse a la defensa de los caballeros, se sorprendió por la voz que escuchó desde atrás. En ese momento un fuerte fuego ardió alrededor de la mansión del Duque y atacó a los monstruos.
— ¡Oh Dios mío!
En la repentina propagación del fuego, los monstruos y los caballeros observaron la escena con ojos asombrados.
Las llamas que se extendieron a gran velocidad pronto rodearon la mansión.Protegiendo la mansión del Duque y las personas en ella.
'Esto... ¿Qué es esto?'
Mirando con desconcierto la increíble vista, Argyle de repente notó la pequeña pero poderosa presencia a su lado.
Allí estaba León. Sus ojos brillaban con la determinación de las llamas.
Argyle miró a Leon con asombro.
'De ninguna manera...'
El fuerte impulso del maná que emana del pequeño cuerpo del niño demostró que él era el dueño de este fuego.
Argyle se rió entre dientes.
'No, señora. ¿A quién diablos ha estado escondiendo...?'
Argyle se arrodilló y se inclinó ante Leon a modo de cortesía.
— Me inclino ante usted... su Alteza Imperial.
Sin embargo, Leon solo miró a Argyle con confusión.
— ¡Pero señor qué está haciendo... ataque a los monstruos!
Como dijo Leon, Argyle se acercó a los monstruos que cruzaron las llamas.
Ese día, un fuego que protege a la gente, no la llama que quema la vida, ardió en la mansión del Duque.