EXTRA 1. Cómo curar las cicatrices.
Los dos subieron al dormitorio donde dormía Harness.
Elisa estaba preocupada de que Harness se hubiera despertado hace un rato, pero afortunadamente, Harness todavía estaba dormido.
Las expresión de Elisa, al ver a los dos, a Harness y Richard, se relajó, pero Richard no apartó su mirada preocupada de Elisa.
— Elisa. ¿Qué está pasando?
— ¿Eh?
— Estabas temblando hace un rato. ¿Qué pasó?
Ante la pregunta directa, Elisa se sobresaltó por un momento, y respondió con una sonrisa incómoda.
— Oh... Me quedé dormida mientras ponía a Harness a dormir, y mi sueño fue un poco desordenado.
— Fue solo un sueño, me da vergüenza el no poder distinguir entre lo real y el sueño. Ya no soy una niña.
Elisa intentó fingir estar bien, pero Richard aún dudaba.
— Elisa.
Richard estaba a punto de preguntar de nuevo cuando...
— Mamá...
Harness, que había estado durmiendo, se despertó y miró a Elisa.
Ante la voz del niño, la atención de Elisa y Richard, se dirigió al pequeño.
Elisa lo abrazó y palmeó a Harness para hacerlo dormir.
— Te has despertado por culpa de tu mamá y tu papá. Lo siento, Harness.
— ¿Apa?
Harness, que comenzó a mirar a su alrededor después de escuchar la palabra "papá", encontró a Richard y luchó con sus manos.
— Papá, ¿lo quieres?
— Si, claro. ¿Has dormido bien, Harness?
Richard tomó a Harness de Elisa y lo abrazó.
Harness seguía balbuceando cosas que no podían entender pero parecía estar muy contento de ver a su padre.
Elisa vio a las dos personas en su reencuentro con una mirada apacible.
— Jueguen y luego lavense. Mientras tanto, iré a trabajar un poco. Apenas y trabajé para cuidar de mi hijo.
Luego besó a Harness ya Richard, uno seguido del otro, y salió de la habitación.
Richard sintió que Elisa estaba intentando ocultarle algo, pero Elisa ya había salido de la habitación.
Después de la cena, Elisa y Richard jugaron con Harness y, después de bañarse, regresaron al dormitorio.
Richard, que había llegado primero a la habitación, estaba revisando el papeleo del que se encargaría mañana.
Con su apariencia hermosa y su cuerpo firme mirando los documentos, daba una expresión más elegante que de costumbre.
'Mi esposo es guapo incluso cuando mira los documentos'.
Elisa se acercó a Richard sentado en el sofá y le preguntó.
— ¿Tienes muchos documentos que revisar?
— No muchos, pero tienen que ser entregados mañana.
Normalmente, no habría ningún problema en encargarse de ellos mañana, pero mañana, se suponía que iría a cazar con los nobles.
Richard besó a Elisa en la mejilla y dijo.
— Por favor, espera un poco.
Era un soborno para que le esperara.Elisa se sentó al lado de Richard, se acercó y comenzó a juguetear con su mano.
Sus manos estaban duras por el trabajo pero cálidas como siempre.
'Richard está aquí y está vivo, así que ¿por qué no me puedo olvidar de ese recuerdo?'
En el momento en que Elisa pensó eso, y miró a Richard, la mano que Elisa sostenía se movió y sostuvo la de ella.
Al mismo tiempo, el rostro de Richard se acercó de repente al suyo.
Sorprendida por él, los ojos de Elisa se abrieron en asombro.
Richard, que miraba a Elisa a un aliento de distancia, preguntó:
— ¿Me estás seduciendo?
— No te estoy seduciendo...
— Si me ves así mientras me tocas, ¿acaso no me estás seduciendo?
Richard dijo mientras acariciaba la mano de Elisa.
Las manos de Elisa se estremecieron con el toque. Solo le estaba tocando el dorso de su mano, pero el calor y el toque en su piel se sentía tan seductor.
'Se siente raro...'
Se sentía diferente a cuando ella lo tocó.
Los labios de Richard tocaron suavemente los labios de Elisa, que estaban endurecidos por el contacto vertiginoso.
Luego, deteniéndose a una pequeña distancia, la miró con los ojos abiertos.
Estaba pidiendo su permiso.
Elisa cerró los ojos en lugar de responder. Cuando siente su calor, cuando el aliento de ambos se enreda, el que esté a su lado vivo.Le hace sentir más real que nunca.
Ahora mismo, necesitaba su calor. Pronto sus suaves labios se superpusieron a los labios de Elisa.
Respiraciones profundas entrelazadas a través de los espacios en los labios que se besaban.Junto con la respiración, los brazos de Richard también enredaron en la cintura de Elisa.
Para que no pudiera escapar de él.
— Sí...
Cuando Elisa, que se estaba ahogando, empujó el pecho de Richard, él retrocedió.
Ante eso, Elisa se sorprendió y miró a Richard.
Richard besó suavemente los labios de Elisa y preguntó, alejándose.
— ¿Realmente nada malo pasó?
Elisa, que lo miraba con la respiración entrecortada y ojos aturdidos, notó el significado de la palabra un segundo tarde y se estremeció, pero rápidamente respondió ocultando sus emociones y fingiendo que no pasó nada.
— Solo estaba soñando.
— Harness me dijo que su mamá lloró.Elisa se echó a reír ante la voz seria pero el comentario absurdo.
— Miente. ¿Cómo puede Harness decir eso? Y no lloré.
Realmente no lloró, así que tenía confianza esta vez. Sin embargo, Richard todavía miraba a Elisa con preocupación.
Parecía que intentaba leer sus emociones. Elisa se apresuró a cambiar de tema para evitar su insistencia.
— Richard, hablando de Harness...
Elisa colocó su mano sobre el pecho de Richard.
De este modo, podía sentir bajo la camisa delgada y sus músculos, el corazón latiendo con fuerza dentro de él.
Richard frunció el ceño y esperó las siguientes palabras de Elisa, mientras le tocaba de manera sutil.
— ¿No podemos tener un segundo hijo?Ante eso, la frente de Richard se arrugó ligeramente.
Había estado tomando anticonceptivos masculinos desde que Elisa dio a luz a Harness.
Por lo tanto, el segundo, dependía completamente de si era sus voluntad.
Así que Elisa tenía que decirle.
— En estos días, Harness ha estado jugando mucho con sus peluches a los bebés. Supongo que quiero tener un hermano menor.
Elisa expresó su opinión, dando como evidencia que Harness también quería un hermano menor.
Sin embargo, Richard, quien siempre respetó y priorizó la voluntad de Elisa, permaneció inamovible sobre la opinión del segundo hijo.
— Todavía no han pasado 3 años.
Richard, al decir eso, volvió a besar a Elisa.
Al parecer no recibiría más respuesta que un beso.
Poco después, las correas de la túnica de Elisa atadas a su cintura, que habían estado flojas, se desataron por completo.
***
— Esto es...
Elisa, en el sueño, estaba en las ruinas del palacio imperial.
Era igual que hace un año. Elisa, por supuesto, sabía todo lo que había sucedido aquí.
En ese momento, cuando estaba confundida, sintió una presencia a su espalda.
Mirando hacia atrás, se encontró con un rostro familiar. No, era un extraño con un rostro familiar.
'Richard...'
Era Richard, que había sido corrompido por el poder del caos. Tal y como lo hizo en ese entonces, tomó a Elisa por el cuello.
'No. No hagas eso...'
Elisa forcejeó, pero fue inútil.Cada que ponía fuerza en su agarre, Elisa se ahogaba y lloraba más, no era la muerte lo que le daba miedo.
Elisa no le temía a su propia muerte, sino al final que estaba por suceder.
'Esta vez, ¿podré salvarte?'
Elisa trató de someter a Richard y arrancarle la mitad del alma, pero el poder del caos era demasiado abrumador.
Finalmente, Elisa no pudo someterlo y Richard hizo la misma elección una vez más.
'No... imposible... Richard...'
Elisa, que estaba negando la realidad mientras miraba colapsar a Richard, de pronto se despertó.
Él había estado frente a ella. Al final, no pudo protegerle y él se sacrificó.
El hombre que amaba más que a su vida.
— Ri... Richard...
Elisa jadeó de dolor al sentir su corazón palpitante y tocó el lado izquierdo del pecho de Richard. Afortunadamente, no había ninguna herida. Richard, que sintió los movimientos de Elisa, abrió los ojos.
— ¿Elisa?
Cuando sus miradas se encontraron, Elisa estalló en lágrimas.
Confundido por sus repentinas lágrimas, Richard preguntó con urgencia.
— ¿Qué sucede? ¿Qué pasa?
— Yo... yo sueño que mueres.
— Con solo ver las flores de cerezo recuerdo cuando moriste...
Elisa se echó a llorar y habló en susurros inentendibles por su voz ahogada.
— Estás aquí, y ahora estás a mi lado...
— ¿Pero por qué no puedo olvidar eso...? ¿Por qué hago esto?
— Extraño. Soy tan rara...
Elisa se agarró el pecho izquierdo, que le dolía como si fuera un crímen.
Richard miró fijamente a Elisa.
No había notado que Elisa estaba viviendo con la carga de esos recuerdos.
Como estaba vivo, y todo se había resuelto bien, pensó que se habría olvidado.
'Tan patético...'
Richard frunció los labios.Había sido tan tonto y patético al no darse cuenta de esto.
Richard, que miraba a Elisa con una expresión dolorosamente distorsionada, abrazó a Elisa que aún sollozaba.
— No eres rara, Elisa.
Acarició la espalda de Elisa, que seguía llorando dolorosamente, y susurró.
— Ha sido mi culpa. Te lastimé con mi egoísmo.
El sonido del doloroso llanto de Elisa, lo hacía sentir como si corazón se partiera en mil pedazos.
Cuando escuchó el doloroso llanto de Elisa. Su elección, que pensó era la correcta para ella, fue impulsada por su egoísmo. Al mismo tiempo, pensó que era afortunado.
Porque podía estar al lado de Elisa ahora, abrazándola.Ni siquiera podía imaginar lo doloroso que hubiera sido si la pesadilla nunca se rompía sin importar las veces que se despertara.
Richard susurró mientras besaba la frente de Elisa, reprimiendo las emociones que se arremolinaban en su garganta.
— Lo siento, Elisa. Es mi culpa.
Elisa, que había estado llorando dolorosamente en sus brazos, estaba exhausta y se quedó dormida después de mucho tiempo. Richard acarició la espalda empapada de sudor de Elisa, tiró de la manta y cubrió su cuerpo por completo.
Era para evitar que se resfriara porque la temperatura de su cuerpo bajó. Richard sostuvo a Elisa dormida en sus brazos y pensó con una expresión firme en su rostro.
'No puedo dejar que Elisa sufra por este recuerdo el resto de su vida.'
Aunque no es posible borrar por completo las cicatrices profundamente grabadas, debe haber una manera de aligerarlas.
Después de pensar por un momento, a Richard se le ocurrió una solución.