Como ocultar al hijo del emperador
El abuelo materno explicó en un tono conciso.
Hubo una pequeña batalla en la frontera ese año.
No fue una gran batalla. Los inmigrantes en la frontera solo estuvieron brevemente en crisis.
Sin embargo, la batalla, que se suponía que terminaría fácilmente, se retrasó en tiempo, causando daños menores, en contra de lo esperado.
Esto ocurrió porque el comandante en jefe Ecklen tergiversó las órdenes durante la batalla, y las órdenes entre las unidades se retorcieron.
Fue un simple error, pero la reprimenda era inevitable.
Ecklen se quejó de la opresión, pero no había manera de probar sus palabras.
Marqués consideró que fue un simple error y lo terminó expulsando de su puesto como castigo.
Ecklen fue expulsado deshonrosamente a la frontera.
— Eso fue lo que pasó.
Sin embargo, resultó que no fue su error.
— Luego de un par de años de investigaciones resultó que no había sido su culpa.
El abuelo materno frunció el ceño en este momento.
'Es una lástima.'
El puesto de comandante adjunto no era algo que cualquiera pudiera obtener. Aunque era un puesto más como el de secretario, los nuevos caballeros querían ser los lugartenientes de la alto status.
Eso se debía a que podían ganar experiencia al lado de su superior y obtener fuertes conexiones personales.
Un hombre joven que acumuló malos antecedentes fue expulsado injustamente del buen puesto que había obtenido.
Para el joven Ecklen, en ese momento la vida se había desmoronado.
Astella escuchó la historia de su abuelo y le preguntó:
— ¿Descubriste quién lo hizo?
— No pude revelarlo.
— Tal vez ... ¿estaba relacionado con mi padre?
Simplemente se sentía como algo que su padre podía hacer.
Era un papel adecuado para alguien como su padre.
Un villano de alto perfil que culpa a su rival por ser idiota.
Pero el abuelo negó los pensamientos de Astella.
— No. Tu padre no estaba interesado en tu madre en ese momento.
— ¿Es así?
Creía que realmente sería algo que su padre podría hacer.
Era bastante extraño escuchar a su abuelo decir que no, el buelo suspiró.
— Me disculpé directamente con él e intenté recompensarlo, pero él dijo que no lo necesitaba.
¿Por qué no lo tomó? ¿Su resentimiento era muy grande?
Deberías haber sido recompensado.
Para Ecklen, también era extraño culpar al Marqués, pero sentía que habían malgastado dos años de su vida injustamente.
No era su culpa, pero había estado molesto porque le echaron las desgracias encima.
Aún así, el Marqués, le dio al joven teniente la oportunidad de exponer su caso, y también hizo una investigación, para que pudiera decir qué fue lo que realmente ocurrió.
Después de dos años, continuó investigando y finalmente reveló la verdad del incidente.
¿Por qué lo culpa tanto?
Astella, que sentía tanta duda, encontró la respuesta momentos después.
Luego de obtener esa respuesta pudo entender la situación.
Por qué Ecklen, quien fue expulsado injustamente, se negó a recibir la recompensa. A pesar de que su abuelo materno, quien era el comandante en ese momento, hizo todo lo posible para revelar la inocencia de su comandante adjunto, ¿por qué todavía se siente incómodo?
— Tu madre se casó mientras él estaba fuera".
El abuelo materno dio un largo suspiro.
— No sabía que estaban tan cerca. Estaban más cerca de lo que pensaba.
Eran demasiado diferentes en poder, incluso si lo que tuvieran era una relación similar a la de amantes, no podrían haber estado juntos.
— Pero aceptó la propuesta de mi padre.
Piensa que si realmente hubieran estado en una relación lo suficientemente profunda como para prometerse un futuro juntos, no lo hubieran roto.
Quizás a su madre le había gustado más el Duque, y no Ecklen que estaba lejos.
Por supuesto, le parecía un poco sorprendente que a su madre le hubiera gustado tanto su padre.
Pero a los ojos de su madre, puede que él se haya visto tan genial...
Um...
Le era algo difícil de creer, pero Astella no podía estar segura porque no sabía cómo era su madre.
— Sí. No me caía muy bien tu padre, pero ella insistió en casarse.
Astella entendió los sentimientos de su abuelo.
Como su abuelo, parecía que todavía sentía pena por ellos, porque sentía que los había terminado rompiendo en millones de piezas.
— No creo que el Conde Ecklen se arrepienta de nada. ¿No sería mejor para ti aclarar el pasado?
El abuelo materno no respondió.
Astelle recordó al conde Ecklen, a quien había visto varias veces antes.
Fue muy amable y cortés con Astella.
Lo hizo porque le gustaba su madre.
Antes de eso, pensó que podría construir amistades sin mucho significado.
Después de escuchar esto, la propio Astella escribió una nota mental que decía: "No sé cómo tratarlo".
¿Su padre sabía sobre la relación de él con su madre?
Cuando escuchó el nombre del conde Ecklen, le pareció un poco sensible.
Estaba pensando eso, y el abuelo llamó a Astella mirando hacia un lado.
— Está lloviendo.
Cuando miró hacia atrás, las gotas de lluvia se adhirieron gradualmente a las ventanas.
Astella miró la hora y se levantó de su asiento.
Kaizen y Theor estarían esperando en el dormitorio. Pensó que eso estarían haciendo.
— Es demasiado tarde. Tengo que volver a la habitación.
Astella terminó su conversación con su abuelo materno y regresó a su habitación.
Mientras pasaba por el corredor, la lluvia que había estado cayendo por la ventana de repente comenzó a caer más fuerte.
Ahora una lluvia torrencial empapaba el jardín.
— De repente, la lluvia...
Vio a los criados corriendo hacia el macizo de flores a través de la lluvia osca.
Los criados comenzaron a cubrir el jardín con lona gigante para proteger las plantas del jardín.
Algunas personas usaban paraguas, pero la fuerte lluvia y el viento los rompieron.
— ¿Qué tipo de problema es este?
Para el año que viene, les pedirá que no planten flores tan débiles contra la lluvia.
Con eso en mente, entró en la habitación, pero a pesar de que el lugar estaba iluminado, no había nadie.
— ¿Su Majestad? ¿Theor?
Pensó que estarían jugando aquí. Pero ambos estaban desaparecidos.
Una criada encontró a Astella y se le acercó.
Estaba sosteniendo toallas y pijamas para ordenar la habitación.
— ¿Su Majestad la Emperatriz?
— ¿Dónde están el príncipe y el Emperador?
— Su Majestad salió al jardín junto con el Príncipe.
— ¿Están en el jardín?
Estaba lloviendo.
Las ventanas que daban al jardín hacían ruido porque la lluvia seguían llegando con fuerte viento.
— Astella.
La voz familiar la sorprendió, Kaizen estaba por entrar al dormitorio.
Kaizen abrió la puerta de cristal que daba al jardín con las manos mojadas y entró.
Theor estaba en sus brazos.
Ambos estaban totalmente empapados por la lluvia, seguramente por estar en el jardín.
Cada vez que daba un paso el agua goteaba de su cuerpo dejando pequeños charcos.
Theor murmuró, limpiándose la cara con las manos mientras el agua le fluía.
— Hola… hace frío.
Kaizen dejó a Theor cautelosamente en el suelo para que no resbalara.
Astella limpió el cabello de Theor con una toalla traída por su doncella.
— Tendré que lavarlo con agua tibia.
Cuando Astella le hizo una seña, la criada bajó la cabeza y corrió hacia el baño.
En un instante, el agua tibia estaba lista.
Por orden de Kaizen, las criadas primero llenaron el baño de Theor con agua caliente.
Astella llevó a Theor directamente al baño y les indicó cómo deberían lavarlo, luego regresó a la habitación.
Kaizen simplemente se secó con una toalla en la habitación.
— Tratamos de salir a jugar por un momento y de repente comenzó a llover.
Kaizen estaba vestido con ropa ligera de interior y un abrigo negro con plata. Cuando se quitó el abrigo totalmente empapado, Astella vio su camisa blanca húmeda.
La camisa delgada se aferraba a la parte superior del cuerpo, revelando su contextura fuerte.
Astella evitó sin darse cuenta evitó mirarlo a los ojos. Fingió escribir al lado de la ventana para mirarlo, pero una voz baja la atrapó.
***
— ¿Tienes algún problema?
— ¿Qué?
— Luces algo decaída.
Cuando se giró para mirarlo mejor se encontró con el par par de ojos rojos mirándola.
Tenían un aspecto ligeramente feroz mientras miraban a Astella.
Los ojos que la miraban desde el frente eran de color rojo brillante.
Su cabello era de un negro intenso, como el cielo nocturno, su nariz afilada y de líneas rectas.
El agua fría de la lluvia se deslizaba por las líneas de su mandíbula hacia su pecho firme.
Astella pensó que realmente lucía genial.
Guardando sus pensamientos inútiles, Astella habló con calma.
— No. Mi abuelo me acaba de hablar sobre mi madre.
— ¿Qué le pasó a tu madre?
— No es nada...
Astella estaba sin palabras.
Estaba un poco molesta después de escuchar sobre el pasado de su madre.
También pensó en su relación con el conde Ecklen.
Kaizen habló en voz baja y le preguntó qué era aquello que la ponía tan mal.
— Si hay algo que te preocupa, puedes decirme. Quiero ayudarte, no solo se trata de comprarte joyas o un palacio.
— ...
Fueron palabras cortas, pero en ellas sintió una fuerte sensación de ansiedad.
Si necesita a alguien en quien confiar, debe confiar en Dios.
— Gracias por decirlo, Su Majestad.
Astella hizo un momento de silencio.
— Pero estoy bien. Te avisaré si necesito un favor.
Kaizen miró en silencio a Astella.
Astella fingió no ver las dolorosas emociones en sus ojos rojos.
Era vergonzoso trazar una línea de esta manera cada vez, pero Kaizen con su actitud lograba atravesar cada vez la línea, eso era algo que la abrumaba.
¿Acaso Kaizen ya había olvidado que estaban en una relación contractual?
"Ha pasado un tiempo desde que me casé…"
Afortunadamente, este incómodo momento terminó rápidamente.
El criado llegó corriendo a un ritmo acelerado y llamó a la puerta.
— Su Majestad, el agua caliente está lista.
Kaizen se giró sin respuesta y se metió en el baño.
Había muchos problemas en esto y aquello, pero Astella no tuvo tiempo de reflexionar sobre el asunto del conde Ecklen.
Tres días después, el hermano Fritz llegó al Palacio Imperial.
Traducido por: Miss M
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