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Astella dudó cuando escuchó las palabras de la criada.

─ ¿Quién está aquí?

La criada inclinó la cabeza cortésmente y repitió su respuesta anterior.

─ El duque de Reston está aquí. Pidió urgentemente una audiencia son Su Majestad, la Emperatriz.

Fue tan inesperado y a la vez vergonzoso.

─ ¿Dónde está ahora?

─ Está esperando en el salón.

Astella miró a través de la ventana en el pasillo.

Un amanecer azulado brillaba por la ventana. Era muy temprano por la mañana.

Muchos de los sirvientes de la Casa Imperial todavía estaban durmiendo en este momento.

¿Por qué vino su padre tan temprano al amanecer?

No debe haber venido aquí por Theor, aunque es probable que su padre ya hubiera escuchado que Theor estaba enfermo.

Seguro su padre había reclutado a alguno de los sirvientes y estaba escuchando en detalle lo que sucedía dentro del palacio.

Pero Theor solo estaba resfriado. A su padre no le habría importado el venir, tan pronto como escuchó la noticia, sino era una gran enfermedad.

'Bueno...'

Un pequeño pensamiento siniestro la golpeó.

¿Se habrá enterado de lo que Fritz estaba haciendo?

Lo que Astella le pidió a Fritz que hiciera fue el averiguar qué había escondido su padre.

Fritz había regresado después de completar sus deberes tal y como Astella le ordenó.

─ Está bien. Me iré a reunir con él ahora, por favor prepara un poco de té.

Envió a la criada de regreso y se dirigió al salón.

Amanecía por la ventana, pero dentro de la mansión todavía estaba oscuro.

El salón estaba siendo iluminado por un candelabro como si fuera la medianoche.

Vio a su padre sentado en una silla bajo las luces del candelabro pensando.

Aunque era temprano por la mañana, su padre, el duque de Reston, ya estaba bien vestido con sus refinadas túnicas.

─ Padre, ¿qué te trajo aquí tan temprano?

Los ojos verdes claros que la miraban parecían un poco perturbados.

─ ¿Dónde está el Emperador?

─ Está con Theor.

Astella se sentó tranquilamente respondiendo a las preguntas del Duque.

El duque de Reston preguntó como si recordara solo entonces.

─ Oh, sí. Mi príncipe dijo que estaba enfermo. ¿Cómo está el niño?

─ Tuvo fiebre toda la noche pero ya le ha bajado. Gracias por su preocupación.

Astella dijo sarcásticamente, pero al Duque poco le importó.

─ Me dijeron que no era una enfermedad grave. Los niños pequeños a menudo están enfermos.

El duque de Reston miró la puerta por donde había entrado Astella.

Él comenzó a hablar después de confirmar que la puerta estaba cerrada.

─ Hace algún tiempo, alguien investigó en secreto mi patrimonio.

Astella trató de actuar no muy sorprendida.

Sabía que era urgente, pero no se imaginó que su padre se dieran cuenta rápidamente lo que estaba sucediendo.

─ Fritz fue a investigar el territorio.

─ No me digas que Fritz lo hizo.

El duque de Reston habló como si estuviera frustrado.

─ Mientras Fritz limpiaba los territorios, alguien hizo una investigación de mis antecedentes.

─ ¿Es eso cierto?

Astella actuó sorprendida mientras observaba la cara ansiosa de su padre.

¿Acaso estaba pensando en hablarle a ella de estas cosas?

Eso era algo que su padre haría.

Puede que sospechara que ella tenía algo que ver y por eso ahora había venido a ver su reacción.

Astella actuó sorprendida y un poco temerosa, preguntando con la mayor naturalidad posible.

─ ¿Entonces quien hizo eso?"

─ No lo sé.

─ ¿Qué había ahí?─ Astella preguntó, pero el Duque permaneció en silencio por un momento.

─ No tienes que saberlo. No es la gran cosa, Dios.

─ Si no es nada preocupante, entonces ¿por qué viniste a verme tan temprano?

─ ¿Acaso no es hora de que estés despierta de todos modos?

─ No pude dormir, cuidé de Theor la noche porque estaba enfermo.

─ Debiste dejar que las mucamas se encargaran, solo era un resfriado...

En ese momento, Astella casi le gritó a su padre furiosa.

Estaba cansada, sensible porque no había podido dormir, y ahora tenía que escuchar estas palabras que solamente la irritaba.

Afortunadamente, la criada trajo las tazas de té con un tintineo.

Astella abandonó cualquier intento de tener una conversación y bebió té.

─ Me sorprendí cuando el Emperador dijo que estaba enviando a Fritz al oeste".

El duque de Reston comenzó a hablar de nuevo, mirando a Astella.

─ Esto es agradable y a la vez misterioso. No puedo creer que el Emperador nos está regalando poder solamente porque está interesado en ti. El mismo Emperador que ha hecho un gran trabajo a lo largo de los años expulsando a familias como la nuestra.

─ Espera... ¿estás diciendo que el Emperador hizo la investigación?

Astella se dio cuenta de por qué su padre vino hasta aquí tan temprano.

Su padre parecía pensar que era el Emperador quien había estado investigando la corrupción en la familia del Duque mientras pretendía enviar a Fritz al oeste.

Es por eso que se apresuró al Palacio Imperial a primeras horas del día, solo para poder discutir con Astella.

Estaba preocupado de que el Emperador todavía pudiera estar pensando en deshacerse de él.

Había encontrado la excusa para venir debido a la enfermedad de Theor.

Nadie dudaría de que vino a ver al principito si daba la excusa de que estaba preocupado después de escuchar que Theor estaba enfermo.

─ Entonces, ¿Quién lo habrá hecho? No puede haber sido Fritz.

Astella se dio cuenta de que su padre tenía una gran fé en Fritz.

Había momentos en los que tenían opiniones contradictorias, pero su padre parecía confiar en el hermano Fritz.

“Porque es al único que consideras hijo.”

Astel dijo de nuevo, mientras se tragaba los amargos sentimientos.

─ Podría ser cualquiera de los nobles. Porque a ellos no les agradas, padre.

─ No todos...

El duque de Reston murmuró significativamente.

Astella ni siquiera tuvo que preguntar qué significaba eso. 

Después de la caída del marqués Croychen, algunos aristócratas sin saber qué hacer trataron de ganarse los favores de la familia Reston.

Las palabras de su padre significaban que ya se había apoderado de la lealtad de algunos.

─ No creo que haya sido él, de todos modos. ¿Por qué estaría haciendo eso ahora? Por el bien de Theor… voy a proteger a mi padre.

Astella lo dijo con la apariencia más ingenua que pudo.

"No seas estúpida. Cuando el Emperador pierda interés en tí, nuevamente intentará quitarle el poder a nuestra familia, ya sea que le tengas un principe o no".

El duque de Reston parecía estar frustrado, había alzado un poco la voz.

Luego se enfrentó a Astella y le aconsejó.

─ Debes hacerlo...  ahorita que el Emperador está todavía enamorado de ti, tienes que dar a luz a otro niño.

Astella pensó por un momento que debería golpear a su padre.

Tal vez realmente lo hubiera golpeado. Pero hubiera sido arruinar en lo que había estado trabajando, debía de mantener tranquilo a su padre hasta que se completara el plan. Simplemente tomó su taza de té.

Sin embargo, la conversación no pudo continuar más ya que la puerta se abrió de par en par.

─ Astella. ¿Qué haces aquí?

Fue Kaizen quien entró, también parecía un poco cansado y desorientado, gracias a quedarse despierto toda la noche con Theor.

Kaizen miró al duque Reston con una mirada nerviosa.

El Duque se levantó apresuradamente de su asiento para dar su saludo.

─ Vea a Su Majestad...

─ ¿Acaso el Duque no ha aprendido los modales adecuados? ¿Por qué interrumpe antes del amanecer y sin aviso?

El duque de Reston inclinó la cabeza con una pizca de reproche en su expresión.

─ Este viejo salió corriendo preocupado cuando escuchó que el príncipe estaba enfermo.

─ ¿Entonces qué estás haciendo aquí si dices estar tan preocupado?

─ Es porque el Príncipe todavía está durmiendo...

─ Como sea. Gracias por su preocupación por nuestro príncipe, ahora Theor está saludable, así que puede regresar. No voy a dejar que extraños estén haciéndose cargo de mi hijo cuando él está enfermo.

Fue una clara orden de que no iba a dejar que el Duque se encontrara con el príncipe.

El duque de Reston estaba enojado por dentro, pero no podía reprocharle nada al Emperador.

─ No lo pensé mucho… bueno, volveré más tarde.

El duque de Reston miró a Astel, se inclinó y luego salió. Sus palabras claramente indicaban que regresaría.

Después de la desaparición de su padre, Astella miró a Kaizen, quien vestía ropa cotidiana.

Estaba realmente agradecida de que él hubiera corrido a su irritante padre, a pesar de haber entrado inadvertidamente.

─ Oh, cierto… Theor se ha despertado, te estábamos esperando, pero no regresaste.

─ ¿Cómo está Theor?

─ Creo que ya está bien. Tan pronto como despertó, le di lo que habían recetado.

Astel se dirigió con Kaizen a la habitación de Theor

Afortunadamente, Theor con las fuerzas renovadas, estaba abrazando a Panqueque en la cama.

─ ¡Panqueque! ─ Theor se rió y sostuvo al sabueso en sus brazos.

Panqueque lamió la mejilla de Theor, meneando la cola.

El sabueso había permanecido debajo de la cama toda la noche mientras Theor estaba enfermo.

Mientras acariciaba el pelaje dorado, Theor miró a Astella a los ojos.

─ Mamá.

─ Theor, ¿estás bien ahora?

─ Sí. No estoy enfermo.

Theor, que respondió, parecía un poco pálido pero cómodo.

Los brillantes ojos rojos y las mejillas blancas también estaban llenas de vitalidad.

Astella sonrió aliviada.

─ ¿No tienes hambre?

─ Sí… un poco

Astella le guiñó un ojo a Hannah.

Después de un rato, Hannah trajo un tazón pequeño de sopa tibia.

Theor se sentó en la cama y se comió la sopa.

Astella estaba ayudando a Theor a comer la sopa cuando miró a Kaizen observandola.

─ Debes estar agotada, deberías descansar, no trabajes hoy.

Ante la amigable voz de Kaizen, Astella sonrió suavemente.

─ Su Majestad debe estar más cansado que yo.

Astella estaba cansada por no poder dormir, pero no era nada comparado con Kaizen.

El trabajo del Emperador es más duro, pero anoche no había ni pestañeado. Estaba segura de que debe estar más fatigado.

─ Estoy bien. Estoy preocupado por ti.

Theor, que estaba comiendo sopa mientras escuchaba la conversación entre los dos, preguntó con una cara ingenua.

─ ¿No pueden descansar los dos hoy?

Ante las inocentes palabras de Theor, Astella y Kaizen se echaron a reír al mismo tiempo.

Arreglando el cabello despeinado de Theor, Kaizen dijo.

─ Eso va a ser un poco difícil, pero prometo volver temprano, después de que termine el trabajo de hoy.

Entre tres personas, surgió un ambiente cálido y templado durante mucho tiempo.


Traducido por: Miss M 

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