Como ocultar al hijo del emperador
El duque de Reston se preguntó por qué Astella lo estaba buscando, pero al verlo buscándolo a esta hora del día dejó en claro que era urgente.
‘¿Qué le pasó al Emperador?’
El Emperador todavía estaba en el Palacio de la Emperatriz, en manos de Astella.
El duque de Reston preguntó una cosa más, ordenándole que se preparara para ir al Palacio Imperial.
─ ¿Dónde está Fritz?
El mayordomo respondió con una expresión pesada.
─ Creo que está en el Palacio de la Emperatriz.
‘Parece que algo está pasando que le concierne a él también.’
El duque de Reston no se ha encontrado con Fritz mientras tanto.
Desde que el Emperador se quedó en el palacio de Astella, Fritz también se ha quedado en el palacio Imperial sin volver a casa.
Aparentemente, dijo que descansará cerca de su oficina porque tiene mucho trabajo que hacer, pero estaba claro que intencionalmente evitaba la mansión.
‘Él no quiere verme.’
Realmente no le importaba.
El Duque mismo no quería ver a su hijo.
Era el único hijo que había criado, pero aún se estremecía ante la idea de que lo amenazara junto con Astella.
─ Dijiste que Fritz trajo algo de la finca. ¿Has descubierto qué es?
No hace mucho le dijeron que Fritz había enviado a un hombre a la finca.
Pidió que le informaran lo que traía del territorio.
─ Sí, se dijo que trajeron los documentos relacionados con los ingresos de la mansión y los regalos recibidos.
─ ¿Qué más?
─ Hasta donde puedo decir, no ha traído nada más.
Documentos y regalos.
¿Por qué le dejarían traer algo así?
¿Estás tratando de convertirlos en dinero y asegurar los fondos?
Incluso si ascendía a Duque, Fritz tenía poco dinero en su poder.
Si el Emperador muere repentinamente, la ciudad capital estará en el caos por el momento, por lo que parece haber decidido que necesitaba dinero.
'Eso no sirve de nada.’.
El duque de Reston planeaba tener un nuevo matrimonio y tener un nuevo sucesor cuando se resolvieran los asuntos del Emperador.
Mientras tenga un nuevo hijo, puedo deshacerse del inútil de Fritz.
Recordó a las dos hermanas que había visto en la mesa.
No había muchas mujeres en la capital que pudieran ser la novia del duque, ya que la mayoría de los prestigiosos aristócratas habían desaparecido.
La familia Croychen ha sido durante mucho tiempo el enemigo del duque, pero las dos hijas de la familia eran hermosas y encantadoras.
El duque de Reston había visto previamente a Marianne y Florin.
No estaba interesado en la tercera hija que no sabía si estaba allí o no.
Al duque de Reston le gustaba la calma y la tranquilidad de Florin, pero era tan joven que le preocupaba si podría tener un bebé.
Estaba seguro de que le dijeron que era débil de salud.
En cuanto a la edad, la primera parecía ser mejor.
─ ¿Qué pasa?
Después de recibir el informe del mayordomo y regresar al banquete, el marqués Croychen preguntó con preocupación.
─ La Emperatriz me llama.
─ Oh, qué está pasando en el palacio...
─ ¿Qué podría pasar? Su Majestad, debe estar ansiosa por la enfermedad prolongada del Emperador.
El Marqués cerró la boca sin decir una palabra.
El Emperador que fue al palacio de la Emperatriz se enfermó de repente.
La Emperatriz había gobernado públicamente la capital desde el día en que el Emperador yacía enfermo.
La Emperatriz llamaba a su padre para hablar sobre la enfermedad del Emperador en medio de la noche.
La enfermedad del Emperador se confirmó una vez más como una colaboración entre el Duque y la Emperatriz.
─ Está bien, entonces estarás ocupado, así que por momento la conversación ha acabado.
─ Sí, discutamos esto más tarde.
Sonrió suavemente a Marianne y Florin.
Ambas hermanas evitaron su mirada con rostros fríos y rígidos.
***
No fue hasta la medianoche que hubo un cambio.
─ Señora Astella.
Gretel la llamó apresuradamente.
Astella, que miraba fijamente la ventana, se volvió cuando escuchó la voz de Gretel.
Kaizen, que yacía inmóvil, abrió lentamente los ojos.
Los familiares ojos rojos se revelaron a través de los delgados y temblorosos párpados.
Kaizen miró hacia otro lado lentamente, frunciendo el ceño alrededor de sus ojos, como si hubieran sido deslumbrados por la luz del candelabro.
─ ¿Astella?
─ ¡Su Majestad!
Astella sintió que su corazón se desbordaba.
Durante los últimos dos días, Kaizen apenas había vuelto en sí.
Al principio, recuperó el sentido varias veces, pero a medida que la toxicidad erosionó su cuerpo, la frecuencia con la que despertaba disminuyó.
Entre más tiempo pasaba, más ansiosa estaba Astella.
Pero ahora Kaizen abrió los ojos tan cómodamente como si se hubiera despertado.
Astella, que había estado inquieta toda la noche, estaba abrumada de alivio y alegría.
Si abre los ojos así, significa que la hierba fue efectiva incluso si tenían un efecto mínimo.
Kaizen preguntó mientras las miraba con una mano en la frente.
─ ¿Cuánto tiempo he estado así?
Astella respondió, bajando la mirada para cubrir el enrojecimiento de sus ojos.
─ Diez días...
─ Oh mi...
Kaizen suspiró y trató de levantarse.
Astella lo detuvo.
─ Su Majestad, necesita descansar más ahora.
Gretel lo examinó nuevamente y dijo con alegría:
─ Afortunadamente, la hierba parece estar funcionando. Aunque no está completamente descifrada...
Gretel habló con una mirada preocupada de que Astella podría estar demasiado decepcionada.
─ No es un antídoto establecido, así que no pude descifrarlo por completo. Es lo suficientemente bueno como para evitar que ponga en peligro su vida. Eso es lo mejor que podemos hacer en este momento.
En otras palabras, el antídoto casi eliminó el veneno, pero no pudo eliminar completamente las raíces del veneno.
─ Pero esto no lo matará de inmediato. De todos modos es un éxito.
─ Sí, he decidido traer algunas hierbas del sur, por lo que si toma más, puede eliminar el veneno restante.
Eso fue todo lo que Fritz trajo del oeste, pero Astella envió gente al sur para traer más hierbas.
Si toma más, el veneno restante desaparecerá.
Astella tenía esa esperanza.
─ No puedo estar segura, pero si hay más hierbas, intentaré prepararlas nuevamente. No te preocupes demasiado ya que pasó la situación crítica.
Astella escuchó la explicación de Gretel y asintió.
De todos modos, me sentía aliviada al decir que había salvado su vida ya que había una sensación de ansiedad.
Astella volvió a mirar a Kaizen y preguntó:
─ ¿Su cuerpo tendrá algún efecto secundario?
─ Eso... creo que tendremos que esperar y ver.
Era un veneno raro, y no ha desaparecido por completo, por lo que Gretel dijo con franqueza: No sé qué va a pasar.
─ Sin embargo, me alegro de que su vida no esté en peligro, gracias Gretel.
Astella expresó su sincera gratitud.
Sin Gretel, Kaizen habría muerto sin ayuda.
Gretel fue un gran benefactor que salvó la vida del Emperador.
Se escuchó un fuerte gemido detrás de mí.
─ Ugh…
Cuando miró hacia atrás con asombro, Kaizen se estaba agarrando del poste de la cama y e intentaba levantar su cuerpo.
─ Majestad, debería dormir otro poco.
Sin embargo, no la escuchó y obligó a su cuerpo a levantarse.
─ Ya no hay ningún riesgo con mi vida... tengo que levantarme ahora.
Innecesariamente obstinado.
Afortunadamente, después de casi diez días en la cama, Kaizen se veía bien, excepto por tener el rostro un poco demacrado y pálido.
Tiene una constitución saludable.
Tal vez sea porque Gretel estaba a su lado y le había dado medicamentos que lo mantenían en forma, o medicamentos que redujeron la velocidad del veneno.
Kaizen se sentó con fuerza, mirando a Astella y suspirando.
─ Te hecho pasar tantas cosas.
─ No digas eso.
Astella respondió con calma, pero el simple hecho de que Kaizen no muriera la hizo tan feliz que le ardían los ojos.
Astella contuvo las lágrimas y sonrió.
─ Si lo sabes, descansa bien y recupérate.
***
Astella dejó a Kaizen y salió brevemente a la habitación contigua.
El tiempo pasaba de la medianoche al amanecer.
Parecía que el día sería brillante en poco tiempo.
Tan pronto como salió al pasillo, Hannah encontró a Astella y la siguió.
─ Su Majestad, ¿está bien?
─ Hannah, ¿ha estado despierta todo este tiempo?
Hannah sabía que la hierba había llegado.
Estaba preocupada por lo que sucedería, así que esperó afuera hasta el amanecer.
─ Su Majestad el Emperador...
─ La hierba funcionó…
La cara de Hannah tenía una sonrisa de alivio.
─ El maestro Fritz y Sir Serbel, ambos están aquí.
─ ¿Ambos?
Fritz había estado en el palacio por algún tiempo.
Pensó en quedarse aquí esta noche para ver los resultados de la hierba, pero supongo que Serbel se quedó despierto toda la noche con él.
Astella fue al salón donde estaban.
─ ¡Su Majestad!
Fritz y Serbel, que estaban sentados, la vieron y se levantaron.
─ ¿Ambos todavía están aquí?
Ambos tenían la misma ropa se pusieron durante el día.
Juntos, esperaron el resultado y observaban toda la noche.
─ Su Majestad el Emperador...
Astella habló para tranquilizarlos.
─ Afortunadamente, la hierba funcionó.
La explicación de Gretel fue dada a los dos.
Ambos estaban muy contentos.
─ Me alegra mucho.
Astella también dijo que Kaizen estaba despierto y que estaba descansando ahora, pero se veía bien.
Fritz, a quien le habían dicho, se sintió aliviado y preguntó en voz baja.
─ ¿Qué haremos, su Majestad?
Astella reflexionó sobre la pregunta.
'¿Qué debería hacer ahora?'
Solo los dos que estaban allí sabían que el emperador se había recuperado, Astella, Hannah y Gretel.
─ Sir Serbel.
Astella se volvió hacia Serbel.
Actualmente, solo la mitad de los caballeros que Serbel trajo estaban dentro de la capital.
La otra mitad está disfrazada de plebeyos y se escondían en los suburbios de la capital.
Al mismo tiempo las tropas que quedaban en el norte también estaban regresando a la capital.
Para otros, sin embargo, se suponía que Serbel había regresado con solo un puñado de tropas.
─ ¿Podemos traer en secreto un grupo de caballeros que se quedaron cerca de la ciudad capital?
Serbel respondió con confianza.
─ Puedo llamarlos a todos hoy.
Astella le dijo a Fritz después de recibir su confirmación.
─ Si vas a organizar las cosas, debes estar seguro de ello de inmediato.
─ Eso significa…
─ Ocultaré que su Majestad se ha recuperado y llamaré a los grandes ministros. En primer lugar, le diré a mi padre.
Traducido por: Anon-chan
Editado: Miss M