Cómo esconder al hijo del Emperador
La mujer nombrada entró en pánico.
─ Yo, no...
Astella se acercó a la criada. La criada fingía compostura pero sus ojos estaban tensos.
Astella, que la miró por un momento, preguntó en una voz clara para que todos pudieran escuchar.
─ ¿Podrías levantar el dobladillo de la parte trasera de tu falda?
─ ¿La parte de atrás de mi falda?
─ Sí.
Las criadas que trabajan en la corte tienen un ligero vestido extra que sobresale un poco por el dobladillo de las faldas. De hecho, todas las criadas de la corte lo usan de esa manera.
Las damas nobles que entran a la corte, usan vestidos de faldas largas que se arrastran por detrás.
Aunque para las criadas no era tanto, de igual manera, usaban faldas que llegaban hasta el piso.
La criada se dio la vuelta con ojos ansiosos y se subió lentamente la falda.
Tela blanca se reveló.
La falda enrollada por debajo estaba muy limpia.
─ Te cambiaste de ropa.
La falda larga es elegante y hermosa, pero a medida de que se camina de un lugar a otro, la parte del vestido que se arrastra al suelo se ensucia rápidamente.
Esa falda limpia significaba que era ropa nueva, que había sido cambiada no hace mucho tiempo.
Toda la ropa que llevan puesta las criadas, se los da la corte. Debido a que a cada persona se le pagaba solo lo necesario, no tienen suficiente dinero para uniformes extra.
Y a menos que la vestimenta se encuentre particularmente sucia, no se es necesario que se cambien la ropa con la que han estado trabajando desde la mañana.
Astella giró hacia el lado donde se encontraba Kaizen.
─ Su Majestad dijo que cuando la criada trató de atrapar a Theor, Panqueque le mordió la manga.
─ Yo, no me la he cambiado.
La criada pelirroja protestó diciendo que llegó tarde y que no había hecho ningún cambio de ropa.
Astella inclinó la cabeza.
─ ¿Entonces por qué el borde de la falda está tan limpia si no es un vestido nuevo?
─ Bueno eso es...
La cara de la criada había perdido su color.
"Puede que intente dar otra razón del por qué se cambió de ropa."
La criada pelirroja estaba tan desconcertada por la situación que mencionó que no se había cambiado de ropa.
Al escuchar las palabras de Astella, Kaizen ordenó a los criados.
─ Vayan a la habitación de la criada y revisen su ropa. Busquen mangas rotas, ropa faltante o sucia.
Como los uniformes de las criadas son pagados por el palacio. Cada año, en un determinado tiempo, se contrata a un sastre para que haga la ropa de cada criada.
Por supuesto que en los registros estará escrito cuántos trajes tiene cada criada.
─ Yo, hice mal... hice mal, Su majestad...
La criada, que estaba excusándose, se dio cuenta de que ya no podía escapar y se tiró al suelo y comenzó a pedir perdón.
─ Yo rompí la porcelana y traté de ocultar mi pecado.
La criada que dijo que vio a Theor romper la porcelana también suplicó perdón.
Insistiendo en que solo ayudó porque su amiga se lo pidió.
─ Te atreves a secuestrar al sucesor de la familia del marqués que invité y a inculparlo.
Kaizen ordenó a los soldados.
─ Lleven a las dos a prisión.
Los soldados arrastraron a las sirvientas que lloraron y suplicaron por perdón.
Kaizen ordenó a los soldados que se retiraran y pidió a las demás criadas que regresaran a trabajar.
Astella llamó a su doncella y le dio una nueva orden.
─ Lleva a Theor al anexo y quédate con mi abuelo hasta que regrese.
─ Si, señora Astella.
─ Theor, está todo bien, así que primero ve al anexo. Estaré ahí pronto.
Astella calmó a Theor y lo envió primero.
En el ruidoso sendero del jardín, solo quedaban Kaizen y Astella.
─ Astella.
Kaizen miró a Astella de pie sin decir una palabra.
No había expresión en el elegante rostro de Astella.
Tenía una cara indiferente, ni una palabra de agitación.
Miraba al cielo como una estatua de piedra.
Kaizen estaba ansioso y nervioso, y sentía que se quemaba desde su estómago hasta la médula.
El comportamiento y las pequeñas expresiones de Astella se movían de arriba hacia debajo de vez en cuando.
Astella se giró lentamente hacia Kaizen.
─ Escuché que salvaste a Theor. Gracias, su majestad.
Astella seguía siendo solemne y cortés, pero no mostró ninguna emoción.
Astella presionó su corazón lleno de ira y agradeció a Kaizen.
"Si Kaizen no hubiera aparecido."
Después del intento de secuestro por parte de la criada, Theor se fue corriendo a algún lugar y sólo regresó después de mucho tiempo.
Si hubieran roto la porcelana durante ese período de tiempo y la criada hubiera seguido insistiendo en que lo hizo el niño, Astella no podría mostrar su inocencia. Aunque Theor diga que no rompió la porcelana y que regresó después de un intento de secuestro. Teme que nadie hubiera creído lo que el niño diría.
"Afortunadamente no pasó nada, me alivia saber que Kaizen pasara por este lugar."
Si hubiera sido cualquier otra persona, no se habría podido resolver eso rápidamente.
Astella sinceramente le agradeció.
Kaizen le dio a Astella una mirada complicada.
─ No te preocupes demasiado porque interrogaré a las sirvientas y las investigaré hasta llegar al fondo de esto.
─ Si, su majestad.
─ Creo que el niño estaba muy asustado. Ve y cuídalo bien.
─ Si, gracias por su preocupación.
Astella dobló las rodillas e inclinó la cabeza.
Kaizen no respondió hasta que Astella levantó la cabeza de nuevo.
─ Entonces volveré primero al anexo.
Astella lo saludó y se dio la vuelta.
***
Había un ambiente tenso en el anexo.
Astella le explicó la situación a su abuelo, y luego se fue a la habitación donde se encontraba Theor.
Theor yacía en la cama de su habitación, abrazando a Panqueque.
Astella se sentó en el borde de la cama y le dio a Theor unas palmaditas en la espalda.
─ Theor, debes haber estado muy asustado, ¿verdad?
─ Si...pero estoy bien. Me escapé porque Panqueque me ayudó.
Astella acarició a Panqueque, que se encontraba acostado al lado de Theor.
─ Gracias, Panque.
Panqueque lamió la mano de Astella. Theor volvió a mirar a Astella.
─ Sí, y su Majestad me salvó.
─ ¿Lo hizo?
─ ¡Si, me gusta su Majestad!
La inocente sonrisa del niño hizo que le doliera el corazón. Astella besó suavemente la frente de Theor.
─ Vamos a tomar un descanso, nos lavaremos primero e iremos a cenar. Dime lo que quieres comer. Hoy puedes comer lo que quieras. Le pediré al chef que lo haga.
─ ¿De verdad?
─ Sí.
Después de consolar al niño durante mucho tiempo, Astella se levantó de su asiento.
El niño aún estaba muy sorprendido, así que iban a llevar la cena a la habitación esta noche.
Toc, Toc.
La puerta se abrió de golpe. El sirviente del Emperador entró a la habitación.
─ Señora Astella, Su Majestad envió un regalo al joven maestro.
─ ¿Regalo?
─ ¿Un regalo?
Theor se puso de pie en un salto cuando escuchó que era un regalo.
Cuando el sirviente hizo una seña, otros sirvientes que llevaban cajas de regalos entraron en la habitación.
─ Me dijo que se lo diera al joven maestro.
Habían varios juguetes en la caja.
También habían osos hechos de algodón, carros tallados en madera y casas de muñecos que eran tan elaboradas como si fueran de verdad.
La otra caja contenía aperitivos.
Botellas de vidrio y cajas llenas de galletas y varios dulces.
Caramelo dulce, y ensaladas de frutas de colores.
Solo mirándolos, se daba cuenta de lo tan sabrosos que eran los dulces que llenaban la caja.
─ Guau...
Theor abrió la boca sorprendido cuando vio el montón de juguetes y los dulces que salían.
"¿Estás tratando de consolar a Theor?"
Era una acto bondadoso aunque que no propio de Kaizen.
Aún así, la sorpresa funcionó bien.
Theor se animó ante los inesperados regalos.
Miró a los juguetes con ojos bien abiertos.
─ Theor, debes decir gracias a su Majestad.
─ Gracias a su Majestad.
Astella giró hacia el criado.
─ Gracias por sus esfuerzos. Por favor, dile a su Majestad que se lo agradezco.
Después de que el sirviente se fue, Theor miró un caramelo azul cielo en una botella de vidrio y le pregunto a Astella.
─ ¿Puedo comerlo antes de la cena?
No le permitía comer bocadillos antes de las comidas porque temía que desarrollara un hábito de ser exigente en casa a la hora de comer.
Theor miró a Astella con una mirada seria.
Astella le dio una sonrisa espontánea mientras veía la expresión desesperada de Theor con sus ojos sombríos.
"Estará bien solo por esta vez. Hoy fue un día muy difícil."
─ Sí, pero tienes que comer solo un dulce. Comeremos el resto después de la cena.
Astella miró a Theor terminar de comer su dulce y salió a llamar a su doncella.
─ Señora Astella.
Al salir al pasillo, Hannah llamó a Astella con una mirada preocupada.
─ Lo que pasó hoy...
─ Deber haber sido obra de esa mujer.
Nadie sabe que Theor es el hijo del Emperador.
Ahora, Theor es solo el sucesor de un marqués caído.
La única persona que podía molestarse en dañar a un niño frágil, era la marquesa que guardaba rencor contra Astella.
"Está tratando de incriminar a Theor. No puedo soportar esto, incluso si aguanto todo lo demás. No puedo dejar que esas personas estén cerca de nosotros."
─ ¿Qué va hacer?
─ ...
"De alguna manera haré que desaparezca de aquí."
Astella caminó por el oscuro pasillo y volteó hacia Hannah.
─ Hannah, necesito que me ayudes.
Traduccido por: Anon-chan
Editado: Miss M