Cómo ocultar al hijo del Emperador
Velian, que llevaba un abrigo y salia de la puerta de la oficina, suspiró, miró al cielo gris y nublado de la noche a través de la ventana.
Era una noche sombría con nubes negras sobre el cielo azul índigo.
Velian estaba listo para regresar a la mansión, sacudió sus hombros cansados.
Estaba cansado, sin dormir y le dolía todo el cuerpo.
"Ahh, me muero."
Había trabajado horas extras durante cuatro días, y al parecer tendría que quedarse despierto toda la noche de mañana.
Eso era terrible, y lo que es aún más preocupante es el hecho de que Astella partiría hacia el campo mañana.
"Si Astella se va, Su Majestad estará enojado..."
La imagen del Emperador, que había estado trabajando con una expresión desagradable, era temible de ver.
Velian suspiró para sí mismo.
"Oh, realmente no quiero tener que trabajar mañana."
Tragó un suspiro mientras caminaba por el pasillo.
De repente apareció un sirviente desde el otro lado.
Después de ver lo que estaba pasando, su Majestad caminó hacia él.
─ ¿Su Majestad?
─ Velian.
Kaizen lo miró y se detuvo.
Se sentía confundido.
Estaba confundido desde que dejó la mansión de Astella.
Tenía que estar equivocado.
El niño se desmayó por la bebida que le dio.
Eso era lo suficientemente vergonzoso, pero Kaizen se sintió aún más avergonzado cada que lo pensaba.
Esto se debe a que lo que sucedió hoy, revivió uno de sus recuerdos del pasado.
"Estoy seguro de que esto sucedió antes..."
Astella no parecía recordarlo, pero Kaizen había vivido algo como esto.
*
Astella, de 12 años, que vestía un vestido colorido y adornado con joyas como de costumbre, persiguió a Kaizen.
─ Su Alteza, ¿a dónde va?
─ Solo voy de paseo.
Astella sonrió brillantemente y caminó junto a Kaizen.
─ Entonces lo acompañaré al jardín.
Caminaron por el sendero del jardín.
Los sirvientes y nobles que pasaron por los alrededores encontraron a estas dos personas y cortésmente les dieron un saludo.
Algunos de ellos sonrieron un poco después de inclinar la cabeza.
Era lindo de ver como el príncipe de 12 años era seguido por la princesa de 12 años desde atrás.
Pero Kaizen estaba realmente molesto por que Astella lo estaba siguiendo.
No tuvo más remedio que ir al palacio de la Emperatriz viuda para deshacerse de Astella.
La Emperatriz, que amaba a Astella, no la dejaría ir en cuanto la viera.
Pensó que podría llevarla allí y dejarla con la Emperatriz.
Había hecho que Astella cayera en la trampa de la Emperatriz muchas veces antes.
Pero hoy, incluso eso le había fallado.
─ La Emperatriz se ha ido al templo. Me pidió que los atendiera con bebidas cuando vinieran.
Fue dicho por una doncella del Palacio Imperial.
─ Esto es...
Las damas de la corte del Palacio de la Emperatriz Viuda les llevaron té, galletas, pasteles pequeños y tartas con gran cuidado para la joven y linda pareja.
Kaizen, incapaz de escapar, se vio obligado a sentarse cara a cara con Astella en la terraza del palacio de la Emperatriz.
Kaizen que estaba irritado solo bebió un té helado.
Astella cortó cuidadosamente su pastel de fresa con un tenedor.
Kaizen tomó un pedazo de tarta.
Era una tarta colorida con varias frutas.
Probó una pedazo, pero tenía un sabor agrio e insípido.
Eso empeoró su humor.
En el lado opuesto, Astella seguía siendo muy cautelosa acerca de no derramar nada o ensuciar su vestido.
Era solo comer un pastel, pero ella parecía hacerlo como si fuera un gran ritual.
Kaizen señaló la tarta agria.
─ Astella, deberías probar esto.
Era solo una broma.
La tarta no era buena, así que quería que la probara también.
Estaba teniendo un comportamiento grosero.
Astella, que no sabía sus verdaderas intenciones, se sonrojó.
Pensó que Kaizen la estaba cuidando.
Astella tomó obedientemente un trozo de tarta en su plato.
Pero no lo comía aún y cuando ya estaba en el plato, solo miró alrededor de ella cuidadosamente.
─ ¿Qué estás haciendo?
Astella levantó la vista sorprendida.
─ Estaba mirando qué frutas hay en ella.
─ ¿Por qué?
Kaizen también examinó tardíamente la tarta.
Era solo una tarta hecha de coloridas frutas.
Había uvas peladas, manzanas y ciruelas.
No sabía cual era la razón de sus actos. Las pequeñas rodajas de fruta simplemente se mezclaban en su interior.
Astella se mordió el labio inferior.
Parecía avergonzada de decir algo, pero a Kaizen no le importaba Astella.
─ ¿Qué sucede contigo?
Astella, que dudó, logró responder.
─ Yo solo... tenía miedo de que hubiera alguna fruta que no me gustara.
Fue una respuesta patética.
No es como el pescado o las verduras que tienen una textura extraña, las frutas no esconden nada más que su sabor natural.
Al mismo Kaizen no le gustaba comer vegetales en ese momento, pero las palabras de Astella, que estaban encubriendo la verdadera razón, sonaban patéticas.
Eres una princesa mentirosa después de todo.
─ Sólo cómelo. Es delicioso.
Quería obligarla a comer lo que Astella odiaba.
─ Si, su gracia.
Astella pensó que estaba enojado y apresuradamente levantó el tenedor.
Y comió la mitad de la tarta en un instante.
Kaizen, que perdió interés, giró la mirada a la ventana.
En el jardín, las hojas azules frescas se extendían como un bosque denso.
Bebió el té helado mientras veía la vista fría.
Podía escuchar una voz lenta a su lado, que parecía se iba a quebrar en cualquier momento.
─ Su gracia...
─ ¿Qué?
Cuando Kaizen miró hacia ella con indiferencia.
Astella que estaba sentada cayó al suelo.
Luego entraron las criadas, llamaron al médico y hubo un desastre.
Astella contrajo con una fiebre alta de manera repentina.
Después de un rato, el Duque envió un sirviente y un carruaje para llevarse a Astella.
Kaizen no podía entender por qué Astella tuvo una fiebre repentina y colapsó.
Al día siguiente, el duque Reston explicó la razón al preocupado Emperador y Emperatriz.
─ Simplemente ha sido una fiebre repentina. Su Majestad.
El Duque dijo.
Astella se enfermó debido a una fiebre repentina.
El Emperador y la Emperatriz le creyeron sin más dudas.
Kaizen pensó que era un poco extraño, pero no le prestó mucha atención.
Después de una semana más o menos, Astella regresó al palacio con una cara casual.
Y Astella no volvió a caer enferma después de eso.
*
Ahora, Kaizen, que se convirtió en Emperador, estaba pensando aquellas memorias de hace mucho tiempo.
Antes de encontrar a Astella, no había nada que le hiciera recordar sobre el pasado.
Sin los eventos de hoy, nunca lo hubiera recordado.
La imagen de Theor, que había tenido fiebre después de beber el jugo de fruta, le trajeron recuerdos de los viejos tiempos.
Recordando el suceso de aquel día, Kaizen se dio cuenta muy tarde.
De lo que tenía la tarta que Astella comió en ese momento.
La tarta de frutas también tenía lintail.
Sintió su mente ponerse en blanco y desvanecerse.
"Hay algo que debo buscar lo antes posible."
Kaizen se giró a mirar a Velian y le dio órdenes.
Sintió que algo que no estaba bien desde que pasó eso en el mercado nocturno.
─ Investiga en secreto el nacimiento de Theor.
***
No sabía cómo logró pasar la noche.
Astella se quedó despierta toda la noche cerca de la cama.
Tenía que estar atenta para ver si la fiebre no subía más, así que cuidó de Theor.
El médico dijo que el niño había recibido antipiréticos y que no empeoraría, pero Theor tenía solo cinco años.
Había una buena posibilidad de que algo pudiera estar mal.
Se mantuvo cerca de Theor toda la noche y se quedé dormida por un tiempo, pronto el sol fue apareciendo.
El blanco amanecer se filtró a través de las cortinas.
Astella abrió los ojos y se dio la vuelta, sintiendo algo extraño.
Despertó y vi las cálidas mantas que cubrían sus hombros.
─ Lady Astella.
Hannah estaba a su lado.
─ Hannah. ¿Ya te despertaste?
Todavía era temprano en la mañana, pero Hannah estaba completamente vestida con su traje de criada.
Incluso su cabello no se encontraba desordenado y todavía tenía su pañuelo en la cabeza.
Astella se dio cuenta de que Hannah pasó la noche mirando a las dos personas juntas.
─ Lady Astella, he preparado té y sopa caliente. Coma un poco.
Hannah puso una larga bandeja de teteras y tazones de sopa en una mesa junto a la ventana.
─ Gracias.
Astella se levantó de su asiento.
Mientras caminaban hacia la mesa, Hannah y ella se miraron a los ojos.
Los ojos de Hannah en Astella eran profundos y oscuros.
Recordó que Hannah había estado callada desde la noche anterior y solo había estado escuchando la atención médica de Theor.
Astella se dio cuenta entonces....
Habían cuatro personas que conocían la constitución de Astella.
Su padre y su hermano, su abuelo materno, el Marqués.
Y su doncella Hannah, la confidente más cercana desde su infancia.
Hannah meditó tranquilamente hacia Astella con sus ojos de profundidad desconocida.
─ No haré ninguna pregunta hasta que Lady Astella lo diga.
─ Hannah...
Astella estaba sin palabras.
"¿Puedo decirle a Hannah?"
La respuesta ya era conocida por la misma Astella.
Hannah era la persona más confiable del mundo.
Al igual que su abuelo, Astella la consideraba parte de su familia.
─ No puedo ocultarlo más. Hannah, es cierto lo que piensas.
Como esperaba, los tranquilos ojos marrones de Hannah se sorprendieron cuando Astella le dio la respuesta definitiva.
Traduccido por: Anon-chan
Editado por: Miss M
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