Las preocupaciones de la Reina confinada.
CAPÍTULO 9
Si bien la niñera estaba de mal humor, le alegraba que Yuna estuviera haciendo algo tan activo, por lo que ayudó mucho, y Karen y otras doncellas también cooperaron, por lo que la preparación para el festival de la fundación fue relativamente tranquila.
Al principio, tenía miedo de tener que estudiar una gran cantidad de cosas y acostumbrarse, pero cuando lo hizo, no fue nada en comparación con sus años universitarios, cuando tenía que estudiar para los exámenes y trabajar al mismo tiempo.
No había necesidad de prestar a otras cosas, cómo limpiar o cuidar a los padres.
Como resultado, podía dormir lo suficiente y caminar durante aproximadamente una hora todos los días mientras se preparaba para el festival.
Yuna, mientras caminaba al lado del bosque oscuro, decidió no abandonar este lugar donde la brisa era fresca.
Después de más de un mes, la niñera, que lloraba y suspiraba, comenzó a asentir ante la buena etiqueta de Yuna, mientras que Karen y las otras criadas, que la interrogaban como una charla aristocrática real y retratos de personas importantes adjuntas, quedaron impresionadas por su buena memoria.
La historia, la política y la situación económica del continente de Asmir fue más interesantes de lo esperado, por lo que Yuna le pidió a la biblioteca Real que buscara más libros relacionados, y disfrutó leerlos.
El problema era bailar y aprender a vestir. Aunque pudo bailar torpemente porque las criadas la instruyeron, su habilidad era miserable en comparación con la de Yurishina, que era buena para bailar.
Afortunadamente, lo único que la Reina tenía que hacer era un baile oficial para marcar el inicio del banquete.
Yuna también planeó abstenerse de bailar más, diciendo que su cuerpo aún se siente incómodo porque a penas se está recuperando.
Sin embargo, el elegir el vestido y cómo usarlo, fue lo difícil porque Yurishina tampoco había asistido a una ceremonia de este tipo, por lo que a la niñera y a las sirvientas les fue igualmente difícil ayudarla. Yuna mandó a pedir la ayuda de una persona del palacio principal para que arreglaran la que debía llevar. Yuna esperaba que el Rey le concediera este pedido.
El sirviente, era principal mensajero del rey, un hombre de mediana edad que parecía bastante viejo y severo, Yuna pensó dada a su mirada de desaprobación, tal vez el Rey le ordenó espiar la atmósfera del lugar.
La persona que le llegó a ayudar con el vestido era una mujer de unos 30 años que se ató su colorido cabello rojo en un moño alto, usó anteojos de color marrón rojizo con montura de cuerno, y pintó sus labios con un colorete rojo como su cabello.
— Mineta, ha pasado un tiempo, ¿no?
La mujer sonrió amablemente de manera informal, pero Yuna estaba muy avergonzada porque no tenía idea de quién era. Era una persona que no podía encontrar en la lista de aristócratas que había memorizado.
Finalmente, la niñera dio un paso al frente.
— Soy la diseñadora real. Mi reina.
La niñera también le habló a Mineta afectuosamente.
— La Reina aún no está completamente recuperada.
— Oh, sí, ya veo... porque te ves bien... supongo que fui grosera.
Mineta dijo enérgicamente, independientemente de la mirada del reproche de la niñera y la agitada expresión de Yuna.
— Todos están ansiosos por volver a verte. También estoy muy feliz de volver a hacer la hermosa ropa de la Reina.
Yuna estaba tensa en el momento que todos esperaban. Mineta continuó mirando la cara de Yuna de arriba abajo y habló de nuevo.
— Pero realmente has cambiado mucho. Tenía miedo de que la tela y las joyas que el Rey me dio no coincidieran con con la Reina, pero encajan muy bien.
Cuando Mineta hizo señas, comenzaron a sacar los artículos traídos por los sirvientes, que eran telas coloridas y joyas.
La niñera suspiró cuando vio el zafiro azul en el joyero, un collar y una tiara decorada con diamantes, y un conjunto de pulseras y anillos.
— ¿No es esto las rumoreadas 'lágrimas de sirena'?
— Sí, es cierto. El rey mismo lo sacó del cofre del tesoro.
Mineta dijo con una mirada alegre. Y poco después de que ponerle a Yuna estas joyas, comenzó a hablar sobre el diseño del vestido, mirando las telas una por una.
— De hecho, las joyas son tan elegantes que el vestido tiene que ser relativamente simple. Y temía que no se adaptara a tu gusto porque prefieres algo brillante y lindo. Pero mirando así ... Creo que te irá bien porque la atmosfera en ti ha cambiado mucho.
Mineta comenzó a tomar las medidas de Yuna después de levantar algunas telas azul oscuro, azul marino y azul violeta.
— Oh, está realmente delgada. Más de lo que parece...
Le dijeron a la niñera.
— Me preocupa que no haya comido lo suficiente en estos días. Parece demacrada...
—Bueno ... Es un poco cierto, pero si te pones maquillaje de una manera ligeramente diferente, creo que podría ser más adecuado para la ropa y las joyas. No puedes cambiar el color de todos modos porque lo usarás a juego con la ropa de tu Majestad.
— ¿Se va a combinar mi ropa con la de Su Alteza el Rey?
— Es el Día Nacional. Debes hacer eso.
Mineta respondió como si fuera obvio. Sin embargo, Yuna estaba perpleja porque no había visto en ninguna parta de la historia el que debía usar ropa de pareja con el Rey, miró hacía su niñera y otras doncellas mientras agonizaba pensando en eso.
Poco después de tomar las medidas, Mineta y el jefe de mensajeros del rey se retiraron, y la niñera comenzó a expresarse a regañadientes a Yuna.
— Su gracia, ¿puede ser que Su Majestad el Rey la esté perdonando?
— ¿Qué?
— Sabes, esas gemas son como tesoros nacionales del reino que nunca antes las había visto, solamente sé de ellas por lo que se habla. Además, es la primera vez que el Rey hace su ropa a juego con el de la Reina.
La niñera estaba emocionada y siguió hablando.
— Ha estado con el corazón frío todo este tiempo, tal vez ahora no puede evitar sentirse culpable. Usted casi murió por culpa de él, y no tiene sentido que él sea tan severo... probablemente está tratando de reconciliarse con la Reina de nuevo con el pretexto de que viene La Empire.
La niñera seguía diciéndole a Yuna: "No importa qué tan bien intente lucir el rey frente a usted, no debería perdonarlo fácilmente" y "Debería atrapar al hombre en esta ocasión", pero a Yuna, no le importaba eso.
El Rey que Yuna vio era alguien orgulloso. Si hubiera sido una persona que cambiara fácilmente de opinión, Yurishina no habría sufrido tanto en primer lugar.
Yuna no podía borrar la sensación de que este era un punto de inflexión importante en la lucha internacional con La Empire, y que el Rey le advirtió sobre la importancia de jugar bien su papel aquí a través de las joyas y la ropa.
Si el Rey realmente hubiera pedido una reconciliación, le habría enviado ropa con los colores y diseños que Yurishina amaba, y no asignarle colores y diseños que no coincidieran con ella. Yuna suspiró de miedo.
***
Poco después, llegó el Día Internacional de los Padres Fundadores. La diseñadora había vuelto para probar el vestido, pero ya no hubo otro mensaje del rey. Era la mañana del día internacional.
El Rey estaba ocupado con varios eventos oficiales, e incluso la Reina tenía que trabajar con el Rey, pero como Yuna ahora estaba confinada, había sido excluida de todos estos eventos diciendo que su cuerpo aún no estaba en buena forma.
Sin embargo, el banquete oficial de bienvenida de la noche fue el primer evento oficial que mostró la aparición de la Reina después de una larga ausencia, y la razón era porque La Empire dijo que los visitará con una delegación a gran escala.
El vestido que le llevó Mineta era muy hermoso. Cuando vió el vestido azul, Yuna pensó en un bonito vestido de muñeca que había visto en una juguetería. El azul oscuro combinaba muy bien con joyas llamadas lágrimas de sirena.
Nunca había soñado que podría usar esta ropa.
Sin embargo ahora vestía joyas y la maquillaban para que su ropa combinara con su tez. Mientras se miraba al espejo, pensó que era mas bonita de lo que imaginaba.
Mirándose en un espejo como una Reina de cuento de hadas, Yuna de nuevo pensó que este lugar podría ser el cielo.
Sin embargo, cuando se acerca el salón de banquetes, se dio cuenta de que la realidad no es como un cuento de hadas. Cuando las luces deslumbrantes del salón de banquetes, centellearon a los lejos, se dio cuenta de que no tenía idea de qué hacer, pero que tenía que pretender saberlo todo bien. Poco a poco se fue acercando.
Y cuando vio la imágen de los caballeros armados que vigilaban el salón de banquetes y al Rey que la esperaba con una sonrisa cínica en la entrada, no pude evitar que su cuerpo temblara de repente.
Aunque no podían haber notado que estaba temblando, el rey se acercó a Yuna con una mirada casual. Yuna estaba muy nerviosa, pero el rey extendió su mano hacia Yuna con una mirada suave.
— Tu vestido te queda bien.
— Gracias.
Yuna dijo gracias con voz temblorosa. Originalmente, quería agradecerle al Rey por su ropa y joyas en un tono más natural, pero estaba tan nerviosa que solo podía darle una respuesta pequeña.
Mirando a Yuna, el rey sonrió burlonamente y sostuvo la mano de Yuna para informar a los sirvientes la llegada del Rey y la Reina.
Pero cuando Yuna vio la sonrisa del rey, de repente sintió como si se hubiera derramado agua fría sobre su cabeza.
Si el Rey tuviera una actitud más amistosa y cálida, ella no habría podido tener su mente alerta. Pero ella no estaba acostumbrada a despreciar a las personas. Oh, no, ella nunca había pensado que tenía una razón para despreciar a alguien.