11. A donde se dirige la loca lealtad.
Le dijo a Aiden.
— Recientemente, el número de inmigrantes que vienen de Vicenna ha aumentado rápidamente.
Vicenna eran las tierras de la finca de un conde, que se unía a Serriot a través de una montaña.
En las montañas, entre los dos territorios, vivían las personas que lo perdieron todo y se convirtieron en bandidos, ellos se dedicaban a asaltar entre las tierras de Vincenna y Serriott, robaban en el otoño, cuando era la temporada de cosecha y en primavera cuando escaseaban los alimentos.
Serriott bloqueó sus tierras para proteger a su gente, pero Vicenna no lo hizo.
El conde de Vicenna descuidó a sus habitantes alegando que el mover a los caballos y soldados era un terrible gasto, por lo tanto, la gente de Vicenna quería venir a Serriot para mantenerse protegidos de los bandidos.
A pesar de todo, Serriott estaba abierto a los inmigrantes, así que no había problema en ello. Sin embargo, el problema era que el Conde Vicenna, que no tenía la intención de aumentar la seguridad, se molestaba porque Serriott se llevara a su gente.
Esto creó un problema entre los dos territorios. El conde Vicenna redujo el volumen comercial de intercambio debido a estos motivos.
Serriott había estado luchando con esto durante mucho tiempo, pese a que llevaban ya mucho tiempo en esto no representaba ningún problema urgente. Pero esta vez fue diferente.
— Hace algún tiempo, el Conde Vicenna vino a nuestra finca para buscar a la gente que venía de Vicenna.
La frente de Aiden se frunció ante eso.
— Parece que nuestros caballeros han desafiado la ira del Conde Vicenna mientras protegían a los habitantes. El Conde Vicenna ha venido al castillo y está protestando...
Elisa, que escuchaba en silencio la historia, ofreció su opinión con cautela.
— He oído que el conde Vicenna ha estado codiciando durante mucho tiempo el camino hacia el marqués Elishor. ¿Por qué no reducen el número de portazgo a la mitad a cambio de derrotar a los bandidos juntos?
[Portazgo: pago de entrada a un sitio determinado.]
— ¿Reducir el portazgo?
— Con menos portazgo, habrá más intercambios entre Vicenna y Elishor, que a su vez beneficiará con más intercambios entre Serriot.
Fredric estaba interiormente sorprendido por la propuesta de Elisa.
Las señoras ordinarias no sabían qué tipo de intereses codiciosos tenía el conde de Vincenna, o quién era el marqués que vivía al lado de Serriot.
Él tampoco lo habría hecho, porque el imperio es demasiado vasto.
Las señoras dedicadas a la administración de sus tierras solo conocían las circunstancias de las provincias cercanas a sus propiedades y con quienes el intercambio era posible.
Elisa, que vive en Rubelin, que queda en la parte norte del país, conoce la situación a los alrededores de la tierra de Serriot, que está ubicada en el oeste del país.
Fredrick quedó profundamente impresionado por los conocimientos de Elisa.
'Los rumores de que dirigió el ducado de Rubelin mientras el viejo Duque estaba enfermo en cama son ciertos.'
Kane también había dirigió la finca bastante bien, pero a Frederick no le agradaba mucho.
Aún así, cuando escuchó que Kane fue expulsado y Elisa iba a ser la próxima cabeza de la familia, estaba preocupado.
Por supuesto, sabía que como la Duquesa, debía de tener algo de experiencia en la gestión del territorio, pero eso sería para las tierras del norte.
Era poco probable que ella, que había vivido solo en el norte, conociera las circunstancias del oeste.
Pero Elisa rompió su prejuicio en poco tiempo.
En ese momento, Frederick se dio cuenta de que Aiden no puso a Elisa en el lugar de la cabeza de la familia solo por afecto y lazos de sangre.
'Ni siquiera he sido presentada como un miembro, ¿estoy siendo presuntuosa?'
Elisa, preocupada por la mirada sorprendida de Frederick, añadió rápidamente.
— Bueno, es solo mi opinión, solo ténganlo en cuenta.
— Usted conoce muy bien la propiedad de Serriott y la situación a su alrededor.
— El antiguo Duque dijo que las personas que son inútiles deben ser arrojadas lejos. Tuve que hacer mi parte para poder mantenerme.
Aiden miró a Elisa, quien dijo eso.
Sintió pena por su hija que debió haber sufrido en ese lugar sin sus padres, pero también estaba orgulloso de ella porque creció valientemente y bien a pesar de eso.
Sin agregar nada más Aiden instruyó a Frederick para hacer eso.
— Esta es la mejor manera de lidiar con esto, Frederick.
Ante las palabras de Aiden, Elisa lo miró con una mirada perpleja en su rostro.
— No tienes que seguir mi opinión ciegamente. Mi padre conoce mucho mejor que yo sobre la propiedad de Serriott.
— No, creo que es una muy buena solución. Frederick, ¿Qué te parece?
— Estoy de acuerdo con el Señor. No hay mejor manera de hacerlo que esta, de este modo ambas partes pueden beneficiarse sin conflicto.
El plan de Elisa fue adoptado sin considerar otras medidas.
Frederick se fue, diciendo que enviaría una carta a la finca.
Elisa miró perpleja la espalda del mayordomo saliendo del comedor.
En Rubelin estaba acostumbrada a captar rápidamente la situación, emitir un juicio y dar órdenes,
Aiden, que supo lo que Elisa estaba pensando, dijo.
— Puedes simplemente liderar a Serriott tal y como has dirigido a Rubelin hasta ahora, Elisa.
— Ahora esta es tu casa, tu gente.
Mi casa, mi gente. Cuando lo escuchó, se dio cuenta de que era miembro de esta familia.
Elisa miró a Aiden dándole palmaditas en el dorso de la mano como para animarla, y dijo con una mirada triste en su rostro.
— Bueno, creo que solo estás tratando de pasarme todo el trabajo a mí...
— Oh, Dios mío, ¿te has dado cuenta?
Aiden aceptó de inmediato las sospechas de Elisa.
Elisa se echó a reír ante su respuesta juguetona. Luego sonrió y fortaleció su voluntad.
— Sin embargo, haré todo lo necesario para complir con mi trabajo, porque es mi deber.
Al ver a Elisa tan decidida, una sonrisa de regocijo se extendió por la boca de Aiden.
Después de la comida, Elisa vagó un rato en compañía del marqués para familiarizarse con la gente y el lugar, un tiempo después decidió volver con el duque Rubelin.
Aun quedaban muchos lugares que no había mirado a su alrededor, pero no quería agotarse ya que estaba a un mes de terminar su embarazo.
— Me retiro, padre.
De pie frente al carruaje, Elisa miró a Aiden y se despidió.
Aiden miró a Elisa como si tuviera algo que decirle, pero no se atrevía a hablar.
Sin darse cuenta de la mirada de Aiden, Elisa subió al carruaje con la escolta de Thompson.
Y cuando estaba a punto de despedirse de Aiden fuera de la ventana, sintió una mirada desde el techo de la casa.
Elisa miró rápidamente hacia atrás. Pero, por supuesto, no había nadie en el techo.
'¿Es debido al cansancio...?'
En el momento en que Elisa inclinó la cabeza, las voces de Aiden y Thompson se escucharon al mismo tiempo.
— ¿Elisa?
— Señora, nos vamos.
Elisa, que recobró el sentido por las voces de los dos, negó con la cabeza como si no fuera nada.
— No es nada. Nos vemos pronto, padre.
— Si. Vayan con precaución.
Con el tiempo, el carruaje del duque Rubelin abandonó el territorio del marqués de Serriott.
Aiden no podía apartar los ojos del carruaje de la duquesa de Rubelin, que se hacía cada vez más pequeño.
Frederick, que estaba mirando a Aiden, aludió.
— ¿Por qué no ha sido honesto con ella? Usted quería acompañarla.
Frederick, que había estado observando el comportamiento de Aiden por toda una vida, sabía que eran cosas que no salía hablar.
Aiden, que conoce el comportamiento de este hombre, negó con la cabeza.
— No quiero presionarla con la carga de mis sentimientos.
— Tal vez ella podría estar deseando que el señor la acompañara.
Aiden se quedó quito pensando las palabras de Frederick. Él no había estando pensando en lo que el corazón de Elisa podría querer.
Frederick le dijo a Aiden.
— La próxima vez, debe hablar primero. Estoy seguro de que ella estará encantada.
Aiden, que había estado viviendo desde su nacimiento como el próximo Papa y cabeza de la familia, no pudo mostrar abiertamente sus sentimientos, y tampoco podía confiar planamente en alguien.
Eran actitudes necesarias para mantener protegido al Papa y al futuro señor de la familia, así que cuando conoció a Yulia, aprendió a expresar sus sentimientos poco a poco para ella, pero cuando Yulia murió, rápidamente tomó sus sentimientos y volvió a ocultarlos.
Fue así por 20 años. Aiden pudo sonreír desde el fondo de su corazón solo después de encontrar a su preciosa hija. Frederick estaba satisfecho con eso.
Aiden le sonrió a Frederick, y dijo.
— Cuando veas las buenas intenciones que hay en Elisa, te agradará.
— Me agrada. ¿Cómo me atrevería a juzgarla?
— ¿Pero no la estás evaluando en tu mente? Si tiene lo necesaria para ser la cabeza de la familia, o no.
Frederick caminó tras su señor sin responder a las palabras de Aiden, solo un poco tarde mientras continuaba siguiéndolo dijo en voz baja.
— Todavía lo estoy pensando, debo ver un poco más.
***
Al atardecer, el carruaje Rubelin, en el que Elisa viajaba, entró en la residencia del duque.
No pasó mucho tiempo antes de que el carruaje se detuviera frente a la mansión. Primero bajó Thompson del caballo, y fue directamente al carruaje.
En el momento en que abrió la puerta, Richard salió de la mansión. Sus ojos estaban ejerciendo una presión silenciosa sobre Thompson para que "se saliera del camino".
Al reconocer el significado, Thompson sonrió ampliamente y le dijo a Richard.
— Nuestro Señor es tan celoso...
Richard arrugó su frente ante las bromas de Thompson.
Argyle, quien rápidamente se dio cuenta de esto, agarró a Thompson por el brazo, pero Thompson sonreía como un hermano que gusta de molestar a su hermanito.
Richard abrió la puerta del carruaje aún lanzándoles miradas desafiantes a Thompson.
— ¿Richard?
Elisa se durmió. Acababa de despertar, por lo que miró a Richard frotándose los ojos todavía somnolientos.
'Vino a mi encuentro, parece un cachorro dando la bienvenida a su dueño.'
— ¿Has tenido un buen viaje?
— Uh, hu...
Richard abrazó con cuidado a Elisa y la sacó del carruaje.
Apoyándose en él, Elisa se dejó sacar del carruaje y miró a Richard con una inclinación de cabeza.
'Huele como el viento.'
El fresco olor que siempre tenía cuando regresaba de volar.
Ahora que lo piensa, su cabello, que siempre está limpio y ordenado, ahora estaba un poco desordenado.
— ¿Dónde has estado?
Era una pregunta sin sentido, ya que le preguntó si había tenido un buen viaje.
Los ojos de Richard temblaron por un momento ante la pregunta, ella lo notó rápidamente.
— No...
Al mismo tiempo que su respuesta, una pequeña hoja pegada en la cabellera negra llamó la atención de Elisa.
— En tu cabello...
En el momento en que Elisa extendió la mano hacia la hoja caída, los ojos de Richard temblaron y pasó una pequeña ráfaga.
Elisa cerró los ojos por el repentino viento.
— ¿Qué le pasa a mi cabello?
Cuando abrió los ojos al escuchar su voz, las hojas en su cabello habían desaparecido por completo.
NOTAS:
La historia originalmente decía 'peaje' pero lo cambie a portazgo porque ese era el impuesto que usaban en aquellos tiempos y sonaba más mamalon. JAJAJA.¡No!
A parte la palabra portazgo engloba más el significado que Elisa intenta darle a su frase.
El portazgo, era un antiguo impuesto, que podía gravar los derechos de tránsito, al pisar terreno del rey o del señor, o al entrar en la ciudad. Este impuesto podía ser eliminado a veces por los señores o reyes mediante la concesión de privilegios de franquicia, ya fuese como medida para facilitar la repoblación, pagar alguna deuda o para favorecer a determinados colectivos, como pueden ser los peregrinos.
Mientras que peaje solo es el pago que se efectúa como derecho para poder circular por un camino.