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5. Embarazada


Después de almorzar, Richard vino a recoger a Elisa como había prometido.

— Elisa.

Cuando llamó a Elisa, que acababa de terminar de prepararse, abrió la puerta.

Richard miró fijamente a Elisa por un momento.

Elisa llevaba un vestido de tela mullida y un sombrero para el exterior. Eran prendas que rara vez se usaban en Rubelin debido al frío y el viento.

Con su piel lechosa, mejillas y labios ligeramente rojos, así como su cabello rubio deslumbrante y ojos verdes frescos, Elisa era como la estación de la primavera misma.

— ¿Richard?

Elisa miró a Richard, que estaba allí parado aturdido, la miraba con asombro.

Lo llamó de nuevo.

Solo entonces Richard recobró el sentido y se acercó a Elisa.

— Vamos.

Elisa vaciló por un momento y puso su mano sobre la mano más grande. Desde pequeños esa era una mano que le sostenía sin dudar, e incluso cuando crecieron la siguió sosteniendo sin mucha emoción, pero hoy se sentía como la mano de un extraño.

Su corazón estaba siendo inundado por cosquillas y un extraño calor que provenía de la firme sensación de la mano que le rodeaba.

'Oh, supongo que estoy emocionada porque no he salido en un tiempo'.

Cuando Elisa trató de salir de la habitación después de Richard, reprimiendo su emoción, Anne, que estaba mirando desde atrás, le pidió a Elisa que usara un chal grueso.

— Que tenga un buen viaje, señora. No se esfuerce demasiado.

— Sí, vuelvo enseguida.

Elisa salió de la habitación después de la despedida de Anne.

Al salir de la habitación con Elisa, Richard sintió una mirada y miró dentro de la habitación.

Por alguna razón, los ojos de Anne mirándolo tenían un fuerte resentimiento.

Richard se preguntó por el por qué de la mirada de Anne, pero la puerta ya estaba cerrada.

Cuando salieron a la puerta principal de la mansión, les esperaba un carruaje con el escudo del duque de Rubelin.

Los dos subieron al carruaje uno al lado del otro. El mayordomo Grayson y los criados los despidieron.

— Que ambos tengan un buen viaje.

No pasó mucho tiempo antes de que el carruaje comenzara a moverse. Dentro del carruaje, solo el sonido de las ruedas girando se escuchaba.

Elisa miró a Richard a los ojos.

Richard estaba mirando por la ventana, parecía estar perdido en sus pensamientos.

'¿Es por lo que pasó anoche...?'

Anoche, Elisa se acostó y pensó el por qué Richard no quiere divorciarse.

Después de pensarlo mucho, la conclusión fue de que la consideraba un familiar y una amiga.

'Entonces, incluso si me evitaba porque se sentía incómodo, debe haber estado preocupado por mi debido a que he estado enferma.'

Si no fuera por esa razón, sus acciones no podrían explicarse.

Elisa, quien llegó a esa conclusión, se sintió perturbada.

'No te estoy pidiendo el divorcio porque quiera'.

Para Elisa, que llegó a Rubellin al nada más poseer este cuerpo, Rubelin era un lugar como su ciudad natal.

Elisa amaba a Rubelin, que era frío pero de buen corazón. Acá estaban todas las cosas que le gustaban.

Su gente favorita, buenos recuerdos, los resultados del trabajo duro.

Y estaba él.

Así como Elisa era familia de Richard, para Elisa, Richard era su valioso amigo y su familia.

'Pero si vamos a evitar un futuro lleno de miseria para todos, tendremos que romper aquí.'

A este paso, ambos podrían morir como en la novela.

Quería mantenerse alejada de esa posibilidad en el futuro.

Sin embargo, Richard, que no conocía los pensamientos de Elisa, parecía no tener ningún deseo de divorciarse.

'¿Qué hacer ahora? ¿Debo de huir a algún lugar?'

Elisa suspiró y se recostó contra.

Tal vez fue porque no podía comer bien que sus náuseas matutinas empeoraron, simplemente daba unos pasos afuera para organizar sus pensamientos, y su cuerpo rápidamente se cansaba.

Elisa se quedó dormida sin fuerzas para continuar con sus pensamientos.

La cabeza de Elisa, que dormía, se movía sin rumbo fijo de un lado a otro.

Luego, de darse un golpe contra la pared del carruaje. Richard la miró al escuchar el sonido.

— Uhhhh...

Elisa frunció el ceño ligeramente, pero pronto se volvió a dormir.

Pero su cabeza todavía temblaba peligrosamente de un lado a otro.

Al verlo, Richard sostuvo la cabeza de Elisa como si la estuviera cubriendo y recostó su cabeza sobre su hombro.

Entonces, mientras dormía, Elisa frotó su cabeza contra el hombro de Richard y se acomodó en una posición más cómoda.

Richard miró a Elisa en silencio.

El peso ligero sobre sus hombros, el pequeño calor que tocaba sus hombros y la respiración superficial en sus oídos le dieron una sensación de estabilidad.

Pero al mismo tiempo, también trajo ansiedad. De repente, esta fue la razón por la que recordó lo que dijo anoche.

'Es hora de divorciarnos, Richard.'

Después de siete años de separación, finalmente regresó a su lado, y ella le dijo que le dejaría, citando su promesa de hace ocho años.

¿Sabes cómo los enemigos y los aliados regresaron del campo de batalla, donde estaban apuntando a sus propias vidas?

'Pero en realidad hemos pasado menos de un año juntos...'

El tiempo que pasaron juntos antes de ir al ejército fue demasiado corto para mostrar todo su corazón, así que si pasaran más tiempo juntos como ahora, ¿sus sentimientos estarían dirigidos a él?.

'... ciertamente lo será.'

Se aseguraría de ser el único que habitara en su corazón.

Richard besó suavemente la cabeza de Elisa.

Los ojos rojos salpicados de obsesión brillaban intensamente.


***


Las ruedas del carruaje traquetearon contra los guijarros que pisaban al pasar.

Elisa, que se había quedado dormida, se despertó sintiendo el traqueteo. Pero algo andaba mal.

'¿Eh?'

Pensó que la pared del carruaje contra su cabeza era algo acogedora, entonces notó que el lugar donde se inclinaba no era la pared del carruaje, sino el hombro de Richard.

Estaba dormida en una posición como si lo hubiera abrazado.

El corazón de Elisa, sorprendido, latió con fuerza. Pero no quería levantarse.

La calidez que la rodeaba era confortable y el abrazo era acogedor y confiable. También tenía ese aroma único que siempre había tenido.

'¿Debería dormir un poco más así?'

A medida que su cuerpo se debilitaba, instintivamente quería apoyarse en él, que era fuerte y seguro.

Cuando estaba a punto de volver a dormir, el carruaje se detuvo.

Poco después, se escuchó la voz del jinete desde el asiento del jinete.

— Su excelencia, señora. Estamos aquí.

Elisa no tuvo más remedio que levantar su pesado cuerpo.

Primero, Richard, que se bajó del carruaje, se acercó a Elisa.

Elisa, tomándolo de la mano y bajándose del vagón, exclamó al ver la vista frente a ella.

— Hermoso...

Bajo un cielo despejado y sin nubes, los arboles de flor de cerezos rodeaban el lago.

Las hojas de los cerezos en flor que revoloteaban cada vez que soplaba el viento parecían nieve, y las hojas de los cerezos en el aire volaban suavemente y caían en el lago claro que reflejaba el cielo.

Elisa, que miraba el paisaje, miró a Richard y le hizo una seña.

Fue hermoso verla sonreír a través del viento y de los cerezos en flor. Después de regresar de la guerra, fue la primera vez que la vi sonreír con tanta alegría.

Ante esa imagen, Richard olvidó lo que estaba tratando de decir y fue directamente hacia ella.

En ese momento, el viento que esparcía los pétalos se detuvo.

— Ah.

Al mismo tiempo, había una ligera decepción en los ojos de Elisa.

La ceja de Richard se arqueó levemente después de notarlo.
Poco después, el viento que sopló nuevamente esparció las hojas de los cerezos en flor. El viento que sopló esta vez era fresco, y no se detuvo, continuó soplando pétalos.

— Vamos.

Richard, que se acercó, tomó la mano de Elisa.

Elisa se sorprendió por el toque repentino, pero la apariencia del balanceo era extraña y lo siguió suavemente.

Sobre todo, los dos, que no odiaron el contacto, caminaron a lo largo del lago frente las flores de cerezo que continuaban danzando en el aire. Era un lugar poco conocido por la gente.

'Deberíamos tener alguna charla.'

Elisa miró a los ojos de Richard y consideró qué preguntas serían adecuadas para hacer.

En ese momento, Elisa, que estaba observando su porte, vio un pétalo en la frente de Richard.

— Richard, espera.

Después de una pausa, Richard reconoció la intención de Elisa e inclinó la cabeza.

El viento agitó su rostro.

Elisa miró inexpresivamente el rostro mientras se acercaba.

Con el cielo azul y con los cerezos en flor de fondo, era un rostro que se destacaba.

'La cara de este marido es como un importante tesoro nacional.'

Otras personas dicen que si estás durante varios años en la guerra, tu cara se dañará mucho al igual que tu espalda.

Las manos de Richard eran ásperas, pero su cara se veía tan blanca y suave como la de persona que nunca había tocado la luz del sol.

— ¿Ya terminaste?

Elisa, que estaba mirando ese rostro con intensidad, recobró el sentido cuando escuchó la voz.

— Oh... sí.

En ese momento, escuchó la risa de niños desde la orilla del lago.

Al oír el sonido, los ojos de Elisa se movieron hacia allí. La mirada de Richard, que solo la miraba a ella, naturalmente siguió su ejemplo.

Dos niños, que parecían tener cuatro o cinco años, jugaban a tirar piedras junto al lago.

Mirando el paisaje, recordó la pregunta que había olvidado por un momento.

Elisa también se escabulló mientras miraba la indiferencia en la mirada de Richard por el paisaje.

— Los niños son tan lindos, ¿no?

— No lo sé.

Como era de esperar, su reacción fue indiferente. La mente de Elisa se impacientó con la respuesta.

Elisa preguntó más directamente.

— Entonces, ¿alguna vez pensaste que querías tener hijos?


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