5. Embarazada
Richard miró la repentina pregunta de Elisa con ojos curiosos
'¿alguna vez pensaste que querías tener hijos?'
No quería un hijo. Sentía una gran aversión por el deseo de toda la vida de Albert.
Sin embargo, teniendo en cuenta el deceso de Albert, no le disgustaba la existencia de un niño.
Es solo que, nunca pensó que tendría un hijo. Cuando pensó en el futuro solo Elisa estaba en el.
Porque ella era suficiente para él. Además, escuchó que el proceso del embarazo y el parto traía una gran tensión al cuerpo femenino. No quería obligar a Elisa, que ya era pequeña y débil, a hacer eso.
— Realmente nunca los he querido. Pero...
Pensó que estaría bien si Elisa quería y si su hijo que se parecía a ella.
Sin embargo, no quería que fuera en este momento. Por el momento, quería tenerla para él solo. Tan pronto como trató de agregar eso, escuchó la voz de Thompson hablando desde atrás.
— Oh, Dios mío, este niño.
Mirando hacia atrás, un bebé que parecía haber comenzado a caminar fue atrapado por Thompson.
— ¡Wow! ¡Ow!
El bebé agitó su mano hacia Elisa. Thompson lo detuvo mientras intentaba acercarse a Elisa.
Una sonrisa se extendió por la boca de Elisa al mirar al niño.
— Creo que quería saludar a su esposa. Lo llevaré con sus padres.
— Entonces tendré que saludarlo. Déjalo ir.
Thompson quedó asombrado por las palabras de Elisa por un momento, pero soltó al niño cuando recordó que Elisa se llevaba bien con los hijos de las jóvenes damas.
El niño, que estaba fuera de las manos de Thompson, caminó hacia Elisa y se desplomó como si la fuerza de sus piernas se había aflojado.
Elisa se asustó y levantó al niño.
— ¿Estás bien, bebé?
Afortunadamente, no parecía haber heridas. El bebé miró a Elisa sin saber por qué se cayó, y la agarró del brazo para ver si se sentía mejor, de repente se rió con un sonido agradable.
— Oh, no lloras cuando te caes. Eres alegre.
Elisa sonrió y sacudió el sucio trasero del niño. Cuando la risa del niño la hizo sentir mejor, un joven que siguió un paso tarde al niño llegó, mostrando signos de arrepentimiento.
— Lo siento, señora. ¿Mi hijo no hizo nada grosero?
— Todo está bien.
Al hombre, que cree que es el padre del niño, le preocupaba no haber ofendido a la dama, inclinó la cabeza y se alejó con el niño.
El niño, que fue abrazado por su padre, miró a Elisa desde la espalda de su padre hasta que la distancia ya no lo permitió.
Elisa sonrió y se despidió del niño. Entonces, de repente, lo recordó y volví a mirar a Richard.
Como era de esperar, miraba al niño y al padre que se alejaban con indiferencia.
***
Los dos regresaron a la mansión antes del atardecer.
Mientras Richard iba a hacer un trabajo urgente, Elisa, que acababa de bañarse, se sentó sola en el columpio del jardín.
Con sus manos envueltas alrededor de la parte baja de su estómago, que todavía es del tamaño de un puño, el aroma de las flores en el jardín mezcladas con el viento la hizo sentir bien, pero el buen aroma no alivió la ansiedad de Elisa.
'Realmente nunca lo quiso.'
Elisa suspiró al recordar la respuesta de Richard durante el día.
Desde su punto de vista, fue una respuesta natural. Ha estado sufriendo el abuso mental de Albert para que se apurara a convenir un hijo para el futuro.
'No debería habérselo dicho a Richard.'
Se esperaba esa respuesta, pero fue desgarrador escuchar de él que no quería un hijo.
Sin embargo, rápidamente cambió de opinión cuando pensó en el libro, que decía que los sentimientos negativos de su madre afectaban a su hijo.
'No te preocupes, cariño. Esta mamá también te amará con el cariño de un papá.'
Estaba tan decidida, en ese momento, Anne que acababa de salir, regresó.
— Señora, tengo los medicamentos.
Anne, que estaba preocupada por Elisa, cuyas náuseas matutinas empeoraban día a día, dijo: Morirá si sigue así.
Anne dejó frente a Elisa un frasco. Había medicina verde en un frasco transparente.
— Es un medicamento a base de hierbas que es eficaz para aliviar los síntomas. Dicen que puede tomar una cucharada antes de comer.
— Gracias — respondió Elisa con el frasco de medicina que le dio Anne.
— De hecho, el mismo medicamento puede no ser de mucha ayuda porque a veces no funciona igual de bien para todos. Entonces lo único que tienes que hacer es aguantar...
— No puedo evitarlo, solo tomaré la medicina.
— Será mejor que ya no dé paseos a partir de ahora. Se debe negar incluso si su excelencia quiere ir. Me preocupa que la dama de repente se caiga.
Anne tocó cuidadosamente la mano delgada de Elisa con una cara llorosa y preocupada.
En ese momento, se escuchó una voz que no debería estar afuera del arco de la puerta.
— Elisa.
Ante la voz repentina, Elisa le miró sorprendida.
Richard estaba parado allí.
— ¿Ri... Richard?
Sus ojos temblorosos la estaban mirando. Escuchó la conversación hace un momento.
'¿Qué tengo que hacer...?'
Mientras Elisa estaba congelada, Richard se acercó y abrazó a Elisa. Y le preguntó a Anne con ojos fríos pero tranquilos.
— Dime qué enfermedad es la que Elisa tiene.
Elisa, que se había congelado por la vergüenza, recuperó el sentido después de escuchar a Richard.
No se dio cuenta de que estaba embarazada, entendió mal, pensando que tenía una enfermedad.
'Qué bueno... ¿verdad?'
Elisa, que pensó eso por un momento, cambió de opinión cuando vio el rostro de Richard.
Los ojos de Richard miraban a Anne como si fuera su enemigo.
Si alguien que no sabía lo que estaba pasando les miraba, podría pensar que Anne fue la que enfermó a Elisa.
— Bueno, eso es...
Anne miró a Elisa con una mirada perpleja, perdiendo la confianza en el final de sus palabras. Le estaba preguntando qué hacer.
Elisa agarró a Richard del brazo apresuradamente.
— No es lo que piensas, Richard.
— Entonces, ¿Para qué es esta medicina?
— No creo que debamos hablar aquí, así que vayamos a la habitación. Te lo explicaré. ¿Bien?
Richard no podía confiar en las palabras de Elisa, pero no pudo rechazar su solicitud.
En cambio, cargó a Elisa en sus brazos. Sorprendida, Elisa puso sus brazos alrededor de su cuello por reflejo.
— ¿Ri... Richard?
Richard salió por el marco de la puerta cargando a Elisa, dejando atrás a la congelada Anne.
Elisa miró a su alrededor para ver si había alguien alrededor y luego movió sus pies hasta el punto de soltarse.
— Déjame. Puedo caminar.
— Usted está...
Elisa dejó de hablar después de escuchar la voz baja de Richard.
Richard miraba hacia abajo con los ojos inyectados en sangre.
Era la primera vez que vio lágrimas formarse al rededor de los ojos del hombre, su corazón se hundió.
— ¿Quieres a ir a algún lugar en donde no esté y morir sola?
— ...
Elisa estaba avergonzada. Parecía pensar que tenía una enfermedad mortal.
— ¿Richard? Algo se malinterpreta...
— No quiero dejarte ir, así que incluso si mueres, muere en mis brazos Elisa.
Una gota de lágrima cayó de sus ojos temblorosos.
Pero al contrario de su rostro llorando, su voz baja parecía querer atarla.
'¡Te hice llorar!'
Elisa se estaba volviendo loca.
'Por cierto, te ves tan hermoso llorando...'
Sus ojos, que siempre habían estado secos sin ninguna emoción, ahora brillaban con una juventud llamativa, y sus largas pestañas húmedas se sumaban a la tristeza.
Se veía bonito, pero verlo llorar por culpa de ella hizo que se sintiera triste y con el corazón roto. Lo primero que tenía que hacer era limpiar esas lágrimas.
Elisa secó las lágrimas de Richard, sintiéndose culpable de haberle roto el corazón.
— No estoy sufriendo de una enfermedad mortal. Es solo... es una pequeña inflamación del sistema digestivo, y se curará rápidamente si me alimento bien. Así que no te preocupes.
Dado que las náuseas matutinas no se pueden ocultar, explico a grandes rasgos que se trata de una gastritis, que tiene síntomas similares.
Luego, sus ojos rojos miraron a Elisa. Verdadero o falso. Sus ojos parecían ser un indicador de que podía reconocer esto.
Elisa trató de sonreírle. Está realmente bien. Créeme. Le dijo a Richard.
Richard, que estaba mirando a Elisa, dijo.
— Entonces yo te cuidaré de ahora en adelante. Estaré a tu lado.
La voz de Richard, que hablaba a su lado, de alguna manera se volvió extrañamente ansiosa.
***
Elisa sudaba en la cama después de cenar.
Richard la cubrió con un montón de mantas para cuidarle, pero la razón principal es...
Elisa, que estaba mirando el dosel en el techo, puso los ojos en blanco y miró hacia un lado.
Los ojos rojos de Richard todavía la miraban.
— ¿Estás incómoda?
— Oh no. No te preocupes por mi.
Elisa rápidamente evitó su mirada y tomó aliento.
'Esto es un inconveniente, es incómodo.'
Richard, que llegó a la habitación de Elisa desde el jardín, no se alejó de Elisa ni por un momento.
La cena también se sirvió en la habitación de Elisa y examinó su dieta.
Afortunadamente, la medicina para las náuseas matutinas de Anne funcionó, así que pudo comer un poco. Gracias a Dios.
Estuvo bien hasta allí. Hasta que dijo que también la cuidaría por la noche.
'Esto es lo que quisiste decir con lo de mantenerme a tu lado.'
Richard dijo que dormiría en la cama de Elisa.
"Mi esposa está enferma y, por supuesto, este esposo la cuidará toda la noche."
En realidad, no está enferma, e incluso si estuviera enferma, él no es médico, por lo que aunque dijera que va a dormir a su lado no está preparado para ninguna eventualidad.
Incluso intentó disuadirlo, pero se subió a la cama y se acostó a su lado.
Era una molestia, pero ya no pudo alejarlo más porque era un sentimiento que apreciaba.
Era cuestión de tiempo antes de que la descubriera.
Las náuseas matutinas se curarán gradualmente con el tiempo, pero para entonces, sería difícil seguir mintiendo porque su vientre comenzaría a crecer.
Si no le decía, podría vivir sin saberlo, pero ya no podría volver después de que Richard se enterara de la existencia del niño, así que no quería esa situación.
'Es desgarrador que vivas con un doloroso sentimiento de odio, quiero que seas feliz...'
También quería que el niño en su vientre creciera feliz sin ser odiado por su padre.
Entonces solo había una forma.
Elisa, que había tomado una decisión, cerró lentamente los ojos mientras miraba el rostro de Richard, que había cerrado los ojos.
No habría historia que contar si la gente dejara a Richard terminar sus frases. xD