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8. Seamos pareja


Elisa, que regresó a la residencia del Duque después de arreglar los asuntos del templo, se bañó y puso en marcha su plan.

Después de que Elisa despidió a todos los sirvientes, ella sacó la ropa que había preparado a un lado del baño.

'Uf, finalmente estoy usando esto.'

La ropa que sacó Elisa era de tela fina con los hombros descubiertos.

A diferencia de los pijamas grandes y cómodas, este traje fue diseñado para pegarse y revelar la curvatura de su cuerpo.

Además, la tela era casi transparente, por lo que a primera vista se reflejaba la silueta y el color de la piel.

'¡El ambicioso trabajo de Anne's Boutique para este verano! ¡El pijama que promete una noche calurosa de verano!'

Ella misma fue a la boutique hace unos días para comprar esto para hoy.

Si es otro tipo de ropa puede pedir que vengan a la residencia del Duque y comprar todos los productos que quiera, pero le dio vergüenza comprar este pijama frente a los ojos de las sirvientas.

Pero cuando se lo puso, hubo un problema.

'Bueno, creo que mi vientre es demasiado prominente'.

Cuando usaba un vestido, todavía no se notaba, pero cuando se puso la pijama delgada, su vientre se notó.

Esta no era la sensación seductora que había pensado: 'Escuché que cuando a el vientre sobresale de la esposa, los maridos pierden sus deseos... '

¿y si Richard también es así?

Elisa recordó la historia que escuchó un día. De todos modos, ahora no puedo arrepentirse.

Elisa llegó al dormitorio con una bata de cama sobre su pijama. Sin embargo, vaciló, incapaz de abrir la puerta.

Cuando pensó en pararse frente a él vistiendo así, estaba más tensa que cuando Albert la obligó a unirse a Richard.

Elisa sacudió estos pensamientos con el corazón palpitante.

Richard es su esposo y esto es algo natural entre las pareja.

Después de unas cuentas respiraciones profundas, abrió la puerta. Y entró a la habitación.

La sutil luz de la piedra luminosa sobre la mesa iluminó la habitación.

Como de costumbre, Richard estaba sentado en el sofá, revisando los documentos y esperando a Elisa. Una sombra tenue se proyectaba sobre los suaves pectorales que se podían ver a primera vista bajo su camisa.

Elisa tragó saliva sin siquiera darse cuenta.

Sin conocer los verdaderos sentimientos de Elisa, Richard se levantó de su asiento y se acercó a Elisa.

—  Vamos a la cama.

—  Ahora, espera un minuto, me quitaré esto...

Elisa se deslizó fuera de él tratando de quitarse la bata. Se reveló el delgado pijama en el interior.

Entonces, los ojos de Richard, que habían estado mirando a Elisa, comenzaron a temblar. Sin embargo, rápidamente capturó su expresión y frunció el ceño arrugando sus hermosas cejas.

—  ¿Esa es ropa nueva?

—  ¿Eh?... ¿No te gusta?

Richard se sorprendió por la vacilación de Elisa ante su reacción.

Recordó que no hace mucho, cuando mintió acerca de la ropa, hizo llorar a Elisa.

Su corazón aún se hunde cuando recuerda a Elisa llorando tristemente.

Se sintió culpable, como si se hubiera convertido en el peor hombre del mundo.

No quería hacer que esos ojos derramaran lagrimas de tristeza una vez más.

sobre todo, porque la apariencia de Elisa con esa ropa, que revelaba la curvatura de su cuerpo, era realmente hermosa.

Así que podía decirlo honestamente sin pensarlo mucho.

—  No es eso, es bonito. Te queda bien.

Elisa escuchó lo que quería oír, pero su mueca aún era amarga.

'Pero  por qué tu expresión es tan estoica'.

Richard, que no sabía los deseos de Elisa, habló con cuidado.

—  Es bonita, pero la ropa es un poco... traslucida.

—  Es verano ahora, así que lo compré porque hacía calor.

Elisa hizo una excusa plausible, ocultando su verdadero propósito de comprar este pijama. Nunca podría ser honesta sobre esto.

Creyendo que las palabras eran sinceras, Richard volvió a poner la túnica que Elisa se había quitado sobre sus hombros.

—  Pero todavía hace frío por la noche.

Elisa estaba tan frustrada que se estaba volviendo loca.

'Pero cómo vas a creer que lo que digo es enserio ¡Tú idiota!'

¿Está fingiendo que no lo sabe o realmente no lo sabe?

En este punto, Elisa consideraba que estar esperando a Harness era todo un milagro.

Elisa se mordió los labios con firmeza con una expresión malhumorada, era imposible cambiar su expresión en poco tiempo.

Su plan no tuvo el final que quería. Elisa se inclinó sobre la cama.

Antes de acostarse, todas las noches, Richard solía masajearle el vientre con crema y charlar con el bebé.

Ahora era el momento de hablar con el bebé.

Elisa miró cuidadosamente a Richard, quien untó la crema en su vientre.

Si lo miraba a los ojos podría ser capaz de tentarlo de alguna manera juguetona.

'Mírame. ¡Mírame!'

Cuando le estaba enviando señales con todo su corazón, Richard levantó los ojos como si hubiera escuchado ese pedido. Justo en ese momento, los ojos de los dos se encontraron.

Los ojos, rojos bajo sutil luz de piedra luminosa, brillaban de manera muy seductora.

—  Richard... 

Tan pronto como Elisa trató de llamarlo, inmediatamente Richard miró hacia abajo y miró su vientre.

—  Creo que ha tenido dolores de estómago en estos días.

Luego tocó suavemente el estómago y le habló al niño en el vientre.

—  ¿Comiste mucha comida deliciosa hoy? ¿La pasaste bien con tu mamá?

Elisa respiró hondo al ver a Richard.

'¡Idiota despistado!'

Normalmente, le frotaba el estómago con cuidado con sus grandes manos.

En otros días esto hace sentir cómoda a Elisa, pero la Elisa de hoy estaba muy incómoda.

'¿Debo enviar una señal más directa?'.

Elisa trajo sus libros relacionados con el embarazo esta tarde.

Todas las noches leía sobre ellos, y a Richard no le parecía extraño porque también él había escuchado junto a ella las historias prenatales, así que habían estado leyendo libros sobre embarazos juntos.

Elisa abrió el que ella había leído hoy y se lo puso en la mano.

[ "La mayoría de las mujeres tienen bajo libido después del embarazo, pero a veces tienen más libido. Esto puede ser causado por hormonas que convierten a una persona que tiene deseo sexual en una persona que no lo tiene, y viceversa." ]

—  Hay muchos hombres que, cuando sus esposas están embarazadas, su deseo sexual por ellas disminuye. Por eso dicen que es difícil si esta parte del asunto no se trata…

Escuché eso, ¿y tú?. Elisa susurró.

Pero la respuesta de Richard a esa declaración fue...

—  ¿En serio?

... eso fue todo. La actitud de Richard era como si estuviera escuchando la historia de otras personas, y Elisa cerró el libro con decepción.

—  Me voy a la cama ahora. Estoy cansada.

Luego se acostó sola en la cama primero, y después de un tiempo, escuchó esa malvada voz que no entendía sus emociones.

—  Buenas noches.

Pensó que no podría quedarse dormida debido a su molestia hacia él, pero se quedó dormida rápidamente porque estaba cansada.

Al poco tiempo, se escuchó la respiración uniforme de Elisa.

Richard miró a Elisa, que se había quedado dormida dándole la espalda.

Un doloroso suspiro salió de la boca de Richard, mirando a Elisa, que se había quedado dormida sin conocer el mundo.

[NT. Expresión para decir que está durmiendo como un tronco, o sea, muy profundo.]

—  ... ¿Por qué te preocupan esas cosas si eres tan bonita?

De hecho, desde el momento en que la vio deslizando su bata, fue cautivado, teniendo que respirar pesadamente.

Una vez más tuvo el sentimiento impulsivo que siempre ha sentido, pero se había estado controlando, prefiriendo hacer como que no lo notaba.

Ese deseo que lo impulsaba a masticar y tragar esos indefensos labios rojizos, y dejar su huella en su piel blanca toda la noche, eran peligrosos.

Sin embargo, al mismo tiempo, se sintió culpable y se sentía como un animal al querer codiciarla así, cuando ella estaba luchando en su embarazo.

Así que ha estado reprimiendo su deseo todas las noches y escondiéndolo. Esta noche sucedió lo mismo.

Richard pensó, acariciando cuidadosamente las suaves y blancas mejillas de Elisa.

'¿Cómo puedo calmarme cuando veo esto?'

Un corazón que no ama del mismo cuando ve a su esposa embarazada. Él no puede entender esa forma de pensar de esos hombres en absoluto.

Por supuesto, estaba preocupado por ella, pero aparte de eso, se llenaba de emoción cada vez que la veía.

Más bien, cuando la vio llevando a su hijo, tuvo la extraña sensación de que se había convertido en su esposa, lo que le hizo más ansioso.

Quería hacer un lío lloroso de ella. Quería dejar una marca de que era completamente suya.

Siempre que le asaltaban estas aspiraciones peligrosas, Richard ponía la mano sobre el vientre de Elisa y reflexionaba sobre esto.

Ella y a su hijo creciendo en su vientre, son a quienes necesita proteger.

Sin embargo, Elisa, que no era consciente de lo que sucedía en su cabeza, se hundió en sus cálidos brazos juntando sus pieles.

El cuerpo de Richard se endureció por las acciones de Elisa.

—  Uff...

Richard, que sostenía a Elisa, dio un suspiro de angustia, no pudo aguantar y se levantó. 

Y fue al baño como siempre.


***



Elisa se despertó repentinamente al amanecer, cuando aún había algo de oscuridad.

Parpadeó un par de veces, y pudo ver a Richard todavía durmiendo.

A excepción de su cabello ligeramente despeinado, su rostro dormido era hermoso. Parecía que no se había acostumbrado a verlo toda vía.

'Como se era de esperar, esa es una buena cara para la educación prenatal matutina...'

Cuando vio esa cara, el salvajismo que sintió anoche por él desapareció como nieve que se derrite.

Elisa, que estaba apreciando ese rostro, extendió su mano y le acarició la mejilla.

Esa cara que parecía poco se realista se sintió más real ahora que estaba al alcance de su mano.

Entonces, la mano de Elisa, que acariciaba la mejilla, rozó esos labios. Los suaves labios se estremecieron.

Cuando Elisa tuvo prisa por retirar su mano, una mano grande la agarró.

Al mismo tiempo, los ojos de Richard, que estaban cerrados, se abrieron, revelando sus brillantes ojos rojos.


Maldita sea Richard, date cuenta...


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