EXTRA 1. Cómo curar las cicatrices.
Elisa y Richard se tomaron de la mano y caminaron hasta el final del pequeño pueblo del lago.
A medida en que salían del pueblo, había menos personas y apareció un pequeño parque ubicado en la orilla del lago.
Había columpios y balancines hechos de troncos, probablemente era el lugar donde jugaban los niños del pueblo.
Elisa señaló el parque y dijo.
— Vamos allí y luego regresemos.
— Está bien.
Richard miró a Elisa mientras caminaba, sus manos entrelazadas se movían de un lado a otro.
Elisa estaba feliz a pesar de que solo caminaban tomados de la mano mientras comían dulces.
Al contrario de lo que dijo antes sobre las flores de cerezo, en este momento no había señales de temblor o ansiedad al mirar las flores de cerezo.
Al ver a Elisa feliz, Richard suspiró aliviado mientras se culpaba a sí mismo.
'Debería haberlo notado antes'.
Elisa dijo que comenzó a sentirse ansiosa cuando la primavera llegó y las flores de cerezo florecieron, pero de hecho y sin saberlo, esta cicatriz debe haberla estado atormentando desde el momento en que él murió hace un año.
No parecía estar enterrado en una ajetreada vida cotidiana y recuperar la felicidad, pero debió quedar como una cicatriz.
Bajo la ajetreada vida cotidiana y la felicidad recuperada esos recuerdos quedaron enterrados, pero dejó cicatrices.
Richard estaba desconsolado por eso. Él nació con un destino duro y Raymore fue quien hizo el mal, entonces ¿por qué Elisa la que estaba herida y sufriendo?
Pero fue muy sencillo curar la herida.Si se mantiene a su lado, aunque sea como cualquier día normal, Elisa ríe todo el tiempo.
Así que, durante el último año, Richard no se ha apartado de Elisa sino es necesario.
No, más bien, no se apartaba de su lado excepto cuando estaba en el Palacio Imperial.
Pero para Elisa, no había nada peor que ese tiempo en el que estaban separados.
Richard estaba feliz de que Elisa lo necesitara, pero no quería que lo necesitara de esa manera.
Al enterarse del trauma de Elisa, Richard decidió ocuparse de los asuntos del Palacio Imperial en la residencia del duque tanto como le fuera posible.
Algunos expresarán su descontento con el regente, diciendo que está siendo arruinado por su esposa y descuidando el trabajo, pero esas palabras eran infundadas cuando mostraba su trabajo.
Por encima de todo, la estabilidad de Elisa era más importante para él que las palabrerías de esas personas.
Richard estaba dispuesto a hacer lo que Elisa quisiera.
Excepto uno. Tener un hijo.
Elisa dijo que quería un segundo hijo.No podía aceptar eso de buena gana, y la razón por la que no quería un hijo era, porque iba a ejercer mucha presión sobre el cuerpo de Elisa.
Sin embargo, al ver a Elisa sufrir el trauma de hace un año, pensó que podría estar equivocado.
Así como su elección de aquel día, que pensó era por el bien de ella, fue egoísta, su renuencia a concebir también puede ser egoísmo.
No quiere que continue sufriendo.
'Cuando regrese al reino, tendré que pensarlo seriamente'.
En el momento en que Richard pensó eso, Elisa, que llegó al final del parque, se dio la vuelta y lo miró.
— ¿Qué estás pensando? Tienes una expresión tan seria.
Richard respondió con una sonrisa.
— Pensando en el pasado.
— ¿En el pasado?
— Las floreces de cerezo no eran algo que me impresionaran hasta antes de terminar la guerra.
— ...
— La flor que floreció en abundancia sobre las innumerables muertes en el campo de batalla fue más extraña que hermosa.
Un paisaje donde conviven la muerte y la vida. No era un recuerdo particularmente aterrador para él, que había vivido en el campo de batalla durante mucho tiempo y había visto muchos más espectáculos terribles, pero tampoco era muy agradable.
— Cuando regresé del campo de batalla y, te vi a ti y a las flores de cerezo, me di cuenta de la belleza de esas flores.
— Ahora, cuando veo flores de cerezo, lo primero que me viene a la mente eres tú, no el campo de batalla. Tú sonrisa es más bonita que cualquier flore de cerezo floreciendo. Y...
Richard agregó, presionando su frente contra la pequeña frente de Elisa, quien frunció el ceño angustiada por los comentarios sobre la guerra
— Estoy seguro que ahora lo que vendrá a mi mente es el día de hoy.
Richard susurró a corta distancia, como si en cualquier momento, fuera a besar a Elisa.
— Cubriré tus recuerdos con recuerdos felices, Elisa.
Elisa lo miró medio poseída.En una noche de luna, un hombre hermoso con ojos más amistosos que nunca bajo un cerezo desparramado y susurrando en voz baja.
En una noche de luna, bajo los cerezos dispersos, un hermoso hombre con ojos más amistosos que nunca, susurró en voz baja.
Mi esposo. Como de costumbre, Elisa colocó su mano sobre el pecho izquierdo de Richard.
Pum. Pum.
Podía sentir el sonido de latidos del corazón correr más fuerte de lo habitual.
La frente de Richard, que fue estimulado por el toque, estaba levemente fruncida, pero incluso con el ceño fruncido a Elisa le pareció muy lindo.
Al verlo así, pensó Elisa.Como él dijo, justo ahora, mientras veo las flores de cerezo, ningún recuerdo triste viene a mí.
Estaban tan cerca el uno del otro que podían sentir sus alientos entrelazados, y lentamente cerró los ojos y se acercó a él. Elisa lo miró fijamente y cerró lentamente los ojos.
Pero incluso después de esperar un rato, sus labios no se tocaron.
Elisa abrió los ojos preguntándose qué pasó. Entonces, vio a Richard, quien frunció el ceño ligeramente.
— Se siente un poco extraño porque no hay interrupciones.
Elisa, parpadeó un poco porque no sabía lo que significaba, cuando se dio cuenta de que 'la interrupción' se trataba de Harness, se echó a reír.
No solo era ella, sino que él también estaba acostumbrado a ser tres en lugar de dos.Elisa le sonrió a Richard y le preguntó.
— ¿Volvemos con nuestro bebé?
A pesar de su amor por Harness, Richard, que siempre busca oportunidades para estar solo con Elisa, encontraba absurdo el hecho de que ahora quisiera regresar.
Finalmente, se rió y asintió.Los dos caminaron hacia el pueblo para regresar a la villa.De pronto, una repentina gota de agua cayó sobre la mejilla de Elisa.
— ¿Eh?Richard, que de igual forma fue golpeado por una gota, estiró la palma de su mano.
Tod. Tod.
Gotas de lluvia que caían, una, dos, más y más gotas, y pronto se convirtió en lluvia.Richard rápidamente se quitó la chaqueta y murmuró, cubriendo la cabeza de Elisa.
— Deberíamos correr.
Elisa asintió. Richard tomó la mano de Elisa y corrió hacia la villa.
Detrás de ellos, los pétalos de flores de cerezo golpeados por la fuerte lluvia cayeron y cubrieron el mundo de blanco.
***
Había bastante distancia desde el final del pueblo hasta la Villa Rubellin.
Los dos llegaron a la villa mojados.La criada y el mayordomo de la villa los saludaron con preocupación.
— Envié a alguien para que los trajera a los dos, supongo que los caminos se han cruzado.
Las criadas les entregaron toallas secas.
— Señora, he preparado un baño.
— Gracias. ¿Qué tal está Harness?
Elisa tomó la toalla y buscó primero al niño.
— El joven maestro cenó temprano, jugó un rato y se durmió.
Al escuchar que Harness se durmió después de jugar, Elisa y Richard subieron al dormitorio del tercer piso con tranquilidad.
Sin darse cuenta ambos comenzaron a desvestirse. Sus ropa empapada estaba helada y se sentía incómoda, así que solo querían poder quitárselas rápidamente.
El vestido que Elisa usó para ocultar su estatus de nobleza estaba diseñado para llevar una cinta delante de su pecho.
Elisa quería desatar la cinta, pero debido a que la cinta se había mojado estaba apretada, así que le estaba costando.
Cuando Elisa, que había estado quejando por eso, miró hacia atrás para pedir ayuda a su doncella como de costumbre, se encontró con Richard en su lugar, que ya se había quitado la camisa.
— Oh...
En ese momento, el rostro de Elisa se puso rojo.
Intentó actuar con naturalidad mientras intentaba desvestirse.
Él es su esposo, y ya han visto sus cuerpos desnudos innumerables veces, pero por alguna razón, le avergonzaba el desvestirse delante de él.
Más aún cuando miraba sus brillantes ojos rojos.
Elisa se apresuró a evitar su mirada y dijo, dándole la espalda.
— Creo que me llevará algo de tiempo, báñate primero.
Fingió desatar la cinta y esperó a que Richard entrara al baño.
Sin embargo, él no se movió de donde estaba.
No se atrevía a quitarse la ropa delante de él, así que estaba jugueteando con la cinta, de pronto, un cálido calor la rodeó.
— Lo haré por ti.
Richard abrazó a Elisa por detrás y comenzó a desatar la cinta al rededor del pecho de Elisa.
Cada vez que la mano grande aflojaba la cinta, una corriente de calor hacía que Elisa se estremeciera.
Pero no podía dar marcha atrás o evitarlo.
Detrás de su espalda había un cuerpo firme que irradiaba calor.
Ese cálido y suave toque, el sonido de la respiración detrás de su oreja, todo eso era terriblemente estimulante.Los ojos de Elisa parecían dar vueltas y vueltas.
Como si estuvieras embriagada por la sensación. Mientras Elisa estaba congelada tratando de ocultar su respiración acelerada, la cinta finalmente se desató.
— Está hecho...
En el momento en que Elisa se sintió aliviada de salir de sus brazos, Richard giró ligeramente la cabeza de Elisa y la besó en los labios.
Con sus brazos rodeó a Elisa por la cintura para que no pudiera escapar.
Como si su paciencia hubiera llegado al límite mientras desataba la cinta, Richard bebió de los labios de Elisa, más sediento que nunca.
— Sí, um... Richard...
Elisa, que comenzó a quedarse sin aire, alejó su pecho, Richard retiró los labios inesperadamente con suavidad.
Luego, la abrazó de inmediato y se dirigió a la cama.
Contrariamente a sus movimientos apresurados, con cuidado acostó a Elisa sobre la cama y sostuvo su rostro.
— Ri... Richard...
Richard observó a Elisa, ella lo miraba con curiosidad en los ojos, y luego dijo.
— ¿Cuándo me comerás? cuando estás temblando así, no puedes fingir que no lo sabes.
Cabello mojado, ojos llorosos, cuerpo mojado, voz temblorosa.
En este momento, todo sobre ella lo volvía loco.
Richard, que de alguna manera hoy tuvo más dificultades para controlarse, rozó sus labios en la parte posterior del cuello de Elisa e inhaló su aroma.
Cuando el cálido aliento la tocó, el cuerpo de Elisa tembló.
Así como ella, que sufre los estímulos que le da cada vez pero no puede adaptarse, él tampoco se ha adaptado a ella.
La misma expresión, la misma voz y la misma reacción eran sutilmente diferentes.
Sólo yo en el mundo debería saber la diferencia.
Richard comenzó a codiciarla con más urgencia que de costumbre.
En ese momento, le vino a la mente algo que había olvidado.Pero no pudo controlarse.
— Ja, mierda.
Parecía que estaba borracho con algo, a pesar de que no había estado bebiendo.
Estaba completamente intoxicado por ella.
Hasta el punto en que pensó que había sido hechizado.
El pensamiento no duró mucho. Pronto fue absorbido por completo por ella, y en medio de la lluvia de primavera que se desvanecía, apareció la luna llena detrás de las nubes oscuras.