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Cómo curar las heridas.


Llovió toda la noche. La repentina lluvia de primavera hizo que los cerezos en flor que habían florecido maravillosamente cayeran.

Al caer las flores del cerezo, solo quedaron las hojas verdes de donde brotaron las flores.La niñera, que estaba mirando los cerezos afuera de la villa, dijo con pesar.

— Oh, todas las bonitas flores cayeron de la noche a la mañana.

En un reino ocupado, no había tiempo para lamentar la pérdida de flores, pero en la tranquilidad y serenidad de la villa, se notó.

Anne, que disfrutaba de la tranquila mañana en la villa después de estar siempre ocupada en la mansión, bebió leche tibia y miró por la ventana.

— Pero aunque las flores de cerezo han caído, sigue siendo bonito. Da la impresión de que hubiera nevando.

Al escuchar a Anne, la niñera volvió a mirar hacia fuera.

Esta vez, se concentró en las flores de cerezo que habían caído de los árboles.

Como dijo Anne, las flores de cerezo que cayeron por la lluvia primaveral cubrían a lo largo.Realmente parecía nieve.

— Hmm, tienes razón. Se desorganizaría si la gente lo pisara, pero creo que por ahora es bastante romántico.

Anne, la niñera y las demás sirvientas compartían ese sentimiento de romance mientras miraban la hermosa vista de las flores, muy diferente al del reino. En ese momento...

— Mamá...

Harness, que se despertó después de un largo y agradable sueño, se frotó los ojos en su cama.La niñera se acercó rápidamente al niño.

— Joven maestro, estás despierto. Es la primera vez que vienes a la villa ¿Has dormido bien.

— Hmm...

— ¿No tienes hambre?

— ¡Mamá!

Harness preguntó por su madre antes de desayunar.

Por lo general, en las mañanas primero desayunaba y después buscaba a su mamá, pero tal vez porque no vio a Elisa desde ayer temprano por la noche, es que preguntó por ella tan pronto como despertó.

Sin embargo, Elisa y Richard regresaron tarde a casa y se habían ido a dormir inmediatamente después de regresar, por lo que había una alta probabilidad de que todavía estuvieran dormidos.

La niñera abrazó a Harness quien preguntaba por su mamá.

— Tu mamá y papá regresaron tarde por la noche, deben seguir durmiendo, lo mejor es que te prepare algo para desayunar.

— Desayuna primero y juega con nosotras, joven maestro.

Las sirvientas intervinieron e intentaron distraer a Harness.

Afortunadamente, Harness era un niño tranquilo, mientras no intentaran robarle a Elisa, así que las siguió con calma.

Sin embargo, cuando Elisa y Richard no se presentaron después del desayuno, Harness volvió a preguntar por su mamá.

— ¡Mamá!

Caminaron con Harness al rededor de la villa para buscar a Elisa.

— Aww, ¿es por qué tu madre y tu padre aún no se han despertado? Que el joven maestro los está buscando ansiosamente.

La niñera estaba abrazando al niño, ansiosa de que Harness se pusiera llorar, en ese momento escucharon pasos venir desde el tercer piso.

Los ojos de Harness brillaban cuando escuchó el sonido.

— Mamá.

Harness revoloteó fuera de los brazos de la niñera y se tambaleó hacia las escaleras.

Lamentablemente, la persona que bajó del tercer piso era la criada que había ido a entregar el desayuno a la pareja.

Cuando la niñera miró a la criada, la criada, que reconoció la pregunta tácita, titubeó y respondió con una expresión de estar recordando.

— La señora está durmiendo, y su excelencia... me dijo que no dejara entrar a nadie.

La niñera se sonrojó entendiendo el significado y asintió levemente con la cabeza. En los días que Richard no iba al palacio Imperial, esos dos rara vez salían de la habitación.

Hoy no era la excepción. No, eso era lo normal ya que habían venido de vacaciones lejos del palacio imperial. La niñera abrazó a Harness, que miraba constantemente las escaleras del tercer piso, preguntándose si su madre bajaría.

— Supongo que el hermanito del joven maestro nacerá pronto.

— ¿Oh?

Harness inclinó la cabeza porque no sabía qué era "hermanito".

La niñera miró a Harness pensando que era lindo, fue a la habitación de Harness y recogió la ropa de Harness.

— Mientras tanto, vamos a dar un paseo, joven maestro.

Cuando escuchó que iría a un paseo, los ojos de Harness, que había estado esperando a su madre todo el tiempo, brillaron.


Como si no fuera suficiente que Richard la hubiera atormentado toda la noche, cuando Elisa se despertó por la mañana, fue nuevamente envuelta por él y tomada otra vez, por lo que se durmió de nuevo exhausta. Richard miró a Elisa que dormía en sus brazos, encontró lágrimas en sus ojos y se las secó con los labios.

— Oh...

Elisa, que lo sintió, frunció levemente el ceño en su frente, pero ella no se despertó, tal vez porque no durmió bien en toda la noche.

Aunque no hubo mayor cambio en la durmiente Elisa, Richard la miró en silencio como si algo grave fuera a suceder si apartaba los ojos de ella aunque fuera por un momento, y soltó un gemido mezclado con palabras groseras.

— Eso fue una locura...

Anoche, Richard, que estaba tratando de estar con Elisa, estaba intentando recordar la cosa que había olvidado.

El día anterior no tomó la píldora anticonceptiva. Eso fue.

Hace dos días, el duque de Rubelin y su grupo, partieron de Akaroa hacia Rudea, se quedaron en una finca cercana.

Tal vez porque el viaje fue arduo, Elisa se durmió tan pronto como llegó al castillo más cercano.

La chaqueta con anticonceptivos estaba en el maletero del carruaje que la criada empacó, pero Elisa se había dormido en sus brazos, por lo que no pudo levantarse de su asiento.

Eventualmente, Richard se durmió abrazando a Elisa, pensando que tendría que aguantar el día de mañana.

Pero al final, el accidente ocurrió ayer.

Cerca del amanecer, después de que Elisa, exhausta, se durmiera, Richard tomó el anticonceptivo, pero ya era agua derramada.

'El adivino dijo que tendría hijos en el invierno.'

Si es cuando el mundo está cubierto de blanco, definitivamente es por la nieve del invierno.

Ayer no creía en los adivinos, pensando que eran estafadores, pero hoy decidió creer en los adivinos.

A pesar de su apariencia tranquila, realmente se estaba culpando en este momento, de pronto se escuchó un golpe y la criada entró en silencio.

Estaba preocupado por Elisa, que dormía sin comer nada a pesar de que ya era la hora de la comida, así que ordenó que trajeran alimentos ligeros.

La criada salió silenciosamente de la habitación dejando la comida en una mesa lejos de la cama.

Pronto, el olor a pan recién horneado y jarabe dulce se extendió hasta la cama. Si lo huele, Elisa se despertará.

Después de esperar un rato, Elisa abrió los ojos como esperaba.

Richard saludó a Elisa por la mañana, besándola en la frente.

— Buenos días, Elisa.Elisa logró abrir sus ojos soñolientos y murmuró.

— Huele delicioso...

— ¿Quieres un poco?

Cuando Elisa asintió, Richard la arropó con una manta y se dirigió a la mesa.

En la mesa había pan, sopa, ensalada y waffles sencillos pero deliciosos.

Richard puso diligentemente todo, desde la sopa, el pan y los waffles en la boca de Elisa, uno tras otro.

Elisa comía la comida que él le daba con los ojos entrecerrados.

Las primeras veces, después de una larga noche, le avergonzaba mucho que él le diera de comer.

Sin embargo, terminaba tan exhausta que no quería mover ni un dedo, así que no pudo evitarlo.

Después de acostumbrarse, el que él la alimentara se sentía natural.

Era bueno verle darle de comer mientras ella lloriqueaba sin razón y se quejaba de lo rudo que había sido con ella en la noche.

Estaba feliz de sentir su amor hacía ella en esas cosas triviales de la vida cotidiana.

Sentía lo mucho que le amaba. Por supuesto, después de comer, tuvo que volver a aceptar su amor desbordante por todo su cuerpo.

— Ya no quiero comer.Elisa empujó un trozo de waffle que Richard le dio.Richard puso el waffle en su boca, y regañó a Elisa.

— Ni siquiera comiste mucho. Come un poco más.

— ¿Me estás tratando de engordar para comerme?

— Me descubriste.

Su mueca para nada era una en la que se sintiera preocupado por ser descubierto, sino más bien como si estuviera deseando ser atrapado.

Eventualmente, el último trozo de waffle desapareció en su boca.

El jarabe de arce se extendió por sus labios.

Elisa lo miró fijamente, Richard le limpió el jarabe de arce de sus labios con el dedo índice.

Luego, Richard lamió el jarabe manchado en su dedo.

— Oh.

Elisa se congeló por la extraña sensación al ver eso, Richard, que la miraba fijamente, inmediatamente la besó en los labios.

Sus labios sabían a jarabe de arce que lamió de sus dedos.

Estaba caliente y dulce. Richard abrazó a Elisa y la volvió a poner en la cama.

Elisa, que sabía lo que significaba, se quedó atónita.

'¿Esto es resistencia inhumana?'

La fuerza física de su esposo no así de sorprendente todas las noches, pero justo ahora daba miedo.

Elisa se alejó de él, cubriéndose con una manta que era demasiado frágil como para protegerla de él.

— Eres... un verdadero monstruo.

Richard subió a la cama sonriendo.

¿Acaso no sabe qué es el instinto animal de perseguir y atrapar a la pesa que escapa?

¿Por qué tales instintos le estimulan más?

¿O es que lo hace a propósito para estimularle?

Richard agarró la cintura de Elisa sin darle tiempo a huir y la encerró en sus brazos, susurrando.

— Es mi esposa quien me obliga a hacer eso.

E inmediatamente besó sus labios.

Elisa, que hace un momento se había mostrado tímida empujándolo, rápidamente lo abrazó por la espalda sin perder más tiempo.

De este modo sentía su calor más claro que nunca y sabía que estaba vivo.

Estaba constantemente diciéndole que estaba vivo.

Hasta el punto en que no pensaba más en aquellos recuerdos dolorosos.

'Ahora, incluso si abro o cierro los ojos, solo pienso en ti'.

Elisa cerró los ojos pensando eso.La temperatura en la habitación, que apenas se estaba enfriando, volvió a calentarse.


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