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Cómo ocultar al hijo del Emperador



Después de agregar las gotas para los ojos, colocó el frasco del medicamento en el estante para evitar que se rompa.

Theor, que estaba levantando suavemente la cabeza mientras le ponían la medicina, preguntó, mirando cuidadosamente la botella de medicina que Astella llevaba.

— Si no me pones el medicamento, ¿volverán a ser rojos mi ojos?

— Sí, pero no se lo puedes decir a nadie. Lo sabes, ¿verdad?

Theor, que solo había escuchado en voz baja, preguntó de la nada.

— ¿Por qué no puedo decirlo? Si son rojos, ¿son malos?

— ¿Qué?

Astella miró a Theor con asombro. Theor se aferró al borde de la bañera y miró al Astella.

Los ojos azules, como joyas, la miraron inocentemente.

Esa mirada inocente dejó a Astella perdida por un momento antes de responder.

Mientras ella aún miraba a su hijo en silencio, Theor nuevamente le preguntó con voz inocente.

— El Emperador también tiene ojos rojos. ¿Por qué no puedo tener los ojos rojos?

Astella estaba sin palabras. Su corazón se había congelado.

Theor no conocía los detalles, pero entendió la necesidad de cambiar el color de sus ojos frente a los demás.

Siempre lo había hecho, lo creía normal y obedecía cuando se lo pedía. Era la primera vez que preguntaba el por qué tenía que hacerlo. 

"Está creciendo."

A medida que un niño crece, naturalmente se encuentra cuestionando su entorno.

Preguntan por el qué de lo que antes fácilmente obedecieron cuando eran jóvenes.

"Sabía que no me escucharía para siempre"

Astella esperaba que algún día Theor, cuando ya fuera grande, le preguntaría por qué tenía que ocultar sus ojos si su padre ya estaba muerto.

Sabía que este día llegaría en algún momento.

Y había practicado lo que le diría a su hijo varias veces en tal situación, pero cuando llegó el momento, no pudo ocultar sus sentimientos amargos que se mezclaron.

Eso era porque todavía no le puede dar una respuesta honesta.

Cuando Astella solo lo miró sin respuesta, Theor bajó la cabeza y palmeó el agua de la bañera débilmente.

— ¿Acaso no lo puedo saber?

Le dolió el corazón verle decir algo así.

— Theor...

Astella ocultó sus sentimientos encontrados y esbozó una sonrisa cordial. Theor miró a Astella con sus impecables ojos azules.

Astella envolvió las suaves mejillas de Theor con sus manos cariñosamente.

— ¿Alguna vez has leído ese cuento de hadas con cuentas mágicas? El granjero consiguió esa cuenta, pero era tan preciosa que lo mantuvo en secreto. ¿Recuerdas?

Era un viejo cuento de hadas que había encontrado en la esquina de la villa de su abuelo materno.

Era un cuento de hadas sobre un príncipe, una princesa y una bruja.

A partir de la cuenta mágica que el granjero obtuvo, se desarrolló toda una trama siguiendo el secreto de la cuenta.

A Theor le gustó el libro.

Como era de esperar, Theor se entusiasmó y se dirigió hacia Astella.

— ¡Sí! Dijeron que la desaparecerían si lo supieran.

— Sí. Es muy especial y precioso, así que tuvo que esconderlo en secreto. Es similar con tus ojos rojos.

Había pura curiosidad en los ojos azules que la miraban.

Astella miró directamente a la linda cara del niño y explicó.

— Los ojos rojos también son muy especiales. Por lo tanto, no se puede mostrar ni decirle a los demás.

— ¿Estará bien El Emperador?

— Sí, Su Majestad el Emperador es alguien muy poderoso, así que estará bien, pero debemos mantenerlo en secreto.

Parecía haber ganado algo de ventaja cuando citó el cuento de hadas.

Theor recuperó su fuerza y asintió.

— Por eso es un secreto — dijo Astel claramente en esta ocasión.

Cosas como en el pabellón de caza podrían salir mal otra vez. Pensó que sería mejor hacerle saber claramente en este punto

— Entonces... si su Majestad el Emperador habla sobre tus ojos.

— Respuesta. ¡No se lo diré!

Asintió seriamente con la cabeza.

Astella sonrió divertida.

Ante el suave y cálido splosh del baño de agua caliente.

"Cuando sea grande, tendré que contarte lo que está pasando aquí"

Todavía era muy temprano. Tendría que entenderlo todo.

Hay tantas circunstancias. Lamentaba haberle dado a luz en tal situación.

— Cuando encontremos al abuelo, puedes ir a casa con él. Cuando lleguen a casa, ya no tienes que esconder nada ni hacer todos estos juegos.

Esto se ha convertido en una promesa.

Así que solo aguanta un poco. Solo aguanta y todo estará bien.

Theor respondió con entusiasmo cuando escucho hablar sobre la casa.

— Sí. No puedo esperar para irme. ¿Cuando esté en la casa puedo dormir con Panqueque en mi cama?

Astella respondió la inocente pregunta de Theor con una sonrisa.

— Sí. En cambio, ambos deben lavarse bien.

— ¡Sí!

Theor recuperó el ánimo y volvió a jugar en la bañera.

La piel blanca y lisa de Theor se calentó ligeramente.

El cabello estaba húmedo por el vapor brumoso.

Astella trajo un jabón con aroma a lavanda y le dijo a Theor.

— Ahora, te lavaré el cabello. Ven, acércate.

— ¡Sí!

Theor, jugando en el agua, se acercó a Astella.

Astella también se acercó para sacar a Theor de la bañera de manera segura.

En ese momento, miró marcas rojizas en el interior de su muñeca nivea, movió sus mangas para poder observarlas.

— Ah...

Tenía una extraña mancha roja en la muñeca, que había estado cubierta con la bata del baño.

Astella tiró apresuradamente de las mangas de su vestido y miró dentro de sus muñecas, lo que no había visto antes.

"Esto es..."

Una siniestra mancha roja florecía sobre su limpia y blanca piel, en la parte inferior de su muñeca. Astella examinó la mancha.

Unos pocos puntos tan grandes como las uñas estaban manchando la parte inferior de su brazo derecho.

Era de color rosa pálido, así que no podía verlo a primera vista.

— No estaban allí hasta ahora.

Definitivamente no estaban allí cuando se cambió de ropa.

Parece que sucedió mientras estaba en el baño caliente.

Quizás por el calor en la bañera, la fiebre se había disparado. Cuando el cuerpo se calienta por el calor, las manchas se revelan más rápido.

Desde la forma de las manchas, hasta los síntomas, indicaban que la fiebre era cierta. La buena noticia es que era una fiebre común. No la fatal fiebre de Inés.

Con la fiebre de Inés hubiera visto puntos negros desde el principio.

La mancha en el brazo de Astella era de un color rojizo pálido.

— Me alegro de que no sea una enfermedad grave.

No es de extrañar que haya sentido pesada su cabeza y hubiera estado ardiendo desde ayer.

"¿Es porque me llovió?......"

Hace dos días, había corrido hasta el pabellón de caza bajo la lluvia para perseguir a Theor.

Ha estado tan cansada por poder fugarse que los días lluviosos la pusieron ansiosa, había estado bien anteriormente hasta que la golpeó la lluvia, ahora estaba enferma.

Se tocó la frente con la mano, pero afortunadamente aún no estaba hirviendo.

No hay calor incluso en las manchas de su muñeca. Solo estaba manchada con una mancha de color rojo claro.

Estaría bien siempre que no comenzara a subir la fiebre. Sino, comenzaría a ser contagioso.

Las manchas también se extienden por todo el cuerpo una vez inicia la fiebre, y a medida que los síntomas empeoran, el paciente puede caer en coma debido a la fiebre alta.

Es entonces cuando comienza a extenderse a otras personas.

"Es importante que haga y tome los medicamentos rápidamente."

Los tratamientos para la fiebre se han hecho varias veces antes.

Los ingredientes tampoco son muy especiales. Algunos de los ingredientes ya estaban en la caja de medicina de Astella. Lo que falta estará disponible en el bosque.

"Algunas de las hierbas que necesita estarán con el farmacéutico."

— ¿Mamá?

Astella, mirando hacía algún punto con la mirada preocupada, giró sus ojos al escuchar la voz sobresaltada de Theor.

Theor se sostenía en el borde de la bañera y miraba a Astella. La miró cuidadosamente el lugar en la muñeca de Astella y preguntó, mirándola.

— Mamá, ¿estás enferma? ¿Estás enferma?

— ¿Qué?

Una pequeña cara llena de preocupación miró a Astella sorprendida. Lágrimas brotaron de los claros ojos de Theor.

— Mamá, no te enfermes...

"Dios mío."

Debió haber pensado que era una enfermedad grave después de ver las manchas.

De lo sorprendido había olvidado que debía llamar tía a Astella.

Astella borró rápidamente la mirada seria.

— No tienes que preocuparte. No es una enfermedad grave. Me he dado cuenta rápidamente, así que mejoraré pronto si tomo medicamentos y lo trato.

— Hah... ¿En serio?

— Si, estoy bién.

Astella acarició la mejilla blanca y suave de Theor y le limpió las lágrimas alrededor de los ojos con los dedos.

Todavía no era contagioso, así que puede tocarlo.

— ¿No está Theor enfermo o incómodo con el calor?

— Sí. No estoy enfermo.

Theor, alzando la vista con ojos preocupados, no mostró signos de dolor.

"Eso es un alivio."

Theor nació con una constitución fuerte, quizás debido a su parecido con Kaizen. 

Aún así, será mejor que te mantenga alejado por el momento.

Si comienza a tener fiebre, puede darle el medicamento a Theor.

Acababa de darle unas gotas para los ojos hace un rato, así que no tenía que ponerlas hasta temprano en la mañana. Astella tranquilizó a Theor por ahora.

— No estás enfermo, así que estarás bien. No saldré después de tomar la medicina, descansaré un poco. Mientras tanto, Theor debería escuchar a los adultos y jugar con Panqueque. ¿Puedes hacer eso?

— ¡Si!

Theor volvió la cabeza muy en serio y le preguntó.

— ¿Estás enferma por la lluvia de antes? — Theor sabía que Astella estaba cabalgando bajo la lluvia por su culpa.

No había querido decírselo, pero Velian lo mencionó mientras cenaban en el pabellón de caza.

"¿Por qué le está diciendo tonterías a un niño?"

Astella rápidamente consoló a Theor por miedo a la culpa.

— Podría ser, pero no es culpa de Theor que me halla enfermado. Theor también tenía frío ese día debido a la lluvia, pero no te enfermaste, ¿verdad?

Ese día, Theor también dijo que quedó atrapado bajo la lluvia mientras jugaba con su perro en el pabellón de caza.

Cuando Astella llegó allí, Theor estaba dormido frente a la chimenea con su ropa aún húmeda.

Pensó que, si no tenían ropa de su tamaño, lo pudieron haber cambiado con la camisa o el pijama de un adulto y dejarlo secar.

Pero es una villa de caza donde por generaciones solo el Emperador y los caballeros se han quedado, por lo que no había nadie realmente sabía cómo cuidar a un niño.

Hubiera sido diferente si el Emperador hubiera ordenado que el niño fuera lavado y cuidado adecuadamente, pero Kaizen no parecía tener el suficiente conocimiento de como tratar con un menor.

Se alegraba que Theor estuviera sano.

— ¿Panquque estará bien? Estaba bajo la lluvia conmigo.

La miró con ojos preocupados. Theor estaba preocupado por su perro.

Astella se contuvo de reír. 

— No es una enfermedad que los perros contraen. Va a estar bien.

Astella terminó de lavar a Theor y dejó el baño.

— Debería llamar a un médico primero.

Aunque no era un farmacéutico, en la caravana del emperador estuvo acompañada por uno de los curanderos del emperador. Y había una epidemia, seguramente ya lo habían notado, aún así debería informarle al emperador. 

La frente de Astella estaba arrugada.

"Si pudiera, no quisiera verlo hasta llegar a Dentz ..."

***

— ¿Estás diciendo que es una epidemia?

Kaizen, que estaba siendo informado en la oficina del castillo, se tocó la frente ante la noticia inesperada.

— Si.

Lyndon respondió con una mirada preocupada, señalando el mapa en el escritorio.

— Hemos confirmado que la epidemia está circulando en este pueblo, nuestro próximo destino. No creo que sea posible ir por este camino.

Después de pasar la noche aquí, la caravana estaba programada para partir nuevamente.

El siguiente destino era un castillo que quedaba directamente al oeste.

Al igual que en este lugar, había un castillo y un pueblo cercano. Pero resultó que había una epidemia en el pueblo. 

— Se llama fiebre de Inés. Es altamente contagiosa y puede ser peligrosa si no se trata rápidamente...

— Sí, lo sé. Es endémica oriental.

La fiebre era común en el este. La fiebre de Inés es la epidemia más peligrosa entre ellas, y es endémica oriental, no se encuentra en la capital y otras áreas.

No es una epidemia altamente mortal, pero se dice que la tasa de mortalidad es alta si no se toman medicamentos para la enfermedad.

De cualquier manera, una persona podría morir.

Tenían que encontrar otra ruta.

— ¿Y qué hay sobre esta ruta? — Kaizen preguntó, mirando el mapa en el escritorio.

— Va por el camino hacia el sur. Tardaremos unos tres días más.

No era algo que pudieran evitar, no importaba si se retrasaban tres días, no podía llevar la caravana a un lugar donde hubiera una epidemia.

— Tendremos que ir por allí. Encontraremos un lugar para establecernos.

Cuando Kaizen lo miró, Velian salió para contactar al señor de allí y ver qué estaba pasando.

Kaizen volvió a mirar a Lyndon.

— ¿Los pacientes que padecen la enfermedad están recibiendo el tratamiento adecuado?

— Parece no haber mucha medicina... Se dice que el pueblo está temporalmente cerrado.

Significaba que el pueblo estaba encerrado porque no tenían un tratamiento.

Fue despiadado, pero comprensible.

Seguramente no habían muchos lugares que vendieran medicamentos en estas zonas rurales. Además si la epidemia se propagaba a otras aldeas sin antes poder curar esta, se convertiría en una pandemia.



Traducido por MissM

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