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Cómo ocultar al hijo del Emperador


Kaizen ordenó después de un breve suspiro.

— Envíen soldados y dinero de apoyo al castillo para administrar la ciudad y tratar a los pacientes. Póngase en contacto con los otros castillos cercanos para enviar médicos y farmacéuticos.

— Si su majestad.

Lyndon inclinó la cabeza y salió.

Kaizen estaba perdido en sus pensamientos mientras miraba el mapa extendido sobre su escritorio.

"Está muy alejado, a excepción de la ciudad capital y algunas ciudades grandes. No hay medicamentos para tratar a los pacientes en esta ciudad"

Fue porque nadie había gobernado adecuadamente el país en las últimas décadas.

Su abuelo, el Emperador de la era anterior, se dedicó al poder y la expansión territorial toda su vida, y su padre, el ex Emperador había sido influenciado por la gran nobleza, incluido por el duque Reston.

Después de que Kaizen se convirtiera en Emperador, pasó seis años luchando contra la rebelión y purgando a la gran nobleza.

Pero ahora era diferente.

Kaizen tenía perfectamente el Imperio en sus manos.

No había nada más de qué preocuparse, por lo que planeó centrarse en los asuntos internos a partir de ahora.

Era por eso que se fue de viaje tan pronto como la situación en la capital se estabilizó.

El viaje era para que el Emperador observara e inspeccionara cada región mientras recorría las tierras Imperiales el mismo.

Para gobernar y prosperar adecuadamente en el Imperio, era necesario mirar desde una perspectiva diferente todo el territorio.

— ¿Dónde está Astella?

Mirando el mapa, Kaizen le preguntó al sirviente quien traía una taza de té.

— Está en el anexo occidental.

Tenía que explicarle la situación a Astella.

La razón por la que se fue a Dentz antes de la hora programada fue por Astella, tenía que decírselo él mismo y pedirle su comprensión, ya que el horario para la llegado iba a ser pospuesta.

Kaizen se levantó del asiento y se dirigió al anexo oeste, guiado por el sirviente

El lugar era muy anticuado y pequeño, lo que lo hacía muy incómodo.

El pasillo estaba oscuro porque no había mucha luz solar.

Era un lugar para solo pasar la noche, así que no tenían más remedio que soportarlo aunque sea incómodo.

Después de abandonar el edificio principal y salir del corredor que conduce el lado oeste, había un edificio separado que parecía más viejo e incómodo que el edificio principal.

— ¿Aquí es donde se queda Astella?

— Sí.

Kaizen miró alrededor del estrecho corredor con una mirada absurda.

Las arrugas se profundizaron en su frente.

No importa cuán pequeñas sean las habitaciones, la estaban asignando a un lugar como este.

"Necesito cambiar la habitación ahora mismo. El señor del castillo de aquí no tiene una esposa, puedo darle esa habitación."

Con ese pensamiento en mente, caminó por un pasillo estrecho hasta la última puerta.

La puerta se abrió con un golpe antes de que el sirviente la llamara.

— ¡Su majestad...!

Fue Astella quien abrió la puerta.

Kaizen, que estaba tratando de hablar casualmente, se detuvo cuando vio la ropa de Astella.

Astel llevaba una bata blanca.

Era un vestido interior, una tela blanca que fluía se extendía hasta el suelo.

Aunque el amplio vestido interior no reveló su figura, se sorprendió por el momento.

Tal vez solo se bañó, pero incluso su cabello rubio de hilos de oro estaba mojado.

— Lo siento. Estoy algo distraída en este momento.

Astella miró la cara sorprendida de Kaizen y rápidamente volvió en sí.

Tiró aún más el vestido y se cubrió su cuello desnudo.

— Iba a ir a decírtelo.

— ¿Qué está pasando?

— Creo que tengo fiebre.

* * *

Astella estaba avergonzada.

Después de detectar las manchas en su muñeca, fue a bañarse rápidamente y regresó a su habitación.

Era hora de secar a Theor y vestirlo, y Astella estaba tratando de cambiarse de ropa.

De repente se escuchó un golpe, y cuando abrió la puerta, Kaizen estaba parado en la puerta.

"Pensé que era una sirvienta."

Por supuesto, pensó que era una sirvienta, y olvidó que llevaba una bata interior, y así abrió la puerta. Kaizen miró a Astella, un poco sorprendido.

El vestido blanco no era tan delgado como una bata de baño, pero no era lo suficientemente grueso como para cubrir el cuerpo por completo.

Con un mano temblorosa, Astella rápidamente sacó su abrigo y se lo puso.

Y mencionó lo más importante.

— Creo que tengo fiebre.

— ¡¿Qué?!

Al oír la palabra fiebre, Kaizen exclamó sorprendido.

Sus ojos temblaron de sorpresa.

— Tienes fiebre ... No, ¿qué tan grave es?

Kaizen estaba tan sorprendido que Astella también se sorprendió con él.

"¿Es esto una sorpresa?"

"Como solo dije fiebre, debe haber pensado que era una fiebre Inés altamente contagiosa y mortal."

Astella agregó una explicación rápida.

— No es una fiebre severa. Es una fiebre común. Todavía es demasiado pronto, por lo que no hay fiebre y solo manchas.

Astella enrolló sus muñecas para que Kaizen pudiera ver.

— Aquí hay manchas.

Cuando Kaizen cerró la boca y miró las manchas rojas en los brazos de Astella, ella intentó explicarle.

— La fiebre temprana se ve así en los primeros días. Si no se cura en este momento, la fiebre aumentará gradualmente...

— Sé cómo funciona la fiebre del oeste.

Kaizen cortó la explicación de Astella, como si estuviera frustrado.

— Nunca antes había visto a una persona con fiebre, pero sé que es esta mancha.

Kaizen parecía un poco perturbado.

No pareció sentirse aliviado cuando le dijeron que no era una enfermedad altamente contagiosa.

"¿Por qué haces eso? ¿Tal vez pensó que estaba enferma por la lluvia?"

"¿O te culpaste por llevar a tu hijo a una villa de caza cuando llovió?"

"No eres el tipo de persona que se preocupa por eso"

Astella respondió con calma.

— Me alegra que lo sepas.

El comentario parecía haber ofendido a Kaizen, que dio una mirada enojada hacia Astella.

Astella estaba sorprendida en ese momento, era una situación incómoda por la atmósfera fría que emanaba.

— ¡Qué demonios...!

Se estaba acercando a Astella, mientras su ira estallaba.

Una voz clara detuvo su andar.

— Hola, Su Majestad el Emperador.

En el centro de la habitación con pocos muebles, había una cama.

Theor estaba jugando con el oso de peluche en la cama, y en cuanto vió a Kaizen corrió.

Theor miró a Kaizen con claros ojos azules.

Kaizen entró en la habitación y se detuvo cuando vio la cara inocente de Theor.

Debe de haber recuperado los estribos ante los inocentes ojos del niño.

Los ojos rojos, que antes parpadeaban amenazadoramente, encontraron estabilidad.

— Su majestad, tía Astella está enferma.

Theor miró alternativamente a las dos personas que estaban de pie en silencio y luego se aferró a Kaizen.

— Tu tía estará bien.

Lo miró y acarició el cabello suave y húmedo de Theor.

Se dirigió a Astella con una mirada de asombro.

— ¿Qué estabas haciendo aquí con un niño cuando estas enferma? Deberías haber llamado a un médico de inmediato.

— Estaba a punto de cambiarme e ir al médico

Kaizen miró hacia atrás donde se encontraba el criado y ordenó.

— Llama a un médico.

Después de un tiempo, llegaron los funcionarios de la corte hacia la habitación de Astella. Fue Velian quien trajo al doctor.

Incluso Lyndon acudió al emperador para informar algo allí.

Las tres personas se reunieron en la habitación de Astella.

* * *

Velian pareció sorprendido de escuchar que Astella estaba enferma.

Cuando Astella lo miró atentamente, Velian miró hacia otro lado.

— Es innegable, es una fiebre del oeste.

El médico que examinó a Astella lo informó.

— Afortunadamente, no es muy contagioso y no es una enfermedad grave. Se descubrió de manera inmediata, así que si tomas el medicamento y descansas lo suficiente, te recuperarás rápidamente.

Fue el resultado del diagnóstico.

Astella asintió la cabeza de manera perezosa, pero Kaizen parecía profundamente aliviado de la confirmación del médico.

Se giró hacia Velian.

— Informe al señor de este lugar y dígales que envíen más sirvientas. Primero, muevanla a un dormitorio del edificio principal...

— Su majestad.

Astella se levantó y llamó a Kaizen.

Por un momento todos en la sala miraron a Astella.

— Si me disculpa, me gustaría quedarme aquí y tratar mi enfermedad. Y quiero hacer mi propia cura, y asegurarme de que no se filtren rumores.

— ¿Qué?

Kaizen se preguntaba: "¿Qué es esta tontería?"

— ¿Qué quieres decir?

— Hay una epidemia por aquí, ¿no? Debe ser la fiebre de Ines.

Esta vez, Velian y Lyndon, que miraban de lejos, parecían sorprendidos.

"Veo que también ellos lo notaron."

"¿No es así? Solo lo adiviné, pero supongo que era correcto."

Kaizen preguntó con una mirada dudosa.

— ¿Donde lo escuchaste?

— No lo escuché de nadie.

Solo lo adivinó. La ciruela plateada se desvaneció y murió, lo que significaba que había mucha fiebre Inés por aquí.

Afortunadamente, el pueblo parece estar a salvo sin tener pacientes,  gracias al farmacéutico, quien entró disfrazada de sirvienta, pero el otro pueblo al lado principal no parecía tener tanta suerte.

En algún lugar del vecindario debe haber un pueblo invadido por una epidemia.

Justo ahora, la reacción de Kaizen, que fue particularmente aturdida por la palabra fiebre, también se asentó a la suposición de Astella. Si no hubiera oído hablar de la fiebre Ines, una persona tan indiferente como Kaizen no hubiera reaccionado exageradamente.

Astella explicó cómo llegó a adivinar cuál era la epidemia.

Por supuesto, no solo por la reacción de Kaizen, sino también por las ciruelas plateadas.

Al final de la historia, Lyndon y el médico se sorprendieron, por supuesto, incluso Velian.

Excepto por Kaizen.

— ¿Qué tiene que ver eso con tu enfermedad?

Kaizen preguntó como si estuviera atónito.



¡Alguien se ha ofrecido a ayudarme a traducir esta bonita historia!

Traducido por Anon-Chan

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