tiempo estimado de lectura : 4

Cómo ocultar al hijo del Emperador.


Después de un tiempo de buscar hierbas medicinales, Kaizen llamó a Astella nuevamente.

—Creo que lo encontré... aquí.

Astella dejó de buscar entre las hierbas y en su lugar corrió nuevamente hacia Kaizen.

Kaizen sostenía una pequeña flor blanca.

Era similar a la flor que Astella estaba buscando, pero el tallo era un poco más largo y los pétalos eran demasiado pequeños.

Kaizen bajó la mano cuando vio que los ojos verdes claros de Astella estaban llenos de decepción.

—¿Tampoco es esta, cierto?

—Así es.

Había desilusión y vergüenza en la cara de Kaizen.

Astella consoló a Kaizen.

—Es porque hay muchas flores similares.

Velian, que tenía las manos llenas de hierba se acercó a Kaizen, quien se mantenía de pie en silencio.

—Bueno, Su Majestad, puedo ayudarlo...

—No lo necesito.

Su voz era sombría y helada.

Velian ya había encontrado su parte de hierbas, así que Kaizen parecía estar enojado porque él era el único que encontraba las cosas equivocadas.

"Bueno, sé que has de pasar mucho tiempo en el bosque, pero esta es la primera vez que buscas hierbas."

Inesperadamente, Velian había tenido un buen ojo y se apresuró a encontrar las hierbas medicinales. Kaizen, que había tenido una serie de fracasos, estaba de mal humor.

Parecía que una sombra oscura se dibujaba solo a su alrededor..

Velian entregó las hierbas que había recogido, las dejó en la canasta de Astella y rápidamente huyó lejos.

Kaizen, que había estado buscando en la hierba durante mucho tiempo, preguntó con un suspiro bajo.

—¿Cuándo aprendiste esto?

—Hay un farmacéutico viviendo cerca de la mansión de mi abuelo. De alguna manera, nos familiarizamos y me enseñó a hacer medicina. Aprendí mucho.

—¿Por qué aprendiste esto?

Astella le miró de tal forma que quería decir: "¿Por qué me preguntas tal cosa, que no es obvio?"

—Es porque hay un pequeño niño y una persona mayor en casa.

Naturalmente, las personas más vulnerables a una enfermedad son los ancianos.

Incluso un simple resfriado puede ser fatal para niños y ancianos.

Tanto Theor como su abuelo materno estaban muy sanos, pero Astella todavía quería que los dos nunca se enfermaran.

Entonces, cada vez que se enfermaban a su alrededor, Gretel le ayudaba a fabricar medicamentos y prestaba especial atención a la higiene dentro de la mansión.

También aprendió mucho de Gretel, sobre la fabricación de hierbas y pociones. Tenía que hacer las gotas para los ojos, pero cuando Gretel estaba fuera, ella tenía que encargarse de las medicinas si alguien se enfermaba.

Cuando Gretel vio a Astella hacer medicinas, lo felicitó por ser tan talentosa.

Debido a que tienes una personalidad meticulosa, aprendes rápidamente. Creo que definitivamente tienes talento.

Gretel la elogió mucho y dijo que podía aceptarla como discípula si quería, pero Astella se negó cortésmente.

No tenía tiempo, debía de cuidar de Theor y la casa.

En cambio, aprendió a cultivar hierbas medicinales, construyó un jardín, plantó hierbas y las vendió por años para ganarse la vida.

Astella le contó sin mucho interés, pero Kaizen se sintió abrumado nuevamente cuando la escuchó.

"¿Tan difícil es ganarse la vida?"

Kaizen caminó sobre la hierba.

He estado en el bosque muchas veces, pero era la primera vez que había caminado entre las hierbas. A donde quiera que iba, había un olor a tierra mojada y hierba fresca.

Kaizen miró hacia el cielo. Estaba teñido en un púrpura claro, las nubes pintadas de rojo caían sobre la puesta de sol.

Astella estaba a tres o cuatro pasos adelante de él.

Vestida con un vestido sencillo y monótono, estaba sosteniendo una canasta y mirando una hierba desconocida.

De repente tuvo un recuerdo antiguo.

"He estado en el bosque con Astella antes."

En sus recuerdos Astella siempre estaba bellamente vestida como una muñeca. Y los fondos eran el Palacio Imperial o un salón de banquetes en una hermosa mansión.

Pero esa ocasión había sido la única vez que entró al bosque con Astella.

El recuerdo se sentía viejo como una página de un libro polvoriento.

Kaizen sacudió el polvo acumulado y trajo el recuerdo que había olvidado.

—He recordado los viejos tiempos.

Astella volvió la cabeza ante la voz tranquila.

Kaizen la miró y habló.

—Una vez fui al bosque a cazar en mi cumpleaños. ¿Te acuerdas?

Pensó que podría haberlo olvidado, pero Astella lo recordaba claramente.

—¿Quieres decir cuando me caí al agua por tratar de salvarte, Majestad?

Su tono era tranquilo, pero había malicia en lo que dijo.

—Sí, esa vez.

Astella no dijo nada más.

Su voz seca no contenía ninguna emoción.

Bueno, no fue un buen recuerdo.

Aún así Kaizen recordó en silencio aquel día.

...

Era invierno en ese entonces.

Quería ir a cazar a un bosque un poco más lejos de la capital. 

Era para celebrar su cumpleaños número 18.

Normalmente las mujeres no son llevadas a los terrenos de caza pero ese día, bajo el mando del emperador, la prometida de Kaizen; Astella, también fue a la caza.

"Es molesto".

Sin embargo, había sido enviada por su padre, el Emperador, por lo que Kaizen no podía simplemente dejarla.

En ese momento, Kaizen se hacía pasar por un prometido casual pero educado.

Incluso sin la advertencia del Emperador, él no habría corrido a Astella.

Estaba más irritado por la idea de que no podía hacer lo que quería.

Lo habían obligado a quedarse en un castillo cercano durante aproximadamente un día para cazar, pero la segunda desgracia llegó esa noche.

Comenzó a nevar.

Antes de que amaneciera los copos de nieve que caían uno por uno, habían cubierto en tela blanca toda el área.

Kaizen se puso el abrigo tan pronto como amaneció y salió.

El patio trasero del castillo estaba conectado a un gran bosque.

Él y su grupo montaron caballos militares y salieron por la puerta.

Contra el telón de fondo de un cielo azulado del amanecer, un bosque sombrío se extendía sobre el campo de nieve.

En el camino, alguien contó una leyenda sobre el estanque del bosque.

El estanque en el bosque era toda una leyenda, decían que ahí mora un espíritu del bosque, y que si vas y rezas para que el amor se haga realidad, te concederá el deseo.

—Eso es una mierda.

El hombre que estaba explicando la leyenda del bosque dejó de hablar ante la voz de Kaizen.

Kaizen resoplaba por el sendero del bosque cubierto de nieve.

—Es ridículo que un estanque te haga realidad el deseo.

Kaizen se rió de alguien que dijo que la leyenda era cierta, la sola idea era tan ridícula.

Por otro lado,  Astella, que había estado escuchando la explicación, parecía gustarle la leyenda.

—Pero es una historia hermosa.

Astella, vestida con un lujoso traje de caza azul marino y un abrigo de piel, lucía tan hermosa como una diosa del bosque.

Su traje de caza era un vestido con una falda ancha, para que pudiera montar el caballo sentada de lado.

Incluso mientras cabalgaba así, se veía elegante aunque peligroso.

Por muy hermosa que Astella fuera, para Kaizen en ese momento, era como una piedra impidiéndole caminar.

Kaizen respondió sin rodeos.

—No sabía que mi prometida gustara de supersticiones.

A pesar de su vergüenza, Astella volvió a hablar con Kaizen.

—Pero este bosque es tan hermoso. El aire es fresco por la mañana. Sería bueno tener un bosque como este cerca.

—Sí, está bien. Seguramente se debe a que no hay muchas personas entrando y saliendo de acá. Pero si la gente comienza a ir con frecuencia a un lugar, daña el paisaje.

Kaizen sacudió su cabeza de lado a lado.

—Especialmente cuando la gente que no sabe cazar entra y sale, arruinan los terrenos de caza.

Parecía estar diciéndolo por Astella, que lo había seguido sin poder cazar.

La cara tranquila de Astella mostró signos de vergüenza.

Kaizen ya no quería hablar con Astella, así que cabalgó rápidamente con su caballo hacia el bosque.

Cuando era adolescente, Kaizen era aficionado a la caza.

Prefería salir del Palacio Imperial y correr libremente por el bosque

En esos momentos, podía alejarse de las pretensiones y actuar de manera libre según su ritmo.

Kaizen vagó por el bosque durante mucho tiempo, persiguiendo una presa.

En el transcurso de las horas, nunca se encontró con Astella.

Ni siquiera le interesaba dónde estaba.

Ni siquiera sabía si a Astella le gustaba cazar, o si alguna vez lo había intentado, pero probablemente no.

¿Por cuanto tiempo ha estado caminando?

Fue cuando llegó al centro del bosque que lo vio.

Era un campo cubierto de nieve, podía verlo a través de los densos árboles.

Kaizen se giró para ir por ese camino.

Pero tan pronto como pisó el campo de nieve, el suelo se derrumbó.

La superficie se rompió y agua fría le salpicó, era hielo.

El caballo relinchó, resonó como un grito agudo.

Kaizen se hundió rápidamente en el agua del lago.

El agua helada atravesó todo su cuerpo como una cuchilla fría.

Kaizen extendió la mano desesperadamente para atrapar un trozo de hielo.

Sin embargo, su gruesa ropa se aferró fuertemente a su cuerpo, por lo que se hundió gradualmente y el hielo roto que había estado justo frente a él se alejó, no pudo alcanzarlo.

Entonces se escuchó una voz urgente desde arriba.

—¡Su Alteza!

Alguien se acercó a él. Kaizen logró sostener la mano.

El dueño de la voz lo agarró con todas sus fuerzas y lo jaló. Entonces Kaizen pudo agarrarse del hielo y logró escalar a la superficie.

El hielo al su lado se rompió, y esta vez la persona que atrapó a Kaizen cayó al agua.

—¿Astella?

Kaizen que apenas se subió al hielo, se dio cuenta de que Astelle fue quien lo sacó.

Esta vez él se acercó a Astella.

Astella, que había estado tambaleándose, tomó la mano Kaizen.


Traducido por MissM

Anterior - Lista de capítulos - Siguiente

ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO