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Cómo ocultar al hijo del Emperador.


—Sí, cuide bien de mi.

Inclinando la cabeza, la criada dijo.

—Señora, he puesto nueva agua en el baño para que tome uno.

Eso es genial, anteriormente solo Theor fue bañado rápidamente, y la propia Astella no pudo lavarse.

Quería bañarse y cambiarse de ropa porque su vestido estaba cubierto de tierra.

—Entonces deja que Theor juegue con su perro en la habitación por un tiempo, mientras me estoy bañando. 

—Sí, señora.

Astella abrió la puerta después de darle a la criada algunas instrucciones simples.

—¿Huh?

Astella, quien inadvertidamente abrió la puerta, sostuvo la manija sorprendida.

Por un momento, pensó que había venido a la habitación equivocada.

Originalmente era una habitación sórdida con solo unos pocos muebles monótonos en el amplio piso.

En un momento se convirtió en una figura completamente diferente. El piso vacío estaba cubierto con una alfombra de pelaje cálido, y un tapiz de coloridos patrones colgaba de la pared, la cual antes había estado grietada como una telaraña.

Junto a la ventana se colocó un lujoso juego de mesa y sillas, y cerca de la cama había un sillón de aspecto suave.

La mesa redonda estaba decorada con manteles bordados, y habían narcisos pequeños en una botella de vidrio.

En la silla yacía un cojín esponjoso hecho de terciopelo liso.

La cama también ha cambiado.

Antes era una cama monótona con solo cuatro pilares rígidos, pero ahora se ha convertido en una lujosa cama con un dosel sobre cuatro pilares.

También se cambiaron las viejas sábanas que habían cubierto la cama, ahora una manta de seda limpia y esponjosa tomó su lugar.

Es una habitación completamente diferente.

La habitación era tan hermosa que no pudo reconocerla por un momento. La habitación se llenó de aire cálido y gracias a la leña que desbordó de la chimenea.

—¿Por qué ha cambiado así?

La criada, parada inmóvil a un lado de la habitación, se acercó con cara tensa.

—Su Majestad ha ordenado la redecoración de la habitación.

No era una renovación, pero parece que se ha cambiado toda la habitación.

Al parecer, Kaizen ordenó que la habitación estuviera ordenada.

No sabía que sería tan meticuloso al respecto.

Theor, que jugaba frente al armario, agarró la manga de Astella.

—Tía Astella, ¡mi habitación también ha cambiado!

Astella sintió como Theor tiraba de ella y salió por la puerta.

La habitación de Theor estaba a unos pocos pasos a lo largo del pasillo.

Era similar a la habitación de Astella. Una acogedora habitación llena de mullidos cojines, alfombras y tapis.

Era más brillante que la habitación de Astella, era un ambiente de bebé, especial para un niño.

La cortina y la ropa de cama eran amarillas, y también había pequeños animales de peluches en las mesas y estanterías.

—¡También está la cama de Panqueque!

Theor señaló un cojín redondo al lado de su cama.

Era un cojín ancho con un borde suave. 

"Es realmente para perros."

Panqueque olió el cojín y se tumbó de panza sobre el.

—¿Te gusta la nueva habitación?

—¡Sí!

—Sí, iré a lavarme. Juega con Panqueque en la habitación.

Astella dejó atrás a Theor, fue al baño, se lavó nuevamente y se cambió de ropa.

Tan pronto como se cambió de ropa, se hizo el tratamiento contra la fiebre.

Astella le pidió paciencia a la criada, recogió hierbas y fue a la cocina.

Sacó los ingredientes preparados, recortó las hierbas simples del bosque. Los tallos y pétalos fueron lavados y hervidos en una olla grande.

El líquido rojo burbujeó en una olla pequeña.

Luego, por otro lado, las hierbas que habían sido retiradas fueron cortadas, puestas en una olla pequeña y hervidas.

Varias hierbas se cortaron en pedazos a una velocidad constante y se agregaron.

La droga hirviendo cambió de verde claro a opaco y nuevamente a azul claro.

Se preparó un líquido naranja rojizo en una olla grande. No había mucho olor. Tampoco sabía muy fuerte. Fue una cura para la fiebre.

Cuando terminó, había suficiente de ambos.

Lo suficiente para llenar la botella de vidrio.

Astella colocó la cura para la fiebre en un recipiente de medicina y puso el líquido azul en tres botellas de vidrio preparadas previamente y cerró la tapa.

Esto debería ser suficiente para un mes.

Astella, que no tenía que preocuparse por eso por el momento, se sintió aliviada y bebió la medicina en su tazón.

Una poción amarga le bajó por la garganta, todavía tenía una mancha roja débil en la muñeca, pero no fiebre y no se siente lánguida.

"He tomado la medicina, estaré bien."

Si las manchas desaparecen, verá que está completamente curada.

Como era la primera vez que tomaba la medicina, las manchas deberían desaparecer mas tarde o mañana.

El sol se había puesto completamente y se había oscurecido la cocina.

Astella encendió un viejo candelabro.

La poción para cambiar el color de los ojos se escondió en la ropa y regresó a la habitación.

—¡Panque!

"¿Huh?"

Tan pronto como entró en el pasillo del piso de las habitaciones, la vivaz voz de Theor se elevó.

—Ven, tíralo de esta manera.

Seguida por un familiar tono medio-bajo. Tan pronto como abrió la puerta del dormitorio, se encontró con Kaizen.

—Buenas, Su Majestad.

—¿Cómo te sientes?

—Sí, he tomado la medicina y todo está mejor.

Kaizen también parecía haberse lavado y cambiado de ropa.

"¿Por qué estás aquí otra vez?"

¿No es hora de ir al edificio principal y cenar?

El señor de estas tierras debe haber trabajado duro día y noche para preparar la cena más espectacular para el Emperador.

Theor dijo, sosteniendo la mano de Astella.

—¡Tía Astella! ¡He decidido comer algo delicioso con Su Majestad!

"¿Qué..?"

Mientras giraba a ver a Kaizen preguntando qué era esto, él sonrió y acarició la cabeza de Theor.

—Theor ni siquiera ha cenado todavía. Dijo que quería cenar conmigo, así que pedí que trajeran la cena aquí.

Apuesta a que Theor nunca le habría pedido al emperador que cenaran juntos en otro momento. Pero siempre olvida que es hora de cenar cuando está distraído jugando.

—Su Majestad, le ruego me disculpe.

Quería echarlo con el pretexto de que no se sentía bien.

Sin embargo, dijo que ya había mejorado después de tomar el medicamento. Tampoco puede decir que sea contagioso porque no tenía fiebre.

Astella pensó por un momento cómo enviar a Kaizen lejos.

Sin embargo, no hubo tiempo para pensar por mucho.

Inmediatamente el criado llamó a la puerta.

—Su Majestad, preparé la comida.

—¿Si?

—Sí, tráelo aquí.

Tan pronto como se abrió la puerta, los sirvientes entraron en la habitación uno tras otro, comenzando a preparar las cosas.

Los criados dejaron cuencos y utensilios en la mesa junto a la ventana y comenzaron a servir la comida.

En un abrir y cerrar de ojos, se instaló una mesa.

Carne al horno espolvoreado con un pan aromático mantecoso y hierbas aromáticas.

Parrillada de todo tipo de verduras, incluidos los espárragos. También había pescado asado con salsa fresca y suaves rodajas de limón y ajo. El pollo, horneado con miel, tenía una deliciosa contextura jugosa y dorada.

Ya se lo imaginaba, pero el señor realmente hizo todo lo posible para satisfacer al Emperador.

—Wow...

Theor miró los alimentos.

—¿Puedo probar esto también?

Theor preguntó, señalando el pollo que olía dulcemente.

Kaizen respondió con una sonrisa.

—Puedes comer lo que quieras.

—Gracias, Su Majestad.

Theor se sentó en silencio, abrazando al oso de peluche.

—Tú también te sientas.

—...

Astel se sentó, aunque odiaba la sonrisa descarada que Kaizen le dio.

Luego cortó el pollo y la carne de Theor sentado a su lado.

Theor puso en silencio el pollo cortado por Astella en su boca y lo masticó.

El exterior estaba cubierto con una salsa dulce y el interior tenía un sabor sazonado y salado.

—¿Delicioso?

—¡Sí! Está delicioso.

Astella no tenía apetito, así que solo comió sopa.

Era una sopa de papa caliente con un suave aroma cremoso.

Los crotones crujientes en la sopa agregaron un sabor salado.

Kaizen, sosteniendo una taza, preguntó, mirando a la muñeca al lado de Theor.

—¿Qué es ese oso de peluche?

—¡Este es Levin!

Theor sacudió los brazos del oso con sus pequeñas manos.

—Él es mi amigo.

—Hmm.

Kaizen miró a Astella.

—¿Cuando sea mayor no necesitará hacer amigos de su edad?

Añadió, como consejo.

—Hay muchos jóvenes de esta edad en la capital.

"¿Quieres que vuelva a vivir en la capital?"

Astella, que estaba comiendo sopa, bajó la cuchara y respondió con firmeza.

—Hay niños de edad similar en el pueblo. Puede jugar con ellos.

Astella habló tan fríamente que Kaizen ya no trajo el tema.

Los tres comieron postre después de la comida.

Los sirvientes sacaron un plato de bocadillos, tazas de té con té fragante, y tazas con chocolate caliente.

Theor se apoyó en el reposabrazos de un sillón y acarició al perro que yacía a su lado.

Después de recorrer un largo camino, lavar su cuerpo y comer deliciosa comida, se sentía somnoliento.

—Theor, si tienes sueño, deberías ir a dormir.

—Wow... No me quiero dormir....... 

Theor murmuró, frotándose los ojos con sus pequeñas manos.

Kaizen se echó a reír y le dijo a Theor.

—Si tienes sueño, solo duerme un poco y despierta de nuevo.

Las palabras funcionaron.

—Entonces dormiré un poco. Despiérteme.

—Sí.

Kaizen le prometió a Theor.

Theor se tumbó en el sillón y apoyó la cara en un cojín.

Sus párpados se cerraron, la energía se había agotado.


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