Cómo ocultar al hijo del Emperador
Mientras Hanna cuidaba a Theor, Astella fue a la habitación que le ofrecieron en el anexo y desempacó.
La habitación dada a Astella se encontraba en el corazón de la gran residencia del anexo.
Luces brillantes se encendieron cuando abrió la hermosa puerta con diseño de madera. Un momento después, vio la gran sala.
En el magnífico salón, entraba la luz a través de una gran ventana arqueada, fue lo primero que vio. Al lado había una sala de descanso y un dormitorio.
Era una habitación tan deslumbrante que la palabra "palacio del anexo" quedó ensombrecida.
El piso era de un hermoso mármol color verde claro, y las paredes eran de piedra blanca, con delicados estampados. Todos los lujosos muebles de la habitación eran de la más alta calidad.
Los otros lugares en los que estuvieron antes de llegar allí no fueron comparables. Era una residencia aún más lujosa que el castillo de antes.
"Merece ser llamado el Palacio Imperial del Este."
Astella estaba a punto de desempacar y salir, cuando Hannah llamó a la puerta.
— Lady Astella, he preparado té y postre. El joven maestro Theor está esperando.
— Sí. Estaré allí ahora.
Se dirigió a un espléndido lugar de descanso con vista al jardín. Fuera de la ventana, pudo ver un jardín con luz solar brillante.
Las hojas de hierba que florecían en el jardín brillaban como oro brillante bajo el sol de la tarde.
Junto a la ventana había un juego de té en una mesa redonda.
— Te traje galletas de harina de trigo y de leche que te pueden gustar.
— Gracias, Hannah.
Astella se sentó frente a la mesa con Theor.
Sobre la mesa, había un fragante Earl Grey y leche al vapor en un plato blanco.
El aceite de mijo, que está en un plato hermoso, tiene un aroma dulce.
****
Astella empujó los platos y tenedores hacia Theor.
— Theor, aquí, prueba uno.
Theor estaba mirando la forma del aceite lechoso.
— Esto se ve increíble.
— Por favor corta y come. Es muy delicioso.
Theor escuchó a Hannah y agarró un tenedor.
Cortó un pedazo con cuidado y lo puso en su boca con cuidado para que no se desmorone.
— ¡Guau! ¡Delicioso!
— ¿Te gusta?
— ¡Sí! Es dulce y delicioso.
Astella también tomó un tenedor y comió un bocado.
Tan pronto como le dio un mordisco, el dulce aroma a vainilla se esparció por su boca.
Una masa salada y crujiente se combinó con una crema cuajada suave con un aroma completo de vainilla.
"Me recuerda a los viejos tiempos, hace tanto que no tengo una comida como esta."
En aquellos días, la gente solía ir al palacio y comer esto todos los días.
También tomó un sorbo de té con leche en una taza de té blanco. Era una combinación natural de té fragante y leche suave. La combinación de sabor amargo y aroma le supo bien.
La dulzura de la leche y el té caliente la hicieron sentir aliviada de la fatiga que había acumulado al venir aquí.
Hannah sonrió, llenando la taza de té vacía de Astella.
— A Lady Astella le encanta este postre, pero a él también le gusta.
Astella sonrió débilmente y recogió otra pieza con un tenedor.
Cuando terminó la última pieza y dejó la taza de té.... Hannah hizo una pregunta.
— ¿Va a volver a la mansión Marqués de nuevo?
— Sí. Regresaré con mi abuelo materno. ¿Qué pasa con Hannah? ¿Puedes ser enviada de vuelta al Palacio Imperial de la capital?
Hanna pareció decepcionada de saber que se volvería a separar de Astella luego de verla, después de mucho tiempo.
"Me preocupa saber si podrá ser enviada de vuelta al Palacio Imperial."
Igualmente, una criada que pertenece al Palacio Imperial es mucho mejor que las que laboran en cualquier otro de los Palacios bajo el poder del Emperador.
Hace una diferencia con el salario. Le preocupaba que al venir acá Hannah no podría volver a la capital.
Si ese era el caso, le pedirá a Kaizen que regrese a Hannah nuevamente.
Cuando se le preguntó, Hannah dejó la tetera y respondió con voz decidida.
— No, me gustaría servirle a usted a partir de ahora.
— ¿Qué?
Hannah dijo, mirando al Astella con una mirada tranquila llena de cariño de antaño.
— Hace seis años, la dejé ir sola y me arrepentí mucho. Juré que iría a verle tan pronto como encontrara su paradero.
Era un tono tranquilo, pero sonaba sincero.
Hannah miró a Astella con sus ojos llorosos y le pidió.
— No me deje esta vez, señora.
Astella pensó de manera realista, sintiendo la emoción llenar su corazón.
"Bueno, pero ahora quiero darle un salario a Hannah."
Ahora que ha recibido la pensión de su abuelo materno nuevamente, estaba pensando en contratar a un sirviente o una criada.
Theor se está haciendo más grande y su abuelo se está haciendo mayor, por lo que necesitaba un empleado que lo ayudara con las tareas.
Pero no puede contratar a cualquiera.
Cuando piensa en Theor, tiene que elegir una persona confiable, leal y fiel.
"En Hannah ... puedo confiar'".
Hannah ha sido una criada que creció con Astella desde que era joven.
Era la persona más confiable para Astella.
"Originalmente, estaba pensando en traer de regreso a los sirvientes de la mansión de mi abuelo materno."
Sin embargo, los sirvientes de la mansión del abuelo ya habían sido liberados años atrás.
No podía estar segura de poder traerlo de vuelta.
Estaba segura de que algunas personas ya habían encontrado trabajo en otras mansiones.
Otros más pueden que hayan conseguido trabajos totalmente diferentes.
Eso le preocupaba, pero ahora... puede confiar en Hannah, y puede contarle sobre el nacimiento de Theor.
Si lo piensa bien, Hannah ahora podría estar en problemas si se quedara en el Palacio Imperial.
La Emperatriz viuda está muerta.
Cuando la nueva Emperatriz llegue, Hannah, una ex criada cercana a la Ex-emperatriz, puede ser colocada en una posición delicada.
"Además, si la nueva Emperatriz es la hermana de Marianne, podría molestar a Hannah por haber sido mi doncella."
Astella no quería que Hannah sufriera por ella.
En lugar de eso, podría ser mejor contratar a Hannah y tenerla de nuevo.
Astella preguntó con cautela después de tal pensamiento.
— Hannah, ¿realmente te parece bien?
— Sí, ya me había decidido antes de venir aquí. Esta vez te seguiré.
Hannah dijo de nuevo con una mirada seria en su rostro.
— Por favor, déjeme ir esta vez, mi señora.
****
Ante la sincera petición de Hannah, Astella asintió.
— Sí, Hannah. Entonces, de ahora en adelante, como antes... ayúdame nuevamente y quédate a mi lado.
Hannah estaba conmovida y llorosa.
— Sí, mi señora. Muchas gracias.
Astella tomó la mano de Hannah. Fue agradable tener a alguien en quien confiar, a pesar de todo lo sucedió de el camino aquí.
Theor, que solo estaba mirando, preguntó mientras comía el último trozo de pan lechoso.
— Entonces, ¿Hannah también vivirá con nosotros?
— Sí.
Hannah se secó rápidamente las lágrimas e inclinó la cabeza hacia Theor con una sonrisa.
— Por favor, cuídeme bien, joven maestro.
— Sí. Cuídame bien, Hannah.
Astella sonrió al verlo.
Pero el tiempo conmovedor no duró mucho.
*golpe, golpe*
De repente, alguien llamó a la puerta.
La puerta se abrió y el criado entró con una mirada urgente.
— Lady
— ¿Qué está pasando?
El criado respondió con una mirada perpleja.
— La esposa del marques Croychen ha llegado.
Antes de que Astella dijera algo, una mujer de mediana edad delgada y nerviosa, entró sin permiso. Astella estaba estupefacta, pero se puso de pie.
Sabía quién era la persona sin ser presentada.
Era la esposa del marqués Croychen, el ministro de Estado, y la madre de Marianne.
La señora Croychen preguntó antes de que Astella la saludara.
— ¿Eres Lady Astella?
Astella respondió con una leve sonrisa.
— Así es. No nos vemos desde hace mucho tiempo, señora Croychen.
Puede que su oponente no la recuerde, pero Astella se había encontrado con la esposa del Marqués varias veces.
En ese momento, la familia Croychen era una familia del sur, por lo que nunca tuvieron una conversación tan cercana.
"Tampoco fue una muy buena impresión".
La esposa del Marqués era arrogante y desconsiderada.
En ese momento, ella no era una dama popular, porque no era importante.
— ¿Tía Astella?
La esposa del marqués quiso decir algo más, pero Theor que estaba en la mesa se acercó a Astella.
— ¿Qué está pasando?
Preguntó Theor, agarrando el dobladillo de la falda de Astella.
— No es nada. Es solo un invitado.
— ¿Quién es este niño?
Con una mirada curiosa la esposa del Marqués miró a Theor.
— Te pareces a Astella. ¿Están relacionados?
Sintió un nudo en el corazón cuando escuchó que mencionaron su parecido.
Astella respondió con una sonrisa suprimiendo la más mínima sorpresa.
—Sí, es mi sobrino.
— Hola señora
Theor se inclinó ante la esposa del Marqués.
Astella miró rápidamente a Hannah.
— Hannah, ¿llevarías a Theor a su habitación y le sacarías sus juguetes?
Hannah rápidamente inclinó la cabeza.
— Sí, señora Astella, joven maestro, venga por aquí.
Hannah tomó la mano de Theor y salió.
Astella se quedó sola en la sala de descanso con la Marquesa.
— Lady Astella. Esto es más que una visita sorpresa...
Mientras veía salir a Theor, la esposa del Marqués no pudo soportarlo más y abrió la boca.
— Es por nuestra Marianne.
— ¿Lady Marianne?
— Sí, lo es. Es mi niña mayor.
¿Niña mayor? Las palabras de la Marquesa eran demasiado irracionales para decirlas.
La esposa del marqués habló con voz dura.
— Su Majestad la ha puesto en la prisión del castillo.
Ahora que lo piensa, Marianne todavía debe estar allí.
Astella recordó el paradero de Marianne, hacía un tiempo que lo había olvidado.
"No la he visto desde entonces, así que lo olvidé por un tiempo."
Había mucho trabajo como para preocuparse por Marianne, la esposa del Marqués estaba furiosa.
— Mi Marianne ha estado atrapada allí por más de dos semanas. ¡Mi pobre niña! Cuánto dolor más debe pasar en un lugar así...
Ella le pidió un favor a Astella.
— De buena fé me gustaría que Lady Astella le pidiera a Su Majestad que se encargara de nuestra hija.
Fue un poco descarado porque no era una petición realmente honesta. No eran más que palabras de coerción.
Los sentimientos de sus padres están abrumados ya que que su hija está atrapada allí.
Pero esto fue un poco demasiado para pedir.
Traduccido por: Miss M