Cómo ocultar al hijo del Emperador
─ Disculpe, señora, pero no puedo interferir en la decisión de su Majestad.
Astella, que escuchaba en silencio, respondió con calma.
─ Solo estuve involucrada en el viaje por las órdenes de su Majestad. No tengo autoridad para interferir o aconsejar en cómo castigar a los pecadores.
─ ¿Pecador?
Preguntó la esposa del marqués, gritando con voz aguda.
"¿La marquesa no sabe que Marianne estaba buscando en la caja de medicinas de otra persona y metiendo una medicina sospechosa en ella?"
"O tal vez lo sabe y lo ignora porque piensa que no es un crimen y que la persona no ha cometido una falta grave?"
De cualquier manera, ella no quería estar involucrada.
Astella dijo con una mirada inocente.
─ ¿No se les llama así a la mayoría de las personas que están en la cárcel?
─ Es así, Lady Astella.
La esposa del marqués no intentó ocultar su hostilidad hacia Astella.
─ Tal vez no se ha enterado pero mi esposo, el marqués, es el ministro de Estado. Nuestra hija Florin es la prometida de su Majestad y pronto se convertirá en Emperatriz.
"Como no quise ceder, supongo que está tratando de contraatacar con amenazas."
─ Escuché la noticia de su compromiso por todos lados, de un rincón a otro. Debe de estar muy orgullosa de tener un gran esposo y una excelente hija.
"Todavía no están ni comprometidos, pero me sorprende el comportamiento de la esposa del marqués, habla casualmente de que su hija como si ya está comprometida con el Emperador."
─ La esposa del Marqués se parece mucho a Marianne.
Al oír el sarcasmo de Astella, la esposa del Marqués exclamó con molestia.
─ ¡Pronto estará comprometida!
─ Señora...
Astella cortó las palabras de su oponente en un tono frío.
─ Lady Marianne fue atrapada tratando de poner veneno en mi botiquín. No sé por qué debería salvar a Lady Marianne. Si tiene sentido común, ¿no debería pedirle que castigue a Lady Marianne más severamente?
Si el plan de Marianne se hubiera cumplido, Astella estaría en demasiados problemas, más de lo que está ahora.
Parecería como si la emperatriz relegada de su cargo, ocultó el veneno y fue a ver al emperador, así se vería como un intento de envenenamiento.
Si las cosas salían mal, no solo Astella, sino también Theor y su abuelo, y tal vez incluso su padre y hermano que están en la capital, podrían haber estado involucrados.(1)
Si Marianne hubiese sido sorprendida robando las cosas de Astella o tratando de pelear físicamente con Astella, ella podría estar de acuerdo en encontrar una solución, suponiendo que estaba arrepentida.
Pero esto era un asunto que no podía ser perdonado.
La esposa del Marqués guardó silencio.
Solo miró a Astella con una mirada rencorosa.
Astella no pidió la solicitud de que Marianne fuera castigada, estaba enojada, pero era una ira inútil.
De todos modos, era inútil que Astella y la esposa del marqués se pusieran de acuerdo sobre Marianne... de igual forma, Kaizen escuchará lo que Astella diga, y lo hará.
─ No tiene que preocuparse demasiado, porque su majestad no estaba muy enojado. Simplemente se sintió mal porque sucedió durante su viaje.
Kaizen no parecía estar enojado por los asuntos de Marianne.
Solo estaba molesto.
Kaizen, que tenía que obedecer la órden de la Emperatriz viuda, debe haber pensado que era molesto que este tipo de cosas sucedieran durante su viaje, solo le causaban más problemas.
Astella sabe que Kaizen es así.
Que el problema entre las mujeres sea debido a un hombre, a Astella le parece una batalla emocional e inútil.
─ No creo que Lady Marianne sea castigada severamente porque su padre, Croychen, es aquel en quien su Majestad confía mucho. No creo que necesite ayudarla.
Astella era la única afectada de todos modos.
Era poco probable que Kaizen ejecutara o castigara severamente a la joven noble hija del marques solo por el bien de Astella.
No matará a la hija del marques debido a que ellos son fieles a Kaizen.
─ Si no tienes más asuntos conmigo, me gustaría que te retiraras.
Astella dio media vuelta para salir de la situación en la que se encontraba.
Detrás de ella la esposa del Marqués intentó sujetar a Astella.
─ Disculpe. ¡Lady Astella!
─ Señora...
Astella dijo fríamente cortando las palabras de la mujer una vez más.
─ Entraste a mi habitación sin mi permiso y ahora me estas amenazando. Como usted dijo, soy la hija de un duque. Estas siendo muy grosera.
La esposa del Marques, que no tenía nada que decir, miró a Astella, y tembló sintiéndose insultada.
Una voz de odio se filtró de su boca.
─ ¡Usted también es la Emperatriz que fue expulsad...!
En lugar de ser mucho más arrogante, intentó atacarla con eso de que era la Emperatriz exiliada.
Pero la mujer no pudo terminar su oración.
En ese momento, la puerta se abrió de lado a lado.
─ ¿Qué es esto?
Era Kaizen.
La esposa del Marqués se sorprendió y se inclinó apresuradamente.
Astella también se sorprendió.
"¿En qué momento llegaste aquí?"
¿Desde cuando ha estado escuchando la conversación?
Hace a penas un rato habló con la mujer sobre lo que haría su Majestad.
Mientras Astella tenía el rostro perplejo, Kaizen miró directamente a la esposa del Marqués con sus fríos ojos rojos.
─ ¿Desde cuándo la esposa del Marqués tiene permiso para hacer ruido en mi palacio?
Había una sonrisa burlona en su hermoso rostro.
La esposa del Marques, con una mirada perpleja, inclinó la cabeza.
─ Lo siento, su Majestad. Lo siento. Acabo de hablar con la lady... Lo siento.
Kaizen le dio a la mujer una mirada fría.
Había escuchado la conversación fuera de la puerta.
─ Astella es mi invitada, y has venido aquí sin mi permiso e incluso la amenazas.
─ Su Majestad...
La esposa del marqués tartamudeó mientras quedaba en blanco.
Kaizen con frialdad dio una orden.
─ Vete ahora mismo. Y nunca vuelvas a venir aquí sin mi autorización.
─ Si, si, su Majestad. Lo recordaré.
La señora del Marqués se inclinó profundamente y se despidió de Astella.
─ Oh, sí me disculpan.
Cuando la señora del Marqués terminó su reverencia y salió corriendo, Kaizen se acercó a Astella.
─ Lamento dejarte lidiar con cosas inútiles.
─ Está bien, su Majestad.
Ahora que esto había sucedido, la esposa del Marqués probablemente odiaría a Astella aún más, pero no tenía otra opción.
El asuntó de Marianne fue suficiente para hacer que tuviera más rencores contra ella.
─ ¿Pero que le trae por aquí?
"No puedo creer que estés de visita sin antes mandar un mensaje de que vas a estar aquí."
Estaba un poco preocupado por lo que había sucedido. Pero Kaizen respondió con una sombría mirada.
─ Vine a ver a tu abuelo, el marqués.
─ ¿Por qué?
Hace un momento Astella quería escuchar lo que tenía que decir... y ahora preguntó sin comprender.
Kaizen frunció el ceño.
─ ¿Por qué? ¿Acaso es algún problema?
─ No, no.
"De repente me siento enferma..."
Su abuelo materno, el marqués Calenberg, y Kaizen no tenían amistad.
Nunca había hablado en privado y mucho menos eran amigos cercanos.
Entonces, ¿Por qué había llegado allí de repente?
"¿Le importa porque cree que está enfermo?"
No hay forma de que Kaizen tenga un lado tan delicado.
Astella ocultó sus absurdos pensamientos y se dirigió a él.
─ Gracias por su gran amabilidad, su Majestad. Mi abuelo también lo agradecerá.
─ ¿Te sientes mejor? ¿En lugar de cuidar a tu abuelo, no deberías estar descansando?
─ Como puede ver, estoy perfectamente bien. Estoy más preocupada por mi abuelo enfermo que yo.
"En realidad, mi abuelo también está bien."
"No ha pasado mucho tiempo desde que llegué, así que no podría decir que ya ha mejorado."
"Diré que se va recuperado poco a poco después de unos días."
Astella respondió con calma, fingiendo tener una cara preocupada.
─ Pero mi abuelo se sintió mucho mejor después de ver a Theor. Todo es por la bondad de su majestad. Gracias.
─ ......
Kaizen parecía querer decir algo más, pero mantuvo la boca cerrada.
La conversación terminó allí.
Caminaron por el pasillo en silencio.
***
Astella llevó a Kaizen a la habitación del marqués.
El lugar donde se alojaba Astella era en un edificio separado en el oeste
Kaizen caminó por el pasillo, donde la luz penetraba.
El castillo de Dentz era un palacio lujoso.
El anexo, que estaba muy al oeste, estaba lleno de delicadas decoraciones en la esquina del corredor.
Mientras seguía a Astella, Kaizen recordó lo que había escuchado del antiguo sirviente de la habitación.
El criado dijo que Astella envió de regreso a la persona que había estado sirviendo al marqués.
─ ¿Dijiste que envió de regreso al criado que lo cuidaba? ¿Por qué?
─ Astella dijo que ella cuidaría al marqués a partir de ahora.
─ No, ¿por qué haría eso? ¿Dejar a un sirviente competente de lado?
El criado explicó lo que le dijo Astella.
─ El marqués odia tener a un sirviente desconocido con él.
Cuanto más explicaba la situación, más increíble era.
"¿Por qué este viejo que no tiene dinero ni para poder mantenerse es tan exigente?"
"No puedo creer que sigas tomando a Astella, tu nieta, como una sirvienta, solo porque odias a los extraños."
Kaizen miró la espalda de Astella y chasqueó su lengua por dentro.
Astella se detuvo en la puerta del dormitorio del marqués.
─ Abuelo, voy a entrar.
Astella abrió la puerta con un ligero golpe.
Tan pronto como entró en la habitación, el marqués, que yacía en la cama, miró a Kaizen y se levantó.
─ Está bien, acuéstese.
Kaizen lo disuadió por cortesía.
Ante eso, el marqués se recostó en el respaldo de la cama.
─ Veo a su Majestad, el maestro del imperio.
El abuelo de Astella era un viejo caballero decente.
"Su buena apariencia es herencia familiar, pero el viejo parecía más un erudito que un soldado."
Su rostro estaba tranquilo y los ojos del anciano parecían estar muy claros.
Sin importar como se veía, no parecía estar enfermo.
"Es debido a ese anciano, me vine a este lugar rápidamente y de manera urgente."
Kaizen se sintió aún más deprimido cuando lo vio, parecía estar mucho mejor de lo que pensaba.
Astella se acercó hacia la habitación, cerrando la ventana de cristal que había estado abierta.
Cerca de la ventana, había un recipiente de medicina vacío, que se colocó sobre la mesa.
Al ver eso, se dio cuenta de que Astella estaba sosteniendo una botella.
Traduccido por: Anon-chan
Editado: Miss M
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