tiempo estimado de lectura : 6

El final de un amor no correspondido

Capítulo 7

Estaba muy ansiosa por el tipo de expresión estúpida que estaba haciendo.

Los ojos violeta oscuro de Rubellus se curvaron de nuevo. ¿por qué, por qué me está sonriendo tan hermosamente?

Desde mucho antes, él me miraba con una expresión fría y dura. Ahora que lo pienso, desde el principio ha estado sonriendo. Tal vez para él debe ser un día feliz porque será el emperador.

─ ¿Sabes a lo que me refiero, Ira?

No lo sé...

Fue cuando volví a parpadear. Me miró a los ojos con la cabeza inclinada hacia la izquierda.

Entonces, sus hermosos labios sonrieron levemente y continuó. Con una voz mucho más baja, como un susurro.

─ Mi secreto.

¡Ah!

Mis ojos se abrieron de par en par en ese momento.

Así es. Sabía el secreto de Su Majestad el emperador Rubellus.

Miré mi brazalete y volví a mirar el rostro de Rubellus. Un secreto que no le he contado a nadie desde que lo supe cuando tenía cuatro años.

Esos ojos morados que eran tan hermosos como violetas no eran del color de los ojos reales de Su Majestad Rubellus.

Para ser exactos, se trataba de una lente de vidrio fino fabricada por Madosa. El verdadero color de los ojos de su Majestad Rubellus es...

Es de un rojo brillante, como la rubelita que está en mi muñeca.

─……Tragué saliva.

Sentí que ahora podía hablar un poco, pero no quería.

Por supuesto, renuncié a mi amor no correspondido. Han pasado tres años desde que lo dejé. No quiero decir que todavía me guste, pero solo quería ver el rostro de su Majestad un poco más. Ha pasado un tiempo desde que lo vi. Y este día podría ser el último.

¿Cuántas veces podré encontrarme con el emperador del imperio en el futuro? Oh, pero definitivamente lo veré de nuevo una vez más.

Probablemente......... Cuando Su Majestad esté comprometido y tenga una ceremonia de matrimonio con otra mujer.

¿Entonces ella también conocerá el secreto de Rubellus? Ella estará mucho más cerca y preocupada por él.... con solo pensarlo la parte superior de mi pecho se sentía como si alguien me diera una puñalada.

─ Entonces, ¿ahora lo entiendes?

Fue cuando, Rubellus extendió suavemente su mano frente a mí.

¿Eh?

Miré desconcertada la mano que me fue ofrecida.

¿De qué me perdí mientras aún pensaba? Su Majestad Rubellus me pregunta qué si ahora lo entiendo?

¿Por qué extendió su mano? ¿Quieres que yo tome su mano? ¿Por qué? ¿Hay alguna cosa que pueda tomar de la mano de Su Majestad? No me estaba cayendo, y no entendí por qué me estaba pidiendo que tomara su mano.

Fue cuando parpadeé torpemente, mirando la mano tendida frente a mí.

Rubellus me miró con una sonrisa.

No fue realmente una ilusión, pero parecía que Su Majestad me estaba sonriendo solo para mi hoy.

En el incómodo silencio que fluía entre los dos, Rubellus frunció momentáneamente la frente. Sin embargo, la risa en sí seguía siendo la misma. Aún sonriendo, dijo de nuevo.

─ Ahora entiendes lo que significa ese brazalete, Ira.

No sé de qué está hablando.

Parpadeé un momento.

No sé qué trata de decir Rubellus. Yo... soy una idiota por no entenderlo?

Pero Rubellus parecía estar seguro de que lo entendería.

Mirar ese rostro lleno de expectativas. Incluso si no sé nada de lo que dice, podría decir 'Dios mío, Majestad Rubellus...!’ y a la vez estar sorprendida.

Pero no sé por qué tengo que mostrar una reacción de sorpresa.¿Qué significa esta pulsera?

Madre, padre. Creo que pueden retirar la solicitud de reembolso de la Sra. Smile. Creo que es solo porque mi inteligencia de aprendizaje es baja.

En primer lugar, veo la relación entre los ojos de su Majestad Rubellus y la Rubelita.

Esta pulsera tiene una rubelita.Pero esta pulsera me la dio mi hermano Elphine como un regalo de cumpleaños.

¿A qué tendría que reaccionar si encuentro sentido al vincularlo con la pulsera que me dio mi hermano?

(NT: en otras palabras que no tiene caso sorprenderse porque sabe que es un regalo de su hermano.)

Fue cuando, el rostro de Rubellus, que parecía haber esperado algo de mí, rápidamente se volvió duro e inexpresivo. Fue una expresión que me hizo sentir que había algo que él no podría haber predicho.

─ ¿Ira?

Fue cuando me llamó con mucho más cuidado que antes.

Uh, no quería decepcionarlo. Pero no podía mentir sin saber por qué. Con los labios apretados de nuevo, respiré hondo.

─ ...¡Eso es! ......Yo no lo sé.

Vi la expresión del rostro de Rubellus en ese momento. Tenía un rostro pálido que parecía haberse desvanecido de la cabeza a los pies.

Parpadeando como si no pudiera entenderlo por un momento, me preguntó lentamente.

─ ..... ¿no lo sabes?

Dudé y miré hacia arriba para revelar el brazalete.

─ Tengo entendido que la joya de este brazalete es rubelita.

─ Si.

─ También sé que el color de la rubelita es el color de los ojos de Su Majestad. Es realmente bonito.

─ Correcto.

─ Pero esta pulsera, me la dio mi hermano.

─ ...... ¿Eh?

Fue entonces cuando el rostro de Rubellus, que asintió, se contrajo.

Madre protégeme. El aura de Rubellus era tan feroz que no podía mirarlo directamente.

No sabía a donde mirar. Después de una larga mirada aquí y allá, finalmente bajé la cabeza.

─ Este brazalete es un regalo por mi cumpleaños, pero por que su alteza, no, es decir su Majestad… solo se lo diré directamente. No sé por qué tiene que ver mi regalo de cumpleaños con su Majestad Rubellus... yo no lo sé...

─…….

─ ¿Conoces a Elphine? Él es mi hermano… Lo viste en la ceremonia, ¿verdad? Entonces....

Pero incluso si bajaba la cabeza, lo sentí. Cuanto más trataba de explicarlo, más energía emanaba frente a mí.

Estaba claro que el rostro de Rubellus mirándome estaría distorsionado como un fantasma.

─ Oh, esto tiene que ser una broma.

Fui golpeada con una voz muy baja. Lo sentí como un trueno a pesar de que era una voz muy baja.

Por qué.

¿Por qué está haciendo eso?

¿Ahora qué hice mal?

Con la cabeza gacha, rápidamente comencé a parpadear.

Era mi costumbre cuando estaba demasiado avergonzada. Estoy condenada. Si hubiera sabido que esto pasaría, no habría venido aquí en primer lugar.

Ahora que lo pienso, este Gran Bosque Imperial no era el único lugar para poder esconderse.

─ ..... lo siento.

Finalmente me disculpé con él con los hombros caídos.

En realidad, no sé por qué debería disculparme, pero no me gustó que se enojara.

Hace tres años, siempre me miraba inexpresivo, pero hoy sonreía con tanta naturalidad.

Pero no quería ver esa sonrisa porque cometí un error.

De repente, mis ojos estaban borrosos.

Oh no.

Estoy a punto de llorar.

Estaba bastante asustada. Si lloro aquí, soy un caso perdido que llora sin conocer el tema.

No, no llores. Llorar no es nada bueno. No puedo dar una impresión ambigua aquí. Han pasado tres años desde que lo vi, así que tengo que ser madura.

─ Lo siento, Su Majestad. No se enoje.

─ Ira.

─ Es la primera vez que veo sonreír a Su Majestad ... y me sorprendió. Originalmente, suelo responder mejor de lo que estoy ahora ... Tal vez la razón por la que Su Majestad está enojado ahora también... lo habría sabido.

Al final de mi voz tembló. Estoy fingiendo ser una chica madura. Yo sabía mejor que nadie que estaba hablando demasiado. Siempre es así. Curiosamente, solo me convierto en una idiota frente a este hombre. Ciertamente, olvido lo que sé y lo que creo que está bien está mal.

Solo mirar esa expresión mirándome suavemente me hizo sentir como si mi cerebro estuviera en blanco.

Quizás esto sea un trauma.

─ Ira, no es eso. No tienes que disculparte. Entonces, ¿por qué razón estaría enojado…..?

─ Ah-no.

Me encogí de hombros y solté un bufido. Me paré desesperadamente para contener el llanto.

─ No tiene que dar explicaciones. Oh, creo que usted mismo lo sabe. Bueno, será mejor que me vaya.

Las palabras también salían raras. Finalmente reprimí la expresión que estaba a punto de apretar.

Al llegar a casa tendré que patear la manta que me compró la hermana Bianca. Mi hermana es una genio. ¿Cómo supo que esto pasaría hoy y trajiste esa manta? En el futuro, incluso si la hermana me llama alborotadora, debo confiar en ella.

─ Ira.

Fue entonces.

Que en algún momento noté que podía ver el rostro de Rubellus aunque tuviera la cabeza gacha. Abrí los ojos llenos de lágrimas y miré a Su Majestad.

Al principio pensé que era una ilusión. Su Majestad puede mirarme desde esa postura a pesar de que es más alto que yo.

─ Ah!

Espera un minuto.

¿¿Su Majestad está inclinado sobre una rodilla?

Estaba tan sorprendida que abrí mucho los ojos. Olvidando reprimir el llanto, las grandes lágrimas de mis ojos cayeron al suelo. Pensé que era un sueño, pero era la realidad.

Me estaba mirando inclinando sobre una rodilla.

Estaba sosteniendo mi mano con ambas manos como si me suplicara, con el ceño fruncido. Los ojos suaves y morados temblorosos estaban muy tristes y melancólicos.

Abrió la boca con una voz llena de dolor

.─ Ira, no llores. Por favor, no estoy enojado contigo.

Supongo que ya enloquecí.

Incluso está diciendo algo que suena como una súplica.

Por favor.

¿Debería hacerme una prueba de audición primero? Parpadeé sin comprender lo que estaba pasando frente a mí.

Era tan poco realista. Me quedé mirando a su majestad, que seguía mirándome sin previo aviso. Parecía que me despertaría de mi sueño inmediatamente después de hablar.

Su alteza, ¿es realmente usted a quien estoy viendo?

─ Antes de....

─ Príncipe Rubellus Ade Zahard.

Fue cuando estaba a punto de decir algo. Hubo un fuerte crujido en los arbustos. Rápidamente me volví hacia el lugar donde podía escuchar el sonido.

Pero Su Majestad se puso de pie de un salto, bloqueándome el camino.

─ ¿Quién es?

***


Anterior/Capítulos/Siguiente

ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO