Extra 1. Parte 4.
Sueños de una noche de verano
La noche pasó muy tranquila.
Esto se debe a que se transmitió la noticia de que la Emperatriz estaba acostada enferma y que el Emperador también estaba muy enojado con el médico imperial.
La ceremonia de bienvenida simple programada también fue cancelada.
Los sirvientes caminaron alrededor del palacio con cuidado para no hacer ruido.
Los soldados que vigilaban cerca del lago también pasaron la noche con cautela para no hacer ruido.
El pequeño castillo, que era ruidoso con la llegada del grupo, rápidamente cayó en un pesado silencio.
─ Estoy bien. No te preocupes y descansa un poco.
Astella trató de tranquilizarlo, diciendo que todo estaba bien.
Para demostrar que gozaba de buena salud, la sopa y los mariscos que llegaron durante la comida también estaban vaciados.
─ Estaba un poco mareada durante el día, pero no me molesta comer. Creo que ya estoy bien.
Fue un alivio para Kaizen ver eso.
Ha pasado mucho tiempo desde que vio a Astella comer tan bien.
Por supuesto, podría haber comido forzadamente para poder tranquilizarlo.
Aún así, no podía relajarse por completo.
Kaizen hizo que el médico se retirara solo después de que Astella comiera la cena y se fuera a descansar a la cama.
Astella estaba cansada y pronto se durmió.
Pero Kaizen no pudo dormir.
Recibió la confirmación del médico imperial una y otra vez, y escuchó las palabras aliviadoras de Gretel, pero aun así sentía incómodo.
Salió de la habitación por miedo a despertar a Astella, que estaba tranquilamente dormida.
─ ¿Su Majestad?
El criado que esperaba afuera se sorprendió y vino.
─ Salí porque no podía dormir. No te preocupes.
Él caminó por los pasillos con pasos silenciosos para no emitir ningún sonido.
Hannah le dio la cena a Theor y lo había acostado en su habitación.
Todos los demás miembros del grupo parecían estar dormidos.
Era un pequeño castillo, y todos los lugares donde se alojaban los otros estaban cerca.
Pero cuando llegó al final del corredor, vió una luz en la terraza hacia el lago.
Kaizen abrió la puerta de cristal y salió a la terraza.
En la terraza, el marqués y Fritz se sentaron juntos.
Ellos lo vieron y se pusieron de pie.
─ Su Majestad.
─ ¿Qué está haciendo aquí?
─ No podía dormir y me estaba tomando un momento.
Esta era una terraza en el centro del tercer piso.
Más allá de la terraza, podía ver todo el lago de un vistazo.
La vista nocturna del lago con luz blanca de luna se desplegó como una imagen.
La brisa fresca del agua enfriaba el calor del verano.
─ Si no les importa, me gustaría unirme a ustedes.
Kaizen hizo un gesto al asistente después de ver a los dos sentados sin un vaso de agua.
─ Trae algo de beber.
El asistente ingenioso sacó un cuenco lleno de vino blanco fresco y pequeños postres lindos.
El marqués y Fritz no parecían muy contentos, pero Kaizen les sirvió las bebidas él mismo.
Kaizen pensó que a estas dos personas no le agradaba mucho su presencia.
Fritz fue muy educado, pero se mantuvo un poco alejado de él.
Tal vez se deba por el anterior Duque muerto.
Si ese fuera el caso, era inevitable.
Kaizen no se arrepintió de haber matado al Duque.
No quiso poner excusas.
Pero si no era el Duque, sino Astella... quería poner excusas, pero no tenía ninguna.
A diferencia de Fritz, el viejo Marqués lo odiaba por Astella, sin lugar a dudas.
Se sentó con una copa de vino, pero no había nada que decir.
Hubo un silencio en la terraza.
─ ¿De qué estaban hablando?
─ Bueno eso es…
Ante la pregunta de Kaizen, Fritz tosió en vano, volviendo la mirada hacia el Marqués.
Este último habló con calma.
─ Estábamos hablando sobre Astella cuando vino a mí esa vez que estaba embarazada.
Dicho eso, la cara de Kaizen se oscureció.
Fritz añadió rápidamente de manera calmante.
─ Estaba preguntando cómo estaba su Majestad la emperatriz cuando tuvo al Príncipe Heredero.
─ Tengo curiosidad por eso también.
Anteriormente, el Marqués dijo que cuando Astella tenía a Theor, era mucho más tranquilo de lo que es ahora, pero no explicó en detalle.
NT: en otras palabras que cuando Astella tuvo a Theor, no sufrió tanto.
Pensó que sería bueno escuchar más a detalle de esos momentos.
Él sabía que tenía náuseas, pero quería saber cómo estaba y qué le gustaba comer cuando tenía a Theor.
─ ¿Puedes explicarlo en detalle?
El marqués miró un poco nervioso sus ansiosos ojos rojos.
─ Bueno, no tenía nada de especial.
Lentamente, el Marqués comenzó a hablar sobre aquellos viejos recuerdos.
***
Ese día hace siete años fue un día horriblemente ordinario.
A pesar de que el cielo estaba nublado no caía ni una gota de lluvia.
Una ligera neblina apareció en el sombrío patio.
Era un día en que estaba extrañamente tranquilo y se sentía como un fuego.
El marqués Calenberg lo pensó y cerró la ventana abierta.
No le gustaba la humedad que entraba en el estudio.
El Marqués había perdido su propiedad desde hace mucho tiempo, pero hasta entonces había vivido en una pequeña mansión cerca de la finca.
El abuelo del Emperador actual, el emperador Gilbert, tomó la propiedad del Marqués, pero no dio la tierra a otros nobles.
La finca del Marqués permaneció bajo el control directo de la familia imperial.
Había rastros de tristeza en la pequeña casa, una niebla solitaria.
No hace mucho, su nieto, que fue el sucesor de la familia, perdió la vida en la guerra.
Su hijo y su nuera habían estado enfermos y murieron hace mucho tiempo, y su esposa, la Marquesa, había fallecido por circunstancias similares.
No había más que un viejo Marqués en la casa ahora.
Ese fue un año de desgracia para el Marqués.
Antes de que su nieto muriera, su nieta, Astella fue expulsada del asiento de la Emperatriz en menos de un día.
El Marqués estaba desconsolado por la desgracia de su amada nieta.
‘Es muy lamentable.’
Lo que hizo que el marqués se sintiera más desconsolado fue que Astella desapareció después del divorcio.
Su yerno, el duque, dijo que estaba buscando a Astella, pero no podía creerlo en absoluto.
‘En lugar de confiar en él, es mejor creer en el joven Emperador que echó a Astella.’
El Marqués desde hace mucho tiempo odiaba a su yerno, el Duque.
Ahora el joven nuevo Emperador era igualmente odiado.
─ Disculpe… Marqués.
Mirando la niebla gris empapada, el viejo sirviente llamó a la puerta con una mirada pálida.
─ Un invitado ha venido.
─ ¿Invitado?
El criado respondió, en estado de pánico, sin saber qué hacer.
─ La princesa vino.
El Marqués no pudo decir nada por un momento.
─ ¿Astella está aquí?
El criado tartamudeó, como para explicar.
─ De verdad lo siento. No sabía que era la princesa y traté de echarla pero…
El marqués se levantó de su asiento y bajó las escaleras sin escucharlo.
Debajo de las escaleras había una mujer con una capucha negra.
─ ¿Astella?
La mujer lo vio y se quitó la capucha.
Se revelaron cabellos rubio platino brillante y una cara demacrada.
Indudablemente era Astella.
─ Abuelo.
─ Tú... no, qué demonios esto....
Comprendió por qué el sirviente trató de echar a Astella.
A primera vista, el marqués casi no reconoció a Astella.
Astella llevaba un vestido de lana rígido sin patrón y un abrigo viejo.
Su cabello estaba suelto y su rostro sin maquillaje parecía pálido y áspero.
La ropa estaba húmeda y mojada, tal vez bajo la lluvia.
Astella caminó hacia él, llorando con una cara cansada.
─ Abuelo, lo siento
─ No hay nada de que disculparse. Regresaste sana y salva.
No sé a dónde fue y qué hizo, pero creo que fue difícil.
'Debe haber sido duro.’
Al crecer como la prometida del príncipe, Astella maduró rápidamente, pero ella era una princesa muy querida en la mansión del duque.
Qué difícil debe haber sido para una princesa salir de casa y vivir sola.
El marqués sintió pena por su nieta, le dolía el corazón por verla así.
─ Ven aquí primero.
El marqués la tomó de la mano y subió las escaleras.
─ Abuelo tengo algo más que decir.
Tan pronto como entró en la habitación, Astella se inclinó sobre él y dijo como un pequeño susurro.
─ ¿Qué pasa?
─ Aquí no. Es realmente urgente.
El marqués escuchó la voz ansiosa de Astella y adivinó lo que estaba pasando.
Claramente se trataba sobre el nuevo emperador, estaba seguro, y un asunto altamente clasificado que involucra al duque de Reston.
El marqués tomó la mano de Astella y entró en la pequeña oficina.
La pequeña oficina adjunta a la habitación se utilizó originalmente como sala de oración para el propietario de la habitación.
El marqués que no rezaba utilizó esta pequeña habitación como almacén con equipaje molesto.
Afortunadamente, la casa estaba vacía ahora.
La pequeña oficina, que apenas estaba limpia, estaba tan apretada para que entraran solo dos personas.
El Marqués cerró la puerta y se paró frente a Astella.
─ Es seguro aquí. Ahora dime qué está pasando.
A pesar de lo que dijo el marqués, Astella mantuvo la cabeza baja y la boca cerrada por un rato.
Había una sombra tranquila sobre su pálido rostro.
Cuanto más largo era el silencio, mayor era la ansiedad de su abuelo.
‘Qué está pasando para que se demore tanto tiempo en decírmelo.’
Con el marqués mirando nerviosamente, un momento después Astella levantó la cabeza.
Incluso con una tez blanca y demacrada, los ojos verde claro permanecieron tranquilos.
─ Tengo un bebé
***
─ ……
Fritz escuchó en silencio la historia de su abuelo.
El marqués, que era un guerrero, era bastante directo.
Cuando contó la historia, siempre habló de manera franca y sin ninguna excusa.
Incluso ahora, su abuelo simplemente estaba contando los hechos importantes, pero Fritz parecía sentirse culpable por ello.
‘Debería haber detenido a Astella en ese momento.’
En ese momento, Fritz pensó que Astella no debería renunciar a su posición de Emperatriz y luchar por su familia.
Ahora que mira el pasado, fue una idea tan estúpida y egoísta.
Debería haber defendido y protegido a Astella que tuvo que abandonar su asiento y regresar a casa.
Si la hubiera cuidado y protegido, Astella y el abuelo no habrían sufrido durante seis años.
Se arrepentí varias veces, pero después de escuchar el recuerdo de su abuelo, Se sintió más culpable.
Fritz escuchó a su abuelo con una mirada de remordimiento, luego de repente se giró hacia Kaizen y se aclaró la garganta.
Kaizen escuchaba al Marqués con una mirada miserable en su rostro.
NT: Lo leen queridos lectores? hay que pensarlo más dos veces antes de que digan o hagan algo hacia una persona que a pesar de que no tengan simpatía, herirla de esa manera no es bueno, porque a pesar de enmendarlo el arrepentimiento de esos sucesos permanecerán y no podrá ser cambiado. Y nuestro querido y tonto Kaizen la regó bien feo pero sabemos que ahora la apreciará mucho. Muchas gracias por apoyarnos, tal vez no lo parezca pero leo los comentarios de todos, y algunos dan mucha risa jajaja, me alegran el día. Cambio y fuera jejeje XD.
Traducción: Anon-chan
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