Extra 1. Parte 9.
Sueños de una noche de verano
Gretel balbuceó asombrada ante la sugerencia de Fritz.
— Bueno, estoy bien...
— Se necesita hacer una larga caminata para bajar de la montaña, si me lo permite, me gustaría acompañarla".
Gretel se sentía avergonzada cada vez que le mostraba esta cortesía caballeresca.
Pero no quería decir que no abiertamente.
Lamentaba tener que hacer una fría reverencia. Por otro lado, tenía muchas ganas de ir con él.
“Bueno, estará bien.”
Debe ser un poco frustrante para Fritz estar confinado en las montañas.
Ciertamente, el camino de la montaña es peligroso,
Cada que viajaba sola, siempre lo hacía con cuidado, pero con el Duque se sintió aliviada.
— Sí, está bien. Te agradecería que vinieras conmigo.
Gretel aceptó de buena gana, pero un momento después, cuando vio a Fritz sin guardias, entró en pánico.
— ¿Va a ir solo?
Fritz, de pie junto al caballo, se giró hacia Gretel y dijo como si fuera obvio.
— Acabo de regresar de debajo de la cordillera, así que no necesito guardias ni sirvientes.
— Pero...
Sería extraño llevar a todo un grupo, pero se sentía más extraña al darse cuenta que irían los dos solos.
Mientras Gretel dudaba, Fritz mostró una sonrisa amistosa y cortésmente se acercó a ella y le ofreció su mano.
— Señorita Gretel.
Podía verlo contra el cielo rojizo.
Con rasgos pulcros, y una mirada amistosa con esos hermosos ojos verdes claro.
El cabello rubio platino brillaba sutilmente bajo la luz dorada del cálido resplandor de un atardecer.
En medio de ese paisaje de montañas, Fritz lucía impresionante y hermoso.
Gretel vaciló un momento y tomó su mano.
En la orilla del lago, había un mercado nocturno que se extendía alrededor del muelle.
El ferry que transportaba las mercancías se movía interminablemente de un lado a otro cerca del muelle.
Fluyeron luces brillantes y ruidos fuertes.
Tan pronto como Gretel llegó al mercado, entró en una tienda que ya conocía.
Era un puesto con mercancías de una zona lejana al otro lado del lago.
El dueño, que estaba sentado en el puesto, la conocía así que estaba feliz de verla de nuevo.
— Has estado aquí antes.
— ¿A encontrado el artículo que encargué.
— Sí, aquí está.
Lo que sacó fue una caja de madera en la que parecían podían guardar libros.
Gretel revisó el contenido de la caja, la abrazó, y le entregó el dinero.
Fritz, que observaba desde atrás, sentía curiosidad por saber sobre qué estaba tan emocionada.
— ¿Quieres verlo?
— ¿Es eso algo que puedas mostrarme?
Gretel tomó la caja y salió de la calle atiborrada de puestos.
Caminaron por un pequeño sendero hasta un lago tranquilo.
Había una cerca de madera alrededor del lago.
Gretel escogió un lugar limpio y sacó lo que había en la caja. Fritz, que la siguió, pareció un poco avergonzado cuando vio lo que sacó.
— ¿Un muñeco?
— Es un muñeco de oso.
Lo que salió de la caja fue un osito de peluche marrón con una cinta en el cuello.
Gretel rápidamente colocó un pequeño resorte en la espalda del oso.
Mientras giraba el resorte y lo dejaba en el suelo, el oso de peluche comenzó a caminar en círculos, moviendo sus brazos como si bailara.
Una dulce melodía fluyó del oso de peluche que caminaba.
El oso bailaba al son de la música.
Una pequeña sonrisa divertida apareció en la boca de Fritz.
— ¿Es una combinación de una caja musical y un muñeco de resorte? Es peculiar.
Era algo inusual de ver, así que dijo que era extraño.
Gretel sonrió y abrazó al osito de peluche.
El muñeco mullido siguió retorciéndose en los brazos de Gretel.
— A Su Majestad el Príncipe le encantará. Realmente le gustan los osos.
Cuando pase el invierno, y llegue la primavera, sería el cumpleaños de Theor.
Gretel había estado trabajando durante meses para comprar esta muñeca con anticipación para ese día.
— ¿Estás aquí para conseguir esto?
— Por supuesto. Me puse en contacto desde hace meses, lo he estado esperando.
Se trataba de una artesanía de una zona lejana.
— Seguramente, a su Majestad le gustará.
Fritz miró el osito de peluche en los brazos de Gretel y dijo en voz baja.
— Siempre estoy agradecido.
— ¿Eh?
— La señorita Gretel es la benefactora que ayudó a Su Majestad y al Príncipe Heredero.
— Me avergüenza decir eso. De hecho, también disfruté mucho el poder ayudarles.
Gretel vivió con su madre desde la infancia y después de convertirse en una adulta, comenzó a vivir sola.
Cuando conoció a Astella por casualidad, se pudo acercar a Theor, y se llevó bien con la familia como si fuera parte de ellos.
— Más bien, recibí mucha ayuda de Astella para desarrollar el medicamento que cambia el color de los ojos.
La poción para el cambio del color de los ojos, formaba parte de las recetas del libro que heredó de su madre, y pudo desarrollarla rápidamente gracias al papel de Astella como sujeto de pruebas.
Gretel dijo triunfalmente.
— Gracias a eso, pude poner mi propia receta en el libro de la visión.
Es un libro, que contiene los secretos de la familia, una reliquia que se ha transmitido de generación en generación en su familia.
Su madre lo obtuvo de su abuela materna y la abuela materna lo heredó de su bisabuela.
La persona que recibía el libro debía poner en él la medicina que había desarrollado.
Fritz, al escuchar la historia, se sintió francamente admirado.
— Eso es genial.
— ¿Es genial?
— Creo que es una gran cosa mantener las tradiciones de la familia de generación en generación y que hayan trabajado como médicos.
No sabía que era algo particularmente genial.
En ese sentido, el hombre frente a ella era similar.
El padre de Fritz fue una vez un Duque Imperial, y le dijeron que tanto el abuelo como el bisabuelo también lo habían sido.
— ¿Esta persona algún día alcanzará esa posición?
Gretel estaba preocupada de si este hombre amable frente a sus ojos pudiera manejar una responsabilidad tan pesada.
— ¿Hay alguna razón en especial para transmitir ese conocimiento sólo a las hijas?
— No realmente.
En realidad, también le transmitieron estas habilidades a los hijos varones.
Sin embargo, a pesar de que los hijos aprendieron medicina herbal, preferían ir a la ciudad y trabajar como médicos.
Ser un médico formal egresado de la academia era bueno para generar ingresos y tenía muchos beneficios.
Por otro lado, las mujeres no podían ser doctoras en el Imperio, por lo que no tenían más remedio que trabajar como farmacéuticas.
Cuando los hijos aprendían esto, simplemente decían que se convertirían en médicos.
Ellos continuaron haciendo esto, por lo que prefirieron hacer esta tradición de farmaceuticas solo con las hijas.
Pero su madre y su abuela no habían tenido hijos varones, así que no es como si hubiera otra elección.
Ya ha pasado un largo tiempo de eso.
— Algún día deberás pasarle este libro a tu hija.
Su madre solía decirle eso.
Pero Gretel realmente no quería casarse y no confiaba en sí misma como para criar un hijo.
Bueno, podría conseguir un discípulo y transmitir este conocimiento. De hecho, Gretel estaba tratando de conseguir a Astella como estudiante.
Debido a que le gustó la personalidad tranquila y meticulosa de Astella.
También era buena manejando hierbas.
Sería bueno tener a Astella como discípulo, enseñarle sobre hierbas medicinales y trabajar juntas.
Si Theor hubiera estado interesado en la medicina herbal, podría pasarle el libro de la visión.
Si Theor hubiera preferiso otro trabajo, se lo habría dado a la esposa o a los hijos de Theor...
¿Quizás alguno de ellos esté interesado en la medicina herbal?
Gretel imaginó un paisaje pacífico en el que ella, como abuela, cultivaba hierbas con la pequeña hija de Theor.
Cerca de ellos, una Astella ya anciana les estaría regañando de que no se ensuciaran la ropa.
Fue una imaginación feliz. Era una pena que no pudiera mantener la tradición de su familia, pero no se iba a obligar a dar a luz a un bebé sólo para transmitir la medicina herbal.
De repente, su mirada se posó en Fritz. Él no es alguien que pensaría así. Porque es un noble.
Aunque se niegue por ahora, cuando sea mayor, tendrá que buscar una pareja que sea adecuada para cumplir con sus responsabilidades para con su familia, casarse y tener hijos.
Mientras pensaba eso, se deprimió.
Era un sentimiento inútil.
Gretel luchó por alejar esa sensación sombría.
Los dos caminaron por la senda al lado del lago durante un rato. Por supuesto, no fue solo una caminata tranquila, pero después de unos minutos de caminata, Gretel se sentó en el camino y pastaba en las rocas del lago.
— Eso es...
— Pasto nekem. Es difícil de conseguir porque se cultiva en el agua.
Las hierbas que Gretel señaló estaban entre las grandes piedras del lago sumergidas en el agua.
Cuando las vio desde arriba, se veían muy cerca, pero cuando metió la mano al agua, estaban más profundas de lo que pensaba.
No importa cuánto estire la mano, las yemas de sus dedos no lograron alcanzarla.
— Ugh...
Al mirar a Gretel estirando su mano y golpeteando el agua Fritz se acercó con un suspiro.
— Puedo ayudar.
— ¿Si?
Fritz metió la mano en el agua.
No importando mucho si su ropa se mojaba en el proceso, extendió el brazo y arrancó un poco de hierbas.
— ¿Es así como se recolecta?
— Sí, sí. Es tal y como lo has hecho. Gracias.
Fritz envolvió la hierba en un pañuelo y se lo entregó a Gretel.
Gretel, de un humor deslumbrante, recibió las hierbas finamente envueltas en un pañuelo.
De alguna manera, sintió una sensación de hormigueo en su corazón, a pesar de que su acompañante simplemente estaba siendo cortés con ella.
"¿Es porque nunca he estado cerca de un alto noble?"
Puede ser porque nunca ha sido tratada como una dama por un noble.
Lejos de ser tratada como una dama, ha estado deambulando sin dirección con su madre y hermana, y solo he experimentado cosas peligrosas.
Se sentía extraña al ser tratada como una dama debido a su estilo de vida.
Por supuesto, sabía que no era solo por eso.
Incluso si hubiera sido el antiguo Duque, el padre de Fritz, quien la hubiera tratado así, no se habría emocionado...
Más bien le hubiera dado miedo.
'Incluso si fueran otros jóvenes nobles como Sir Serbel o Lyndon ... no me sintiera así'.
Los dos volvieron a caminar por la orilla del lago, hasta llegar al camino de la montaña.
El lago ondulante estaba cubierto por la sombra de una noche tranquila.
En lo alto del cielo azul había una luna llena que emitía su luz blanca y pura.
La luz blanca de la luna coloreaba el lago oscuro con una luz tranquila.
Los transbordadores que transportaban las mercancías cruzaron el lago sin cesar, rompiendo el agua azul oscuro.
Una luz colgada en el ferry iluminaba la profunda oscuridad.
El lago oscuro y la luz blanca de la luna se derrama sobre el agua. En los barcos de los mercaderes se encendían pequeños faroles.
Era un paisaje romántico el que tenían a la vista.
Gretel caminó por el tranquilo paseo marítimo y observó la vista nocturna del lago.
— Señorita Gretel.
Una voz baja la llamó.
Los ojos verde pálido que se hundían tan profundamente como el lago iluminado por la luna estaban frente a ella.
— Después de reflexionar sobre los últimos días, pensé que debería ser honesto con lo que hay en mi corazón. Es libre de darme cualquier respuesta.
— Qué...
Gretel tartamudeó confundida.
Los ojos de Fritz también se llenaron de una rígida tensión.
— La señorita Gretel me gusta mucho.
En ese momento su mente estaba completamente nublada.
Su vista también se ha vuelto un poco mareada.
De repente, sintió como que se iba a caer al lago porque dio un mal paso.
Gretel se las arregló para recomponerse y hablar.
— Uh… ¿Desde cuándo?
Fritz respondió a su incómoda pregunta con una leve sonrisa.
— No sé exactamente cuándo. No he tenido tiempo para prestar atención a mis sentimientos. Pero he estado observando de cerca a la señorita Gretel y eso me ha ayudado a sentirme seguro de mis sentimientos.
No había ni una pizca de falsedad en el tono serio.
Gretel lo miró sin comprender y tragó saliva.
Sería una mentira decir: “No imaginé escuchar estas palabras."
Supuso que había algo más que sólo favores amables en el cuidado de Fritz hacía ella.
Y ese sentimiento se había estado extendiendo cada vez más tal y como las olas se extendían mientras paseaban aquí juntos.
Traducción: MissM
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