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CAP 8. PARTE 3. LA PASTORA Y CENICIENTA.


— La desaparición de los gremios de magos fue debido ah...

— Debido a su desarrollo estancado y al desperdicio de metales preciosos. El año de su expulsión por el poder imperial fue en 1023.

— Correcto. ¿Cuál fue el nombre de la guerra que se llevó a cabo en el año 1112?

— Su nombre fue 'la guerra de las rosas'.

— ¿Eh? ¿Acaso se pelearon para nombrar alguna rosa?... Por qué me hiciste esa pregunta tan estúpida. ¿Qué sucede contigo? Sino fueras el príncipe ya te habría dado un buen golpe.

Nos encontrábamos cerca a una ventana arqueada del magnifico corredor que da al lujoso jardín del palacio imperial. Mientras yo hablo y remarco algunos puntos importantes de los temas, Ryun toma notas rápidas y escupe una que otra pregunta ridícula y sin sentido.¿Y qué si este príncipe necesitara usar sus conocimientos en historia? Por primera vez en mi vida, siento lastima por mi hermano. Debe haber habido una buena razón para que ese hombre abandonara su temperamento.

— ¡Hey! ¿Por qué de pronto me miras de esa manera tan irrespetuosa? ¿Es solo porque eres inteligente? ¿Es porque eres la Secreta?

— ¿Eh, a qué te refieres?

— Lo dejaré pasar porque eres la hermana menor de mi maestro.

¿Ah, espera qué? ¡Eres tan desvergonzado! ¿Cómo que mi maestro? ¡Él es mi hermano antes de ser tu maestro?

Como sea, luego de que me saqueó el conocimiento bajo la excusa de necesitar ayuda, Ryun, que tenía una expresión más relajada, tenía sus ojos de color ámbar brillando con curiosidad.

— ¿Qué clase de chica sabe todo esto? ¿También has sido educada por el maestro?

— Ajajaja, simplemente me gusta leer.

— ¿En serio? Eso es genial. Te estaré preguntando cuando necesite ayuda otra vez.¡Ah! ¿Acaso estás buscando que te mate?

— ¡Oh, vamos a comer!

— ¿Qué?

— Decidí que quiero comer con mi maestro hoy, te invitaré en agradecimiento.

¿Oh, es eso? Se ve tan gracioso mientras levanta la barbilla con orgullo. Eh, pequeño. ¿Será abundante tu comida?

— Tengo hambre, ¡vamos!

— Hm, espere un minuto su alteza.

— ¿Por qué?

— ¿Estaría bien si mi hermana se nos uniera?

Hable con voz un poco inquieta. Ryun abrió los ojos con sorpresa y luego frunció su ceño.

— ¿La chica de ese rato? No me agrada.

Eres como un gatito... realmente sorprendente. Tienes una gran inclinación por mi hermano, pero si se trata de Levina, solo la desechas. ¿Por qué?

Bueno, tal vez es algo que tenga que ver con su creencia de estatus social y no hay nada más algo en la nobleza que la familia Imperial, tal vez no quiere estar con alguien de origen ilegítimo.

— Si su alteza me hace este favor realmente se lo agradecería... no puedo comer si dejo a mi hermana atrás.

— ¿Qué, por qué diablos no? ¿Acaso no te permiten comer sola?

— No es eso... es solo que, me metería en problemas si la dejo. Vaya y coma cómodamente usted. Intenté lucir lamentable y sonreír con tristeza.

Ryun que me miraba confundido sin poder entender del todo mis palabras, frunció más su rostro con molestia.

— Oye... ¿Qué te pasa tan de repente? ¿Piensas que le diría a tu hermano que estás siendo una mala hermana?

— No, no es mi hermano el problema.

— Entonces, ¿es lo que dirá el Duque?

— ...

— Maldita sea, está bien. ¡Está bien!

— Su alteza.

— Te concederé un permiso especial, así que ve por tu hermana y vayan a la terraza en el primer piso del Palacio Leopard.

Maldición, parece que realmente has puesto enfasis en la parte de 'permiso especial' para lucirte, ¿no?

Mientras observaba al príncipe marcharse me reí un poco por su forma seria de hablar para cosas sencillas. Regresé en busca de Levina a la capilla done había estado antes.

El ambiente era un poco extraño. En el tiempo que me fui parecía que el Santo Sacerdote había envejecido diez años, al parecer Levina había llorado, ¿era por eso que tenía los ojos rojos e hinchados?

— ¿Su santidad?

— Oh, señorita Ray.

— Lo siento, su alteza pidió ayuda...

— Está bien, ¿Cómo podría decir que no a su súplica?

Fue una respuesta amable, me dio una sonrisa débil y se disculpó cortésmente.

Bueno, era obvio que Levina lloró mucho luego de que Ryun me sacó a rastras. Sino, ¿Cómo hubiera sido posible que el santo sacerdote hubiera envejecido diez años de golpe? Incluso el Sumo sacerdote parece no tener ninguna habilidad especial para calmar a un niño que llora.

— Levina, ¿estás bien?

Levina, que se secaba los ojos con un pañuelo, me miró con sus ojos enrojecidos. Luego, sin darme una respuesta, olfateó por su nariz...

Puedo ver claramente que está tan molesta conmigo que se le sube hasta la coronilla.

Ocultando mi sonrisa de diversión, hablo de la manera mas amable que puedo.

— Vamos a almorzar, el hermano y el príncipe estarán ahí...

— ...

—¿Levina? No te preocupes por lo de antes.

Levina, que hasta hace unos segundos me había estado ignorando sin decir ni una palabra, me dio una mirada que no pude descifrar. El sacerdote nos miró con preocupación y habló.

— Entonces, iré con ustedes. Tengo algunas cosas que me gustarían hablar con el canciller.

Oh, oh. Ahora siento un poco de lastima por el pobre de Ryun que había estado soñando con poder comer a solas con mi hermano. ¡Este es tu castigo por robarme todo mi conocimiento!

A simple vista notas la diferencia de escala en el Palacio Imperial. La terraza en el primer piso del Palacio Leopard era como un jardín, no... era como un bosque en el interior.

Habían leopardos reales deambulando en el hermoso jardín, las paredes y el techo estaban decorados con diamantes, y la luz que entraba de las ventanas daba la impresión de transparencia a las paredes.

Guau. Eso es un montón de lujos, y más de un año de paga para un caballero del ejercito regular. Pff, debo dejar de hacer cuentas.Sin saber si caminamos en dirección correcta o no, mientras avanzamos vemos a los leopardos acostados desde una buena distancia mirándonos, y más allá está el canciller y el príncipe heredero sentados  en la lujosa mesa.La pareja del joven y solemne primer ministro con el príncipe heredero desprenden un aire de calidez. Espero que los dos puedan seguir así en el futuro...

— ¿Santidad?

— Buenas tardes, canciller, príncipe heredero. ¿Puede este servidor de Dios unirse a la mesa?

— Por supuesto, siéntese.

— ¡Hermano mayor!

En todo el camino hasta acá no importaba lo que yo dijera, Levina no estaba dispuesta a contestarme, solo se mantuvo en silencio sin decir nada. Y ahora grita felizmente y sale corriendo como flecha en dirección a mi hermano. Solo la miré.

Me pregunto por qué me siento tan incómodo al verle comenzar hablar de esa manera tan linda mientras acomodaba sus manos sobre el brazo de mi hermano.

Dios mío, estoy muy molesto. Aléjate de él, ¡él es mi hermano!

— El sacerdote me contó muchas historias interesantes el día de hoy. Me alegra poder comer juntos. Oh, su alteza el príncipe, me disculpo por mi descortesía el día de hoy, todavía soy joven y hay muchas cosas en las que soy inexperta...

Observo a Levina hablar con una mirada abatida y pestañas caídas mientras se disculpa como si realmente estuviera avergonzada de sus acciones.

— Está bien.

— ¿Qué sucedió?

— Nada, maestro. No es nada.

El príncipe lo está haciendo otra vez. ¡Dios mío, se comporta como un perrito frente a mi hermano! ¿Por qué diablos hay tantos zorros al rededor de mi hermano? Bueno, el príncipe es más como un gato que un zorro, pero...

Con un poco de dudas mi hermano alternaba su mirada entre Levina y Ryun, un poco después su mirada se posó en mí, que me había quedado mirándoles desde lejos. No solo mi hermano, sino también Ryun y el sacerdote me miraron como si esperaran algo.

Me quedé de pie con una sonrisa tímida y melancólica como una flor suave, mirando a la mano de Levina que se aferraba al brazo de mi hermano.

Un momento después mi hermano deslizó su brazo fuera del agarre de Levina y dijo en voz baja.

— Levina, ante el príncipe debes inclinarte.

— ¿Qué...? Oh, lo siento. Alteza, mi señor.

Levina, que había estado dudosa durante un tiempo, pronto volvió a sonreír y se disculpó cortésmente. Ryun se encogió de hombros de nuevo, y el sacerdote solo sonrió con esa amble sonrisa suya.Todos los participantes de esta curiosa reunión pasamos a sentarnos al rededor de la mesa. El solemne príncipe heredero se sentó en el medio, a la izquierda estaba mi hermano y a su lado Levina, yo estaba a la derecha y a mi lado el sacerdote.

Así que almorcé de frente al mi hermano. Mientras comíamos hubo un extraño silencio, y solo el sonido de los tenedores y cuchillos se escuchaba.

Como la conversación no es mi fuerte, me sume al silencio de mi hermano y Ryun, incluso el sacerdote, que había dicho que tenía algo que decirle al canciller estaba sentado sin hablar.

Entonces, ¿Qué debo de hacer? Se siente como si intentara arreglar algo. En otras palabras, todos comíamos de manera deslucida, esparciendo un poco de incomodidad.

La verdad es que realmente tengo hambre y me muero por comer tanto como pueda... pero el camino de una joven dama es largo y duro. Puedo sentir la mirada de mi hermano y la del sacerdote en la parte superior de mi cabeza. Sí, esto no es muy gratificante. Me gustaría que...

— ¿Te sientes mal?

Cuando levanté la cabeza por la pregunta pude ver el hermoso rostro de mi hermano ligeramente inclinado hacía mí. Es solo que...

— Hermana, ¿Qué te duele? Habías estado bien hasta ahora.... todo está bien. Simplemente ¿debo de soportar esto por cuatro años? me gustaría que ya acabaran.

Ya sea que Levina estuviera preocupada o no, no la miré. Sonreí con amargura y nuevamente bajé la mirada.

— Estoy bien, gracias por tu preocupación.

— ...

Como si sospechara algo en mi inusual actitud mi hermano intercambió miradas con el sacerdote que estaba sentado a mi lado.

Incluso si era el Santo Sacerdote del templo de Irund, no hay ninguna virtud en mirar a a través de mí.

Finalmente la comida envuelta en un silencio imperturbable terminó, y se sirvieron té y postres.

Solamente Ryun y yo fuimos quienes comieron de los coloridos pastelillos decorados con frutas de la temporada, eran del tamaño perfecto de un bocado.

— Ray, ¿estos también te gustan? Al maestro no le gustan los dulces.

— Jaja... sí, supongo que a su alteza también le gustan.

— ¡Sí! Pero estoy molesto porque no me dejan comer los suficientes por las caries, ¿sucede lo mismo en tu casa? ¿Ah, es así? Sería un honor que mi familia se preocupara tanto como por el príncipe heredero. Independientemente de lo que pensara por dentro, me reí amargamente y me quedé en silencio, y por un momento, un aire incómodo se apoderó de la mesa.

Mm. Bien, bien... no se siente bien el tener las miradas de estás personas sobre mí.

— ¿Ray?

Ryun ladeó la cabeza y volvió a preguntar, salí de mi aturdimiento como si hubiera chocado contra algo y respondí un poco después. 

— No, no creo que todos sean similares.

— ¿Enserio? No es justo. ¿Son más de té y tabaco? ¿Es eso cierto, maestro?

— Es verdad.

Mi hermano, que inclinó silenciosamente la taza de té, respondió en voz baja, sin dejar de mirarme.

Sonreí tranquilamente sin ninguna otra intención, luego agarré suavemente una cucharadita y tomé un bocado de la crema dulce. ¡Oh, esto se siente tan bien!

 


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