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10. Lo que se perdió


Esa noche, al llegar al ducado, Elisa le dijo a Richard. 

— Quiero dormir sola a partir de hoy. 

Después de terminar después de terminar de masajear el vientre, Richard miró a Elisa con una expresión desconcertada

— ¿Por qué de la nada? 

— Es incómodo dormir juntos. 

— ¿Entonces debo dormir en el sofá? 

— No, no hagas eso. Duerme cómodamente en tu habitación.

Richard no dijo nada a la propuesta de Elisa. 

A veces las mujeres embarazadas se sienten incómodas durmiendo apretadamente cuando el vientre ha crecido. 

Elisa ha estado durmiendo con almohadas adicionales en las piernas y el vientre durante algún tiempo. 

Sin embargo, solía moverse mucho porque no podía dormir en una sola postura, incluso si encontraba una forma cómoda, poco después se daba la vuelta y se volvía a mover para encontrar otra postura cómoda. 

A menudo, cuando Elisa estaba a punto de quedarse dormida, el bebé comenzaba a moverse y nuevamente se despertaba. 

Eran por estas razones que le preocupaba dejar sola a Elisa.

Pero más que nada, no quería estar lejos de Elisa. 

Sin embargo, la expresión de Elisa era decidida. Richard, que había estado agonizando durante un tiempo, ideó su propia estrategia.

— Entonces leeré el libro de cuentos de hadas y me iré. 

En estos días, Elisa a menudo se dormía cuando él leía un libro de cuentos de hadas, tal vez debido a sus malas noches de sueño. 

Tal vez hoy, si Elisa se queda dormida en medio de la lectura del libro, él podría fingir que se olvidó y pasar la noche juntos, era la táctica en la que pensó. 

Pero Elisa negó con la cabeza. 

— Me voy a la cama ahora. 

Al reconocer la sutil agudeza en su voz, Richard tomó la mano de Elisa. 

— Elisa, mírame. 

Elisa, que estaba tratando de evitar furtivamente su mirada, lo miró de mala gana. 

Richard dijo, acariciando suavemente el dorso de la mano de Elisa. 

— Lo siento si te he ofendido. Yo solo... Está bien si estás molesta solo deseo que estés cómoda. 

Sus palabras fueron sinceras. Elisa, mirándolo sin comprender, respondió con voz suave. 

— No es así... Solo quiero dormir sola. 

Dijo que no era nada, pero los ojos de Elisa, que decía eso, parecían que comenzarían a llorar en cualquier momento.

Después de ver eso, Richard finalmente salió de la habitación después de acostar a Elisa en la cama. 

Cuando salió, se demoró un momento frente a la vista de Elisa, y finalmente llegó a su habitación con paso pesado. 

A diferencia de su habitación, que se sentía luminosa y cálida por la presencia de Elisa, esta era oscura, y se sentía desolada y fría. 

Richard se acostó en la cama y cerró los ojos, el sonido del canto de los insectos que salían en el verano, entró por la ventana abierta, llenando la habitación. 

Era un sonido al que nunca le había prestado atención cuando Elisa estaba a su lado. 

El sonido lo molestó. 

Después de dar vueltas y vueltas durante más de una hora, Richard finalmente se levantó de la cama y se acercó al balcón. Se paró para cerrar la puerta. 

Estaba a punto de cerrar la puerta del balcón, cuando el viento fresco de la noche lo rozó. 

En ese momento se acordó. Richard miró en dirección a la habitación de Elisa. Quizás la puerta de su balcón también estaba abierta. 

'Ha pasado un tiempo, así que probablemente esté dormida'.

Después de pensar un rato, Richard hizo una brisa y se fue volando. Se dirigió directamente al balcón de la habitación de Elisa. 

Como se lo imaginó, la puerta del balcón estaba abierta.

Richard dejó de usar su poder y bajó al balcón para echar un vistazo a la habitación. 

La cama estaba justo enfrente del balcón. Al echar un vistazo, Elisa parecía estar durmiendo. Richard abrió la puerta del balcón y entró en el dormitorio. 

Luego escuchó el chillido de las bisagras de la puerta del balcón. 

Richard agarró la puerta con sorpresa y la abrió lentamente... 

'¿Por qué estoy haciendo esto en mi casa?' 

Su situación parecía ser la de un ladrón infiltrándose en un hogar. 

Aunque en esta habitación realmente hay un tesoro precioso que nadie puede robar. 

Richard se acercó a la cama siendo cuidadoso con su presencia. 

Elisa estaba dormida y rodeada por una almohada que sostenía su cintura y una almohada entre sus piernas. Richard se sentó en silencio junto a la cama y miró a Elisa dormida. 

Era hermoso ver a Elisa caminando con ese cuerpo pequeño sosteniendo su pesado vientre. 

El estar sosteniendo su vientre y susurrándole al bebé, con su pequeña boca llena de comida, y la apariencia de gruñir y gemir hacia él. 

A los ojos de Richard, la Elisa embaraza era linda y encantadora, pero la propia Elisa, parecía estar pasando por un momento difícil y estaba desconsolada. 

'Ojalá pudiera aliviar un poco tu dolor.' 

Todo lo que podía hacer por ella era soplar aire para que pudiera dormir cómodamente en la calurosas noches de verano.

Richard, que vio la frente de Elisa reluciente de sudor, hizo que un ligero viento fresco para enfriar su frente. 

La expresión de Elisa se volvió más cómoda cuando el viento suave y fresco la rozó. 

Al escuchar la respiración uniforme de Elisa, su tensión disminuyó y se sintió más aliviado. 

'¿Debería quedarme y dormir a tu lado?' 

Entonces se despertaría mañana y le haría pucheros. Lo consideró seriamente por un momento. 

— Hm... 

Elisa, que dormía tranquilamente, gimió y frunció el ceño.

Mientras examinaba con urgencia la condición de Elisa, Richard notó que el vientre de Elisa se retorcía sutilmente. 

Era él bebé. Después de verlo, la frente de Richard se frunció.

Richard colocó cuidadosamente su mano sobre el vientre que se movía y susurró. 

— Shhhh. Despertarás a mamá. 

Era lo que siempre hacía cuando el bebé comenzaba a moverse y Elisa estaba dormida. 

Tal vez porque escuchó su voz el bebé se calmó. Elisa, que estaba gimiendo y frunciendo el ceño de la frente como si se fuera a despertar, se volvió a calmar. 

Poco después, la respiración uniforme se volvió a escuchar.

Richard miró el pacifico rostro de Elisa por un tiempo, se levantó de su asiento y acomodó adecuadamente la almohada. 

Luego besó a Elisa en la frente y salió al balcón. 

*** 



Elisa no tardó mucho durmiendo. 

— Ah. 

Poco después de que Richard regresó a la habitación, Elisa nuevamente se despertó. 

Debido a que el bebé en su vientre se había comenzado a mover. 

Aún era tarde por la noche. Elisa esperó a que su hijo se calmara y trató de volver a dormir, pero cuando trató de conciliar el sueño, una vez más el bebé se movió. Parecía estar repentinamente agitado en la noche. 

Cuando el bebé se empujó en su interior fue tan sorprendente que Elisa que dejó de respirar. Le asombraba saber de dónde sacaba tanta energía este bebé. 

‘¿Es tan fuerte porque se parece a su papá?’ 

Elisa estaba feliz de los movimientos activos del bebé porque eso era una prueba de que estaba creciendo de manera saludable, pero ahora estaba demasiado cansada. 

Elisa se frotó los ojos somnolientos y le susurró al niño en su vientre. 

— Amor, mamá tiene mucho sueño… 

Pero sin importar lo que Elisa dijo el bebé siguió pateando en el vientre de Elisa. 

Finalmente, Elisa se frotó los ojos somnolientos y se sentó. 

El niño respondió presionando hacia abajo en el área que se estaba tocando. 

Elisa miró hacia en la cama, el lugar vacío al lado de ella.

Cuando el bebé se movía por las noches, era Richard quien la ayudaba acariciando su vientre hasta que su hijo nuevamente se dormía. 

Aceptaba las quejas de Elisa y la esperaba hasta que se volviera a dormir. La visión del lugar vacío en su cama le deprimió de nuevo. 

"Te gusta mucho". 

Se dio cuenta solo después de escuchar a Aiden. 

"No hagas esto con nadie que no sea yo". 

Pero tenía miedo de preguntar a qué se refería con eso. Temía que su afecto no estuviera dirigido a ella, sino solo al bebé, y que sus dulces besos no fuera más que un deseo físico. 

No podía preguntar porque temía que la respuesta que le diera fuera una que la lastimara. 

"Lo siento si herí tus sentimientos. Yo... Está bien si te enojas, así que espero que hagas lo que quieras.’ 

Sentía pena por su ternura incierta. Estaba molesta. 

Se puso de mal humor y por eso lo echó. 

Pero... extrañaba la calidez con la que la abrazaba. 

Extrañaba su voz suave y tranquilizadora. 

La ansiedad de que los quisiera matar a ella y a su hijo, como en la novela, había sido olvidada hace mucho tiempo, sustituido por la calidez y la ternura. 

‘Porque ha cambiado del original’. 

Después de dudar por un tiempo, Elisa finalmente se levantó de la cama y salió de la habitación. 

Demasiado tarde se dio cuenta que eran sentimientos que ya no podía echar para atrás. 

***




Richard, que regresó a su habitación después de ver a Elisa, finalmente dejó de intentar dormir y abrió un libro. 

Era un libro sobre el embarazo y parto que ya había leído varias veces antes, pero lo estaba releyendo para ver si no le faltaba algo. 

En ese momento la puerta de la tranquila habitación se comenzó a abrir. Instintivamente los ojos de Richard se movieron hacía allí. 

La puerta estaba un poco abierta, pero no terminó de abrirse del todo.

‘¿Quién es?’ 

Era pasado la media noche, nadie vendría tan tarde a su habitación, y no había muchas personas que entraran a su habitación sin miedo antes de llamar. 

Cuando Richard se preguntaba desconcertado quién podría ser, una cabellera rubia familiar apareció por la puerta entreabierta. Luego vio un par de ojos verdes claro. 

Se encontró con ese par de ojos mirando hacía dentro de la habitación.


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