14. El primer Rey, Jenade.
Después de sus actividades de la tarde, Aiden se apresuró a llegar al anexo.
Richard y Elisa lo esperaban en el anexo.
— ¿Qué es urgente-
Aiden, que se apresuraba hacia el anexo, vio la energía negra que fluía de Richard y dejó de hablar.
— ¿Cómo ha sucedido esto de pronto?
— Lo siento, usted debe estar ocupado.
— No lo sé, de repente la energía negra...
A la pregunta de Aiden, Richard expresó su pesar y Elisa respondió en su lugar.
Aiden, que estaba examinando brevemente la oscuridad en Richard, se subió las mangas.
— Antes que nada, debo purificarlo...
Richard se quitó la camiseta y se sentó en una silla.
Aiden puso una mano en la espalda de Richard. Junto a la de él estaba la mano de Elisa. Aiden y Richard miraron a Elisa sorprendidos.
Elisa respondió a sus miradas con determinación.
— Yo también lo haré.
No puede estar viniendo a Aiden cada que suceda esto. Elisa estaba planeando aprovechar esta oportunidad para aprender a usar el poder de la purificación.
Al entender los pensamientos de Elisa, Aiden asintió.
— Hasta ahora, cuando usas el poder del agua, crees que es expulsado de ti, pero esta vez, piensa en ello como recolectar tu maná en tu cuerpo para crear agua.
Elisa puso su mano en la espalda de Richard y cerró los ojos, tal y como Aiden le dijo, se concentró en inyectar su poder en Richard.
— Y todo lo que tenemos que hacer es dejar que fluya ese poder.
Como Aiden le dijo, Elisa dejó que su poder fluyera hacia Richard, y cuando la fuerza combinada de Aiden y el poder de Elisa fluyeron hacia Richard, la energía negra desapareció como si hubiera sido arrastrada.
Sin embargo, solo disminuyó temporalmente, y pudo ver que la energía oscura aún permanecía dentro de él.
— ¿Por qué no está purificado?
— Ahora puedes verlo con tus propios ojos.
Dijo Aiden. Al principio, cuando Richard estaba poseído por la energía oscura, la energía no era visible a los ojos de Elisa.
Ha comenzado a verlo porque aprendió a manipular el poder de la purificación y a leer el flujo de maná.
En ese momento, respondió Richard.
— Tal vez, esta energía negra es mi propio poder, por lo que puede que sea por eso que no se purifica.
— ¿Qué quieres decir con tu poder? ¿A qué te refieres?
— Raymore Felice dijo que este poder era mío.
— ¿Acaso no me dijiste que él no sabía nada?
Elisa cuestionó sus palabras. El día que Kane la atacó, Richard regresó de encontrarse con Raymore y le dijo a Elisa:
"No sabe nada".
Richard explicó, evitando la mirada de Elisa.
— En ese momento no pude decírtelo porque no quería que te preocuparas. Tu estabilidad era prioridad.
Ese momento Elisa se encontraba en un estado mental y físico muy inestable debido a sus dolores de parto, por lo que no podía permitirse el lujo de cuestionar lo que estaba sucediendo.
— Perdón por esconderlo, Elisa.
Richard tomó la mano de Elisa, la acarició y besó el dorso de su mano.
Fue un acto de nerviosismo por el temor a que le odiara por esa decisión.
Al verlo así, Elisa no pudo culparlo.
'Si yo fuera Richard, habría ocultado ese hecho en esa situación.'
En ese momento, Aiden, que estaba examinando la energía de Richard, dijo.
— Si es como dijo el Marqués, que este poder es tuyo, es comprensible que no pueda ser purificado.
— Si es el poder de Richard, ¿no puede ser purificado?
— La purificación es como lavar cosas sucias con agua. Es difícil eliminar si es una energía fundamental.
[1. La raíz de una planta 2. El entorno o linaje en el que se crió. 3. Significa "desde el principio" 4. La esencia o base de las cosas.]
Aiden agregó una explicación para que fuera fácil de entender.
— Es como una pintura negra, puedes lavarla, pero no puedes hacer que la pintura negra se convierta en blanca.
— ¿Entonces no se puede purificar?
— Por supuesto, si sigues mezclando pintura negra con agua, puedes diluirla hasta parecer agua... pero eso es desgarrador para el alma. Podría poner en peligro su vida.
No puede creer que Richard pueda morir si hace la purificación.
Era solo una suposición, pero el solo escuchar esas palabras golpeó el corazón de Elisa. Las palabras de Aiden no se detuvieron ahí.
Aiden continuó con una mirada rígida en su rostro.
— Y la oscuridad es cada vez más fuerte... Hasta ahora, Elisa, podía calmar tu energía con solo estar a tu lado, pero ahora tendrás que purificarte periódicamente.
Eso no era un buen presagio. Es posible que pueda sobrevivir a través de la purificación inmediata, pero el hecho de que la energía se fortalezca gradualmente significa que es probable que no pueda manejar la purificación en un futuro cercano.
Antes de eso, tenía que encontrar una solución. Elisa le preguntó a Richard con una mirada urgente.
— ¿Por qué tienes este poder...? ¿Qué es este poder? ¿No te dijo el Marqués nada más?
— Que él es la voluntad de Dios...
Richard, que estaba tratando de transmitir lo que dijo Raymore, de repente recordó lo que había dicho.
"Si no me cree, vaya a la Torre de la Verdad. Allí encontrará la respuesta que busca".
Richard detuvo lo que estaba diciendo y dijo con una mirada confiada.
— La Torre de la Verdad.
— ¿La Torre de la Verdad...?
— Debe haber respuestas a lo que estamos buscando.
Incluso si era una trampa de Raymore, ahora no tenía más remedio que ir.
Después de una purificación temporal a la energía negra, los dos regresaron a la residencia del Duque.
Luego de dejar a Harness con la niñera y las criadas, Richard regresó y habló con Elisa.
— Elisa, me quedaré en el anexo hasta que esto se arregle.
— No.
Elisa lo agarró del brazo sin dudarlo.
Su mano, que sostenía el brazo de Richard con fuerza, era lastimera, no dejando que él se fuera.
Richard miró a Elisa y dijo.
— Para mí, tú seguridad y la de Harness es prioridad.
— Me dijiste que no te dejara atrás.
— Elisa, eso es...
—Y hay un colgante. Si tienes eso, puedes lidiar con ello de inmediato.
Elisa jugó con el colgante de purificación que colgaba del cuello de Richard.
Era un colgante un poco más grande que el que Aiden le hizo el otro día, este fue hecho para él por Elisa.
— Si esa es tu preocupación, no importa cuántas veces se rompa, lo haré una y otra vez para ti... Quédate conmigo, cerca de mí ¿Si?
Elisa levantó la mano que estaba tocando el colgante y rodeó la mejilla de Richard haciendo que la mirara.
Fue un acto para pedirle una respuesta sincera, no una mentira.
Elisa hizo contacto visual con él y dijo con una mirada determinada.
— Somos familia.
— ...
— Soy tu esposa, así que haré cualquier cosa contigo. Ya sea en la felicidad o dificultad...
Poco después de la ceremonia de fundación, cuando los monstruos atacaron en el templo, se dio cuenta que el tiempo que estuvo alejada de él era triste.
Es mejor estar juntos y compartir la ansiedad que estar separados y ansiosos.
'Ahora no voy a dejar que cargues nada por tu cuenta'.
Esa última guerra fue suficiente.
Elisa lo abrazó pensando así. Su diferencia de físicos la hacía verse tan pequeña, pero no importaba.
Con el abrazo sabía que él nunca podría resistirse.
Richard hizo una pausa por un momento, pero finalmente le dio un abrazo como se esperaba. Como siempre.
— Elisa.
Elisa, al escuchar su dulce voz sonando en sus oídos, levantó la cabeza, preguntándose si él podría simplemente huir a pesar de aún estarse abrazando.
Richard miró a Elisa y le susurró mientras ponía su frente sobre la frente de ella.
— Bésame y estaré a tu lado.
Richard pensó que Elisa se sentiría avergonzada o molesta.
Sin embargo, contrariamente a lo esperado, Elisa lo besó en silencio.
Incluso a través de sus labios cariñosos y dulce aliento, podía sentir sus sentimientos de afecto por él.
Lamentó haberla preocupado y molestado, pero se alegró de que sus sentimientos fueran bonitos y encantadores.
Elisa lo besó suavemente y abrió los labios.
No, intentó alejarse. Pero tan pronto como sintió sus labios alejándose, Richard tiró de ella hacia él y la abrazó, juntando sus labios de nuevo.
Elisa, quien parpadeó sorprendida por su beso desesperado, cerró los ojos y lo aceptó.
El aliento del anhelo del uno por el otro estaba entrelazado.
Era como cuando una persona que sufre de una sed prolongada busca agua, Richard, que inhalaba cada aliento que exhalaba Elisa, notó que el aliento de Elisa era cada vez más suave y lamió levemente sus labios.
Sin embargo, como si pudiera perderse un preciado segundo, su mirada no supo cómo apartarse de Elisa.
Suspiro.
Richard esperó que Elisa recuperara el aliento, y la besó una vez más cada que respiraba.
Luego, tan pronto como recuperó el aliento, volvió a besarla y la abrazó de nuevo.
Entonces, los brazos de Elisa naturalmente se deslizaron al cuello de Richard para abrazarlo.
Habiéndolo aceptado como permiso, Richard se dirigió directamente a la cama.