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15. Pequeña llama.


Hace unas horas, Rosé se subió a un vagón para dirigirse a una villa imperial cerca de un centro de salud.

Pero eso solo era algo para mantener las apariencias.

Rosé fingió ir para recuperarse, mientras pensaba una forma de mantener su posición.

'Si encuentro al hijo ilegítimo de Christian y lo pongo bajo mi cuidado, no podrán llevar a una amante tan abiertamente como ahora.'

Incluso si es un bastardo de sangre mestiza sigue teniendo sangre imperial.

La razón por la que buscaban a una amante es por el asunto del heredero.

Además, habrá un baile para celebrar la llegada del niño imperial.

Rosé ordenó en secreto a las personas bajo su cargo que buscaran en el orfanato que Elisa estaba patrocinando.

Probablemente escondió allí al hijo ilegítimo de Christian.

'Elisa, esa niña no podría ignorar la seguridad del niño'.

No importa lo que diga Elisa, si encuentra al niño primero y lo amenaza con la seguridad del niño, no podrá decírselo al Emperador.

Además, ya no está tratando de matarlo como antes, lo tomará y lo criará bien.

¿No es mejor para Elisa, a quien le gustan los niños, que sea criado bien como un niño Imperial en lugar de matarlo?

'Por supuesto, si está en mis manos será más fácil el lidiar con él cuando nazca mi hijo'.

Rose tenía prisa.

'Debo encontrar al hijo ilegítimo antes de que Elisa regrese.'

Estaba nerviosa por dejar a sus subordinados buscando al niño mientras que ella tenía que ir sus tratamientos.

Rosé, que se había impacientado dentro del carruaje, detuvo el carruaje tan pronto como salió de Akaroa ya que tenía miedo de ir a las afueras.

— Tomemos un poco de aire fresco.

En las cercanías había un lago.  

El lago se había descongelado porque el clima había sido templado durante unos días.

Rosé decidió dar un paseo por la orilla del lago para aliviar un rato su nerviosismo.

Mientras caminaba por el lago lleno del sonido de los pájaros, el viento y las hojas que caían bajo sus pies. Siete niños aparecieron al otro lado del lago.

Supuso que son los huérfanos del templo.

Los niños estaban vestidos con la ropa de un joven sacerdote del templo.

Rosé rápidamente los ignoró. No le interesaban los huérfanos del templo.

Fue porque Elisa dijo que patrocinaría el orfanato, por lo que no había pensado en los huérfanos del templo.

Sobre todo, el esconder al niño imperial en el templo, ya que podría provocar un conflicto con la familia real. Así que era poco probable que Elisa hubiera corrido tal riesgo.

De pronto, la atmosfera comenzó a sentirse densa.

Era tan fuerte que incluso Rosé podía sentirlo.

Rosé levantó la mirada involuntariamente y se asustó al ver a los horribles monstruos frente a ella.

Ojos rojos desenfocados que parecían estar poseídos por algo.

Estaba tan sorprendida que ni siquiera pudo gritar.

— ¡Alerta!

Afortunadamente, los guardias, que notaron la situación rápidamente, corrieron y la bloquearon para protegerla.

— ¡Por qué hay monstruos en este lugar...!

— ¡Lleven a su Alteza al carruaje!

Rose se dirigió al carruaje, escoltada por caballeros, con una mirada asustada en su rostro.

Entonces en ese momento.

— ¡Aah!

Se escucharon los gritos de los niños del otro lado del lago.

Sorprendida por el sonido, Rose que miró hacía ellos por reflejo lo notó con sus propios ojos.

Vio al niño de cabellera roja parado entre las furiosas llamas y una peluca dorara meciéndose al viento...

'El poder de El Cairo...'

La expresión aterrorizada de Rose cambió rápidamente en cuanto descubrió a León.

Eso es...

El niño que Elisa escondió. Su pase a mantener su puesto actual.

En la actual familia imperial, ni el Emperador ni Christian ni la princesa Mikaela podían usar el poder de Cairo.

En esa situación, si aparece ese niño que heredó el poder de Cairo...

Teniendo a ese niño ya no se necesitará buscar una amante para tener más descendientes, porque al tener ese poder no se necesita más herederos, quien tiene el poder es el que merece ser Emperador, tanto en nombre como en esencia.

— Su Alteza, regrese primero al carruaje. Nos ocuparemos de este lugar en un minuto.

Mientras Rosé se mantenía erguida, un caballero preocupado se acercó.

Pero, en lugar de asustarse, Rosé dio órdenes con los ojos relucientes de locura.

— Atrapa eso ahora mismo...

El dedo de Rose, refiriéndose a "eso", apuntaba hacia León, al otro lado del lago.


***



Los niños miraron el fuego que los separaba de los monstruos con expresión de sorpresa.

— ¡Argh!

Los monstruos envueltos en fuego lucharon por el dolor, y los monstruos que no fueron alcanzados por el fuego vacilaron frente al fuego que rodeaba a los niños protegiéndolos.

León, que había estado mirando a esos monstruos de una manera animada, aumentó la llama aún más.

Las llamas intensificadas ardieron ferozmente como para quemar a los monstruos restantes.

En ese momento, los ojos de los monstruos volvieron a sus colores originales y huyeron de las llamas que se extendían.

León se acercó a los niños más cercanos a los monstruos.

— Hermano, ¿estás bien?

— Estamos bien.

— Pero León, Acabas de hacer ese fuego ¿hiciste eso?

León se sorprendió por la pregunta del niño, porque en ese momento recordó la promesa que había hecho con Aiden, de que no usaría su poder frente a los otros.

— Uh... pero no se lo diga al Santo Padre. Es un secreto. Te meterás en problemas.

— Wow, eso es increíble. León, eres muy fuerte. ¡Eres tan genial!

Los niños pequeños estaban vagamente fascinados por el poder de León, pero el hermano mayor, Benjamín, no pudo.

'Si es el poder de las llamas...'

Es el poder de la familia imperial. No sabe por qué, pero si Aiden quería esconderlo, debería haber una razón. Nadie debería haberlo visto.

Benjamín decidió llevarse a los niños y regresar al templo rápidamente.

— Chicos, regresemos al templo hoy. Creo que es peligroso porque hay monstruos.

— ¡Hermano, espera un minuto!

En ese momento, los ojos de León miraban una pequeña llama que no se pudo apagar.

Cuando León se acercó para apagar el fuego, los caballeros de Rose bloquearon el frente de los niños.

— Niño. Una persona importante quiere verte, ¿te gustaría acompañarme un momento?

— Incluso te daré algunos dulces deliciosos. No somos malas personas.

Dijeron los caballeros mientras hablaban con León.

Sin embargo, los niños que crecieron aprendiendo que 'no se debe seguir a extraños' desde una edad temprana rodearon a León al ser el menor y desconfiaron de los hombres.

El hermano mayor, Benjamín, se paró frente a ellos.

“Somos fieles mensajeros de la Diosa, y no podemos dejar nuestro lugar designado sin el permiso del Santo Padre. Si tiene algún asunto, ¿vendría al templo? ¿podría venir al templo?

Ante la cortés negativa de Benjamín, los caballeros estallaron en carcajadas mientras miraban a Benjamín y sus colegas como si se estuvieran divirtiendo.

Sin embargo, pronto endureció su expresión y dio órdenes a sus compañeros.

— Atrapen eso...

Los caballeros rápidamente se acercaron para atrapar a Leon.

En ese momento, los niños del templo jalaron el cabello de los caballeros y les arrojaron tierra en los ojos como para defender a León.

— ¿Están locos o son valientes?

— ¡León, corre!

Benjamín se aferró a uno de los caballeros restantes y le gritó a León.

León, que estaba de pie con una expresión de miedo en el rostro, escuchó la voz urgente de Benjamín y comenzó a correr hacia la montaña.

— ¿Qué están haciendo? ¡Vayan tras él!

Los caballeros intentaron deshacerse de los niños y perseguir a León, pero los niños no los soltaban.

En el momento en que lograron deshacerse de los niños y perseguir a León.

Unas pequeñas brasas fuera de control se convirtieron en un gran incendio, bloqueando el camino.


***



Al atardecer, anexo del templo.

Aiden, que había terminado su trabajo, se dirigió al macizo de flores del anexo.

Mirando a su alrededor, estaba pensando en el poder que tenía Richard.

'Ese poder... es similar a lo que sentí sobre el cañón hace veinte años.'

Una fuerza muy peligrosa y abominable.

Teniendo en cuenta ese poder, sintió el deseo de apartar a Elisa del lado de Richard inmediatamente.

Sin embargo, por otro lado, Elisa puede estar controlando un poco de ese "poder" al mantenerse cerca de él.

'Más que cualquier otra cosa, Elisa no querrá alejarse del lado del Duque'.

Aiden suspiró.

Solo puede esperar que Elisa y Richard encuentren la respuesta en la Torre de la Verdad.

En ese momento, mientras estaba sumido en la ansiedad, se escuchó un golpe urgente.

— ¡Su Santidad!

Aiden escuchó la extraña voz urgente del sacerdote así que abrió la puerta rápidamente.

— ¿Qué pasa?

— ¡Problemas! Algo ha sucedido. Un incendio forestal se está extendiendo en la montaña junto al templo.

Las cejas de Aiden se fruncieron ante la noticia urgente.

También hay barrios marginales cerca de las montañas. Si el fuego crece, las personas que viven allí también también resultarían dañadas.

— Vamos.

— Él, y...

Tan pronto como Aiden salió de la habitación, la voz temblorosa del sacerdote lo detuvo.

— Los niños que fueron a buscar leña acaban de regresar, y León está siendo perseguido por unos caballeros. Huyó a las montañas para evitar a los caballeros, así que debería ir a buscarlo...

Los ojos de Aiden estaban visiblemente conmocionado por la noticia.

Niños que fueron a buscar leña. Caballeros persiguiendo a León, e incendios forestales repentinos. 

Estos eran incidentes que parecían completamente ajenos entre sí.


***



El sol se puso rápidamente en las montañas y oscureció.

— Niños, ¿no somos malas personas? No tengas miedo, sal. ¿Eh?

— Mira, soy un buen hombre, pero si sigues escondiéndote puedo convertirme en uno malo.

Los caballeros de Rose no podían encontrar a León a pesar de su búsqueda continua, por lo que ya no pudieron ocultar su irritación.

— Ah, esta cosa es como una rata. Te escondiste bien.

Debajo de donde estaban, bajo las raíces de un gran árbol, León se escondía, conteniendo la respiración.

'Hace frío y da miedo...'

León se estremeció de miedo y frío, acurrucó su pequeño cuerpo abrazándose.

De pronto sintió que algo se deslizaba en sus tobillos.

Era una araña enorme.

— ¡Ah...!

León, que estaba a punto de gritar sin darse cuenta, rápidamente me tapó la boca con la mano.

'¿Ellos... escucharon eso?'

Su corazón latía rápidamente con miedo intenso, y León cerró los ojos esperando que los caballeros no escucharan su grito, pero incluso después de un tiempo, no pudo escuchar las voces de los caballeros.

León abrió los ojos sigilosamente. En ese momento, hizo contacto visual con el caballero que lo estaba mirando fijamente.

— ¿Estuviste aquí?

León se inclinó hacia atrás para evitar que se acercaran. Pero las raíces del árbol estaban firmemente bloqueando a sus espaldas.

— El escondite se acabó, chico.

— Su Alteza le está esperando, así que vámonos

Los caballeros alcanzaron a León y en el momento en que lo agarraron del brazo. Feroces llamas brotaron bajos sus pies.


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