9. Festival de la fundación
— ¿Elisa?
Richard miró a Elisa con ojos perplejos.
Al parecer ha roto la ventana para llamarlo.
Ese ha sido un acto bastante radical y absurdo, pero pensó que en cierta forma es así como es ella, y sonrió.
Richard se tragó una risa y preguntó.
— ¿Qué está sucediendo?
Sin embargo, Elisa ladeó la cabeza como si no pudiera entender de qué estaba hablando.
Fue ahí que Richard se dio cuenta que su habitación estaba hasta el tercer piso, así que habló más fuerte.
— ¿Qué pasó?
Elisa miró a su alrededor, puso su dedo índice en sus labios e hizo un gesto para que se callara.
Era de noche, por lo que parecía significar que debería guardar silencio.
'¿Pero no hiciste ruido al romper la ventana?'
Richard se echó a reír de Elisa, porque sus palabras contradecían sus acciones, pero decidió obedecerla en silencio.
Elisa hizo callar a Richard y levantó el cuaderno de bocetos que había traído.
Luego se sentó en cuclillas en el macizo de flores, escribió algo.
Anne, que estaba a su lado, luchó por levantar la linterna para alumbrar el cuaderno de Elisa.
[¿Dormías?]
Richard negó con la cabeza. Entonces Elisa pasó a la página siguiente y comenzó a escribir de nuevo.
[¿Cenaste?]
De hecho, no comió porque no tenía hambre pero sus problemas solo harían que Elisa se preocupara, así que asintió con la cabeza porque estaría preocupada si le decía la verdad.
Una sonrisa complacida se extendió por el rostro de Elisa cuando vio la respuesta.
Elisa volvió a escribir algo en su cuaderno de bocetos.
[¿Algún inconveniente?]
El único era el no poder verla.
Richard asintió de nuevo esta vez.
Elisa escribió otra palabra y se la mostró.
[Te sacaré del anexo pronto. Solo aguanta.]
La expresión de Elisa sosteniendo el cuaderno de bocetos era decidida.
Richard no estaba siendo muy optimista debido a que no había información en ninguno de los libros que registró de día y de noche, pero cuando vio a Elisa así, sintió que las cosas iban a solucionarse pronto.
Su intento de animarlo fue asombrosamente encantador.
Richard la miró y asintió.
Satisfecha con su respuesta, Elisa comenzó a escribir en su cuaderno de bocetos nuevamente.
Richard quería que Elisa se detuviera, porque parecía cansada mientras estaba en cuclillas con su vientre entre sus brazos, pero no pudo decirle nada.
Después de un rato, Elisa nuevamente le enseñó el cuaderno.
[El bebé dice que quiere ver a su papá.]
Elisa escondió sus verdaderos sentimientos usando al bebé como excusa. Por alguna razón, le avergonzaba decir la verdad.
Richard miró a Elisa, se dio la vuelta, entró en la habitación y rápidamente regresó a la ventana con un avión de papel.
Richard utilizó el viento para bajar suavemente el avión.
Elisa extendió la palma de su mano apresuradamente.
Un pequeño avión doblado aterrizó exactamente en la palma de Elisa.
Elisa desdobló con cuidado el avión de papel, su vista se alternó entre el avión de papel posado en su mano y Richard.
La nota era corta y estaba escrita con una caligrafía familiar.
[Yo también te extraño.]
Aunque sabía que era para el bebé, y no para ella, su corazón comenzó a latir con fuerza.
Incapaz de ocultar sus labios subiendo, Elisa lo miró dando una gran sonrisa.
Richard la miró sonreírle alegremente.
¿Cómo podría no amarla?
Sin que se diera cuenta, una leve sonrisa se extendió alrededor de su boca.
***
Al noreste de Akaroa, en una tranquila playa frente al mar de Enlil, hay una torre alta y enorme hecha de piedra negra.
Era una torre construida por personas que exploraban el conocimiento y buscaban la verdad.
La gente la llamó la Torre de la Verdad.
La Torre de la Verdad estaba ubicada en un cabo a lo largo de la costa, y en el momento de la marea, el agua del mar se llenó y el puente que conectaba la torre y la tierra estaba cerrado.
[Un cabo o punta normalmente formado por una masa de tierra que se proyecta hacia el interior del mar. Recibe este nombre sobre todo cuando su influencia sobre el flujo de las corrientes costeras es grande, provocando dificultades para la navegación.]
Por lo tanto, no era fácil entrar o salir de la Torre de la Verdad.
Un lugar donde solo se escuchaba el sonido de las olas y la brisa del mar era adecuado para aquellos que usaban el conocimiento y buscaban la verdad.
'Ha pasado mucho tiempo desde que estuve rodeado de tanto silencio.'
Argyle bebió café y miró por la ventana que daba al vasto mar.
Llegó aquí hace tres días bajo las órdenes de Richard.
Fue para encontrar información relacionada con el poder negro que estaba en Richard y sobre la tierra contaminada.
En la Torre de la Verdad había una colección de libros que contenían diversos conocimientos del mundo.
Libros que no salen al mercado, por supuesto.
Había diferentes tipos de libros; desde aquellos libros que eran de otros continentes más allá del ancho mar, hasta libros tan antiguos que las letras estaban inscritas en corteza.
De los innumerables libros de aquí, creía que en al menos uno habría información sobre la tierra contaminada y la energía negra.
Argyle agarró uno de los libros que tomó prestado de la biblioteca ayer.
'Nunca pensé que regresaría a este lugar.'
La Torre de la Verdad estaba en su ciudad natal, de la que solo tenía dolorosos recuerdos de la infancia. Cuando tenía seis años, su madre, quien descubrió que tenía habilidades más avanzadas para aprender que todos sus compañeros, lo abandonó.
Era muy inteligente, por lo que pensó que podría estudiar y conseguir comida si estaba aquí.
Pero una cosa que su madre pasó por alto fue que había una gran cantidad de padres que pensaban de la misma manera.
Muchos padres dejaron a sus niños en la torre de la verdad.
Sin embargo, los académicos que se dedicaban únicamente al aprendizaje, no tenían los suficientes recursos económicos ni la capacidad para criar a todos los niños.
Así que los sometieron a una prueba cada mes.
Solo aquellos que tuviera excelentes calificaciones permanecerían en la torre, y aquellos que bajase su calificación serían enviados a un orfanato cerca del reino.
Argyle permaneció en la torre obteniendo las mejores notas sobre sus compañeros, pero creció solo.
Nadie se acercaba a él. Incluso los eruditos que estaban locos por aprender ya estaban hartos y cansados de cambiar de amigos todos los meses.
Luego de diez años, cuando tenía dieciséis, Argyle obtuvo deliberadamente una mala calificación en la prueba y abandonó la Torre de la Verdad. Y encontró un lugar que lo necesitaba.
Fue como llegó al ducado de Rubelin.
Allí, Argyle aprendió por primera vez que había cosas que no se podían hacer con solo estudiar.
Y aprendió lo que significa pertenecer a algún lugar.
Para él, Rubelin se convirtió en un segundo hogar, sintiendo el calor de una persona fría pero ruidosa.
Pero se dio cuenta que no se oponía a estar en este lugar como pensó.
Argyle se asombró de ver como no se sentía mal de estar aquí a pesar de que esta era la torre de la que tanto quiso irse.
Puede ser que es porque ahora tiene un lugar al que regresar.
'¿Tampoco es este libro?'
Argyle echó un rápido vistazo a los libros prestados desde su asiento y los cerró.
El libro que pidió prestado ayer no tenía la información que quería. Después de llegar a la torre, pasó todo su tiempo en la biblioteca, excepto el tiempo de dormir, buscando información sobre tierras contaminadas y el poder de Richard, pero aún no había encontrado ninguna pista.
Argyle tomó sus libros y se dirigió a la biblioteca.
La torre contaba con dos bibliotecas, una ubicada en la parte inferior y la otra en la parte superior de la torre.
Argyle llegó a la biblioteca en lo alto de la torre.
En el centro de la biblioteca, había un techo abierto hasta lo alto de la torre, el techo de vidrio hacía que la luz del sol entrara, creando una gran atmósfera.
Antes de subir a la biblioteca, Argyle miró el aviso del piso.
La biblioteca, que consta de un total de 11 pisos, se dividió en categorías de piso a piso, por lo que había que mirar atentamente la información en la puerta piso por piso y subir.
Después de leer el aviso del piso, Argyle frunció el ceño.
'El piso once...'
Los datos que estaba buscando hoy estaban en el piso 11, el último piso.
Si hay un libro que se desee, se le puede pedirle al bibliotecario que espera en el piso 11 y este lo mandara a través de una polea de libros, pero la cantidad de libros que Argyle quería mirar era enorme, así que no se pudo usar.
Finalmente, tuvo que subir escalera por escalera.
'Construyeron una biblioteca en la torre para hacer que los ancianos que solamente leen hagan un poco de ejercicio...'
Argyle subió al piso once con un gemido.
El piso once era el último piso, por lo que casi no había nadie a excepción de un par de bibliotecarios.
Argyle pasó junto a los bibliotecarios silenciosos y caminó entre las estanterías.
Quizás porque era un piso al que pocos iban, todos los libros estaban cubiertos por una capa de polvo.
'Mitos e historia...'
Argyle, que murmuró un rato y deambuló entre los estantes, finalmente encontró un estante con libros de la categoría que estaba buscando, y lo primero que notó en la estantería fue un libro escrito sobre el Poder de Dios.
Se dice que la diosa del mito fundador de Arencia distribuyó su poder entre las cuatro familias.
Probablemente el libro estaba relacionado con eso.
'¿Tendrá alguna información nueva?'
Sin embargo, el contenido del libro eran mitos tradicionales con los que Aygyle estaba familiarizado.
Argyle volvió a guardar el libro y miró el otro libro.
Luego, mas al fondo, se destacó otra estantería.
La estantería se erigió verticalmente, a diferencia de otras estanterías que se alargaron horizontalmente.
Argyle se acercó al frente de la estantería sin pensarlo mucho y miró a través de ella.
Entre ellos, el libro de la esquina izquierda le llamó la atención.
No había ningún título en la portada del libro, pero Argyle, sacó el libro como si estuvieran poseídos por algo.
Luego apareció el título en la portada.
『El primer Rey, Jenade』
Los ojos de Argyle comenzaron a temblar cuando inadvertidamente le dio la vuelta al libro.